Capítulo 127
--Lydia me golpea--
"Pues genial. No sé si decirle que el calendario ya me ha avisado, porque a lo mejor aprovecha ese conocimiento para prepararse bien el golpe."
Llaman a la puerta. Es Lydia. Empieza el problema desde primera hora.
—¿No trabajas hoy? —le pregunto.
Ella entra poco a poco y me mira con muy mala cara. Cierra la puerta y se sienta en el sofá.
—Me han dado ya las vacaciones —dice.
—¿Y por qué has venido?
—No me lo puedo creer... ¿Todavía sigues en modo idiota? ¿Vamos a tu habitación para que me puedas ignorar mientras juegas con tu ordenador? A lo mejor querrías hacerlo, pero no lo haces porque tus amigos del domingo no están disponibles.
—Lo siento mucho... Sé que fui lo más tonto del universo.
—Ya. ¿Y lo de bloquearme durante varios días? ¿Qué tal eso?
—Necesitaba hacerlo. Ya te he quitado el bloqueo.
—Sí, bastantes días después. Me has tenido bloqueada un tiempecito, ¿eh? ¿No se te cae la cara de vergüenza?
—Sí.
—¿Y no tienes nada más que decirme?
—Que lo siento.
—Algo nuevo, Izan.
No contesto. Intento pensar una buena respuesta, pero mi cabeza está bloqueada, como suele pasar.
—Necesito ir poco a poco —digo por fin—. Necesito procesar, pensar y... Paciencia.
—Ya. Pues a mí me destrozaste la paciencia hace poco, y aquí sigo. ¿Seguro que me puedes pedir eso?
—No. No puedo.
—Por lo menos lo entiendes. Y ahora dime, ¿por qué no tengo en mis manos el calendario de julio? Ya es día cinco y no tengo ni idea de cómo te irá este mes. ¿Pone que te casas con Nora, o lo dejamos para agosto eso? ¿A quién invitaréis? Yo no pienso ir.
—Nora se ha ido.
—Nora se ha ido a dónde —se supone que es una pregunta, pero su tono es seco y desconfiado, y no lo parece.
—Ya no vive en este edificio desde ayer —le acerco el calendario de julio, sabiendo que reaccionará mal—. Ahí está todo.
Lydia empieza a mirar la hoja, pero no tarda ni dos segundos en saltar.
—¡¿Qué es esto de que Frank ha vuelto a la cárcel?! ¿Es una broma? ¿Qué es esto, Izan?
—Sí... Me llamó su abogada antes de ayer. Fue por motivos relacionados con la mafia y unas pruebas falsas que anularon el indulto de marzo...
—¿Y por qué me entero dos días después? ¿Por qué no me lo dijiste cuando me quitaste el bloqueo? ¿Estás mal o qué?
—No lo pensé...
Lydia mira un poco más adelante y suelta un amago de risa agresivo y nasal al leer la predicción de hoy.
—Claro. No me extraña lo más mínimo.
—¿Lo harás? ¿Me vas a golpear?
Lydia me mira. Se está pensando muy seriamente la respuesta.
—Me muero de ganas, la verdad. ¿Tengo tu permiso? ¿Lo tengo porque lo dice tu querido calendario?
—Lo tienes porque me lo merezco. Pero lo que creo es que pegarme sería ir a favor del calendario. ¿No es lo que siempre criticas de mí? ¿No es esta una buena oportunidad para que alguien le pueda llevar la contraria al calendario?
Lydia se lo vuelve a pensar. Está meditando muy bien la respuesta.
Por la forma en que me mira de repente, creo que ya se ha decidido del todo.
Se acerca a mí y me pega un puñetazo en el estómago. Uno bastante fuerte. Me hace mucho daño. Me retuerzo un poco y toso.
—Esto es lo que haces tú siempre. Haces daño por seguir el calendario. Además, ¿qué es eso de que alguien por fin le lleve la contraria? Eres tú quien tiene mínimo treinta oportunidades al mes para hacerlo, ¿y quieres que lo haga yo? Empiezo a pensar que me has provocado para que te pegue y que así se cumpla también la de hoy, te lo juro.
Yo toso un poco más. No puedo contestar. Ha golpeado muy fuerte.
—¿Estás bien...? —me pregunta—. ¿Me he pasado?
—No... No te has pasado... —toso—. Además, te lo he permitido... ¿No?
—¿Seguro que no me he pasado? Te veo bastante peor de lo que me pensaba...
—No pasa nada... Seguro que me merezco todavía más golpes, y más si son de tu parte.
—No digas eso...
—Da igual... —toso una vez más—. Con esto no estamos en paz todavía, ¿no?
—No. La verdad es que no. No creo que compense lo del día que me ignoraste, o lo de Nora, o las cosas que me has dicho, o el bloqueo, o no contarme lo de Frank... No me compensa, sinceramente.
—Pues pégame otra vez.
—No lo haré. No te pegaré más. No quiero hacerlo. Pensaba que tenía ganas de hacerlo, pero ahora que lo he hecho, solo has conseguido que me sienta mal y culpable y me dé asco. Y no quiero eso. Quiero que seas tú, por méritos propios, quien me quite la mala hostia que tengo contigo, y quien se merezca que vuelva a ser su amiga. Lo siento si no estás de acuerdo con eso, pero es como lo siento.
—Entiendo... —me recompongo por fin, aunque todavía me duele—. Pero hoy no tengo fuerza para mucho más. Todavía necesito situarme. Frank acaba de volver a la cárcel, Nora se acaba de ir, el calendario de julio está empezando... Necesito un poco más de tiempo. Necesito ver qué hago.
—Ya... Bueno, por lo menos será sin tener a Nora de vecina. Mucho la tienes que cagar para que lo hagas peor que en junio.
—Sí, supongo...
Hablamos muy poco más. Lydia revisa un poco las predicciones mientras murmura cosas como "vaya tela" o "lo que faltaba". No me ha querido preguntar por ninguna. Al final se ha ido. Ya no me duele el golpe, pero me ha dolido un buen rato.
En realidad, si me toco, sí que me duele. Se ha pasado la muy burra.
Me ha dejado tocado esta visita. Me gustaría preguntarme cuánto más podré soportar todas estas cosas, pero viendo la predicción de mañana y pasado mañana, que es la misma, ya veo que no mucho más...
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El futuro tiene mi letra
ParanormalImagínate la siguiente situación: 1 de marzo de 2023. Te despiertas un día como cualquier otro y te encuentras en la puerta de tu casa la hoja de un calendario. El calendario es del mes de marzo de 2023, mes que empieza justo el día en que te encuen...