Las hermanas Iris y Aria acuden a la coronación del nuevo Rey de Asgard: Thor. Iris, conoce a alguien que pondrá toda su vida en jaque.
Descubre ésta corta pero bonita historia sobre el amor, la pasión y la familia.
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-¡Iris! Llegaremos tarde. ¿Te queda mucho? Mamá está esperando en la puerta.
-¡Ya voy! Qué pesada eres Aria. Estoy terminando de ponerme las sandalias.
Mi hermana Aria es horrible, hoy es el día de la coronación de Thor, Dios del Trueno, cómo nuevo Rey de Asgard. Odín ha envejecido demasiado y el pueblo necesita un soberano joven y fuerte.
Bajo corriendo las escaleras para encontrarme con ella, está muy arreglada y guapa. Sus ropajes están impolutos, los míos algo arrugados pero no me importa.
-Estás preciosa, Aria. -le digo sincera, ella siempre brilló, parece que se llevó lo mío también.
-Gracias Iris... ¿Crees que...? - No se atrevía a preguntarlo, pero sabía perfectamente lo que le pasaba.
-Será difícil, pero no imposible. -asintió. Aria soñaba con que Thor se fijara en ella, desde bien pequeños ha sido su sueño imposible.
-¿Me ayudarás? - ¿Cómo negarme ante su cara más amable y dulce?
-Claro. -Cuando llego hasta ella, me peina un poco, estira mis enaguas y hace que me ponga recta.
-Así no vas a conseguir un buen marido. -dice haciéndome enojar.
-No sigas Aria, estoy cansada de tener continuamente ésta conversación. -Paso por su lado molesta.
Salimos al portal, nuestros padres nos esperaban algo desesperados.
-¡Chicas! Vamos, no podemos ser los últimos. -Mi padre, como fiel guerrero y servidor de Asgard, tenía la necesidad de participar en todos los eventos del Reino, mi madre lo seguía a todos sitios y nosotras, sus preciosas hijas, con él. ¡Me desesperaba el rol de mujer perfecta! Sobre todo porque ¡No lo era y no quería serlo!
𝐄𝐧 𝐏𝐚𝐥𝐚𝐜𝐢𝐨
Esto está abarrotado de gente, nosotros, cómo familia que servía al tercio de guardias y guerreros, teníamos el privilegio de contar con un palco. Al menos no tendría que estar de pié durante horas viendo cómo Thor se hace Rey.
-¡Qué bonito está todo! -Mi hermana estaba viviendo ésto cómo si fuera su evento. Cree que se casará con the God of Thunder.
-Desde luego. -responde mi padre orgulloso con mi madre del brazo. Yo, me quedo bastante atrasada, observo los cuadros de la familia que están colgados en la gran galería, son demasiado ostentosos.
-¿Impresionada? -Giro algo asustada para encontrarme con la persona que me habla. Mi sorpresa es mayúscula, pero lo disimulo, es el Príncipe Loki, nunca lo había tenido tan cerca y reconozco que gana en las distancias cortas. Su tez blanca impacta con su pelo negro dando profundidad a unos ojos verdes esmeralda que dejan sin aliento.
-Empalagada, más bien. -Sigo andando para encontrarme con mi familia, no quiero estar ni un minuto más junto al Príncipe.
-¿No te han enseñado modales en casa? -No le hago caso y sigo caminando rápido. Loki aparece delante de mí acorralandome contra una columna. ¡Es muy guapo!
