Estuvimos toda la tarde hablando, hasta que mi móvil comenzó a sonar, apareciendo el nombre de Adrián en la pantalla.
Gavi lo vio también, y se quedó mirándome muy serio hasta que me levanté y subí hacia la habitación mientras descolgaba.
-Dime, Adrián -respondí entrando a la habitación.
-Hola, Dani -saludó también-. ¿Cómo estás?
Yo tomé aire y me acerqué a la puerta del balcón.
-Adri, ¿Qué quieres? Ni cuando estábamos juntos me llamabas tanto -suspiré.
Pude escuchar una pequeña risita al otro lado.
-Sólo quería sabes cómo estabas -murmuró.
En ese momento la puerta de mi cuarto se abrió, dejando ver a un Gavi serio que entraba y se sentaba en la cama.
Yo lo miré con cara de "¿Qué haces?" pero él no se inmutó, se limitó a observarme.
-Estoy bien -contesté seca.
-Tus amigas me han dicho que has vuelto a Barcelona -explicó.
Yo asentí al aire.
-Sí, así es.
-Dani... Ten cuidado con lo que haces, Gavi no te conviene -aseguró.
-Adrián, no vas a decirme quién me conviene y quién no -dije un poco irritada.
En esas Gavi ya se había levantado y se iba acercando a mí.
-¿Te quieres ir? -susurré alejando un poco el móvil.
Él negó con la cabeza, entonces la que se intentó ir fui yo, pero me detuvo agarrándome de la cintura y quedándose a pocos centímetros de mí. Mi respiración empezaba a cortarse y mi concentración a desaparecer.
-¿Dani, estás ahí? -habló de nuevo Adrián al otro lado.
-Sí, sí, perdona -reaccioné.
-Pues eso, que no te estoy diciendo lo que tienes que hacer, sólo sé que Gavi es un crío y no va a tratarte como te mereces -soltó como con tristeza.
En todo eso yo todavía no había despegado la mirada de los ojos del futbolista, y él tampoco de los míos.
-Tú tampoco me trataste como me merecía, no tienes nada que decir de él -aseguré.
Adrián bufó al otro lado y Gavi apretó la mandíbula.
-Lo sé, Dani, y lo siento mucho por eso. Pero sólo quiero que estés bien -murmuró mi ex.
-Con Gavi estoy bien -mentí.
Ni siquiera sé si sonó creíble.
Entonces el sevillano se acercó más a mí, a lo que yo negué con la cabeza y le puse la mano en el pecho para detenerlo.
-Cuelga, Dani -pidió serio.
Yo no hice caso.
-Sólo espero de que en los próximos días no salgas en las revistas de cotilleos y que digan que te ha puesto los cuernos -habló Adrián.
A mí se me paró un poco el corazón y se me revolvió todo por dentro.
Entonces Pablo me quitó el móvil de las manos en un movimiento rápido.
-Tranquilo que no será así -aseguró y acto seguido colgó.
-¿Pero se puede saber qué haces? -pregunté elevando un poco la voz.
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Te necesito.
FanfictionDaniela es una chica normal y corriente, quien un día decide escribirle por Instagram a Pablo Gavi mandándole sus canciones favoritas. Lo que ella no espera es que el futbolista lea sus mensajes.