Te necesito.

Capítulo 3. Estaba con mi novia.

No volvió a haber respuesta por su parte, así que dejé el móvil nerviosa.

Tenía una sensación bastante rara en el cuerpo. Me hacía gracia estar hablando con un futbolista tan reconocido como si nada.

Me hubiera gustado contárselo a mis amigas pero si lo hacía se volverían locas y no pararían hasta que no le enviara una foto de ellas o lo que fuera, era un suicidio claro, así que no lo hice.

Pero sí les hablé para quedar con ellas a final de tarde. Era el partido de España contra Japón, así que envié un mensaje por el grupo que teníamos y les dije que vinieran a mi piso para verlo, ya que lo bares siempre estaban a reventar y si no cogías sitio desde por la tarde tenías que verlo de pie.

Dudé en si escribirle a Gavi para desearle suerte, pero quizá hubiera quedado un poco de friki fan, así que descarté la idea.

Sonia, María, Sara, Inés y Andrea llegaron casi a la hora de empezar el partido, por lo que no nos dio tiempo a hablar mucho.

-Dios, es que me encanta Gavi -habló Sara.

Yo asentí sin despegar la vista de la tele.

-A mí me gusta más Pedri -dijo Inés.

-Gavi es más guapo -aportó María.

-Pedri es más bueno -aseguró Sonia.

Yo dirigí la mirada hacia ellas con las cejas alzadas.

-¿Qué? -sonrió Inés.

Negué con la cabeza a modo de respuesta.

-Es muy agresivo -dije cuando Gavi hizo una entrada muy bruta contra un jugador japonés.

-Está loco -coincidió María.

-Está bueno -habló Sara.

Yo volví a mirarla.

-Es verdad -se encogió de hombros al darse cuenta.

-¿No te parece guapo? -preguntó entonces Inés.

-No he dicho eso, es guapo -reconocí-. Pero más lo es mi novio -sonreí orgullosa.

La castaña rodó los ojos sonriente y dirigió la mirada hacia la tele.

Acabó el partido y perdimos 2-1. No es que fuera una gran fan del fútbol, pero sí me gustaba mucho el mundial, así que me puso bastante triste la derrota.

-Bueno, todavía nos queda uno contra Marruecos -suspiró María.

Yo asentí y cogí el móvil dispuesta a escribirle a Gavi, intentando que mis amigas no lo vieran.

"Buen partido, el siguiente lo ganamos", escribí sin saber muy bien qué decirle.

Me sabía mal que perdieran, sobre todo por Gavi. Siempre daba el máximo de sí y se notaba que amaba el fútbol más que a nada.

Al rato llamaron al timbre y supuse que era mi novio, así que me levanté a abrir.

-Hey, ¿Qué tal? -pregunté cuando abrió la puerta.

-Hola, bien. Estaba con estos tomando algo -dijo mientras se acercaba y me daba un beso.

-¿Habéis visto el partido? -le preguntó Andrea.

-Sí, menuda mierda -contestó sentándose-. El chavalito no ha hecho nada hoy, eh -añadió dirigiéndome la mirada.

Yo fruncí el ceño.

-Si ha jugado bien -dije sin demasiada importancia.

Adrián sonrió orgulloso.

-No sé por qué sonríes así, siendo que han perdido -me irritó un poco.