Capítulo 36
--Hugo viene con ganas de pelea--
"Ahora sí que sí. Es el momento de dar ese anhelado puñetazo."
Hace tiempo que Hugo no da ningún problema. En los últimos días, los focos del mal ambiente los han protagonizado Alberto, Victoria, Ignacio e incluso Eric. Hugo se queda callado a un lado con su mala cara habitual, sin meterse con nadie. Pero se puede palpar... Es como una olla a presión. Dentro de poco no podrá más.
El primero en acercarse a él es Alberto. Pensaba que ese sería el primer detonante, pero no hay ninguna reacción inicial.
Luego viene Victoria, que ha detectado un fallo en el departamento de Hugo y parece que le echará la culpa. Él sigue callado.
El tercero que viene a hablar con él es Ignacio. No sé qué le dice, pero es el que hace que Hugo ponga la peor cara.
Durante un descanso que me doy en la máquina de café, Hugo se acerca a mí. ¿Por qué tiene que venir cuando vengo yo? Podría colaborar en mis intentos por que podamos evitarnos mutuamente.
—¿Puedes apartarte un poco de la máquina? —me dice el muy desgraciado.
—Aquí no molesto. Puedes poner la moneda perfectamente.
—Estás demasiado cerca y ahora no me apetece ni tener problemas ni respirar el mismo aire que ninguno de los de aquí.
—Eres encantador, Hugo... ¿Seguro que no te apetece? ¿No has venido a tomar café justo cuando lo hago yo solo para poder decirme que me aparte y así tener algún problema conmigo? Porque es lo que me ha parecido.
—De verdad, qué poca educación... Qué echado a perder...
—Ya, pero no me puedes negar que es así. Vienes con ganas de pelea.
Hugo me mira de reojo, con desprecio y en silencio. Luego sigue enfocado en el proceso de sacar un café.
—Creo que han cambiado la marca. Sabe diferente —le digo, fingiendo que me preocupo por darle información de calidad.
—¿Te quieres apartar o no?
—No quiero, y mucho menos si me lo pides con esas formas —cuando Hugo viene así, noto que me vuelvo cruel y que solo quiero divertirme con su poca paciencia. Me sube una sensación por el pecho que grita que hacer eso es justo y satisfactorio—. Las cosas se piden por favor, Hugo. ¿No era yo el maleducado? Pues da ejemplo, hombre.
—Oye, niñato... ¿Tantas ganas tienes de que te pegue un puñetazo?
—¡Pero Hugo! ¡Ya tienes una edad como para saber que ese tipo de amenazas de patio de colegio son peligrosas! Muy mal.
—¿Qué te pasa hoy? Estás más insoportable de lo habitual.
—Lo siento, de verdad. Es que no llevo bien que alguien que me habla con esa actitud de mierda, pretenda no tener ninguna consecuencia. Si de verdad te molesta mi presencia, te esperas a que me tome el puto café y luego vas tú. Y si tantas ganas tienes de venir cuando estoy yo, por lo menos ignórame. Pero has venido buscando pelea.
—Mira, pesado... Bastante estoy tragando hoy. Bastante me he callado con cada uno que me ha venido a hablar. No me digas que vengo buscando pelea porque es justo lo contrario, ¿te enteras, niñato? Estoy evitando la pelea porque, si no lo evitase, ahora mismo te juro que te pegaría un puñetazo como nunca te lo han dado. Y creo que te hace mucha falta que alguien te dé un puñetazo y te quite toda la tontería que llevas encima.
—¿Quieres pegarme un puñetazo, Hugo? Pégame un puñetazo, va.
—No pienso hacer eso porque luego lo usarás para intentar que me despidan, ¿verdad? No soy tan tonto como tu amigo Elías...
—Eres un capullo...
—Vete a la mierda, Izan.
—Si no estás ahí, yo voy donde sea.
La jornada termina sin ninguna novedad. Hugo no ha hecho nada más destacable en todo el día. La predicción, por lo tanto, ha hecho referencia a nuestra escena en la máquina de café. Es verdad que lo percibo como que Hugo ha buscado pelea, porque no se puede negar que ha venido a la máquina a hablarme de muy mala manera, y no hacía falta. Sin embargo, si lo pienso desde otra perspectiva, Hugo ha aguantado bastante bien las charlas de los jefes, y luego, en la máquina, todo ha escalado porque yo le he provocado y me he divertido con ello. Entonces... ¿Realmente podríamos decir que Hugo estaba buscando pelea? Estaba nervioso y ha hecho cosas mal, pero soy yo el que ha acabado buscando pelea con él. Soy yo el que se ha recreado. No es que esté en desacuerdo con la predicción, pero me ha hecho pensar. ¿Hasta qué punto son fiables unas predicciones que se supone que escribo yo? Mi opinión puede manchar de subjetividad un hecho, dándome información que no puedo tomarme como algo absoluto. El calendario no prueba de forma objetiva que haya sido Hugo el que busca pelea. Es solo un eco de mi opinión.
Incluso, si pienso todavía peor, podría decirse que he intentado provocar a Hugo todo lo posible para que parezca que busca pelea.
No sé si nada de esto tiene algún sentido ni si es importante o no, pero me puede servir para mirar como algo menos absoluto estas predicciones. Algún día podrían llegar a engañarme desde la perspectiva de una opinión sesgada e incompleta disfrazada de hecho inamovible. No quiero eso.
Igual me estoy comiendo mucho la cabeza. Espero que mañana Lydia vuelva a ser mi aliada con la que hablar de estas cosas, porque ha sido perder el contacto con ella unos días y mi cabeza ya vuelve a funcionar mal por culpa de este maldito calendario.
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El Twitter de Izan durante el día de hoy: https://twitter.com/IzanSecreto/status/1643523990831480832
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El futuro tiene mi letra
ParanormalImagínate la siguiente situación: 1 de marzo de 2023. Te despiertas un día como cualquier otro y te encuentras en la puerta de tu casa la hoja de un calendario. El calendario es del mes de marzo de 2023, mes que empieza justo el día en que te encuen...