El futuro tiene mi letra

Capítulo 111: 19 de junio de 2023

Capítulo 111

--Alberto y Victoria compiten por ver quién manda más--

"Es una batalla predestinada. Hoy quiero que la predicción no me implique en nada y mirarlo todo con palomitas."

    Al llegar al trabajo, Eric me pregunta si ya estoy bien del todo.

    —Sí, fue solo el susto y la ansiedad, pero me he podido recuperar mejor...

    —Bien. De acuerdo.

    No me dice nada más. No quiere o no puede hablar conmigo, pero se le ve muy afectado. Creo que intentaré hablar con él en otro momento, pero hoy tampoco me veo capaz.

    Con respecto a Alberto y Victoria, parece que hoy empieza una batalla por ver quién será el nuevo jefe de la oficina. Pero... ¿Eso quiere decir que Ignacio dejará el puesto ya mismo? Espero que sí. Ni Alberto ni Victoria me parecen opciones perfectas, pero son mucho mejores que Ignacio. En especial Victoria, que sería la que tiene mi apoyo. Siempre he pensado que si te pisa la cabeza será por motivos justos. Bueno, siempre que no te la pise literal, que eso tal vez será en otro ámbito más íntimo... Pero mejor no pienso mucho en eso. Aunque de todos los de la oficina, seguro que soy el que está más cerca de eso, porque a mí por lo menos me besó.

    Ahora mismo, Victoria es la coordinadora de proyectos. Es un puesto que me suena a "estar más cerca del jefe que los demás". Alberto, por su parte, no sabemos muy bien lo que es. Creo que alguna vez ha dicho que es administrador adjunto o director adjunto, o algo que lleva la palabra adjunto al final.

    Alberto llegó a esta oficina hace pocos meses, pero lo hizo desde un puesto alto en la oficina de otra ciudad. Por lo que he podido ver en este tiempo, Ignacio "toquetea" mucho a Alberto. Se ve meloso con él, con una actitud muy distinta a la que tiene con el resto. Muy cariñoso y asqueroso. En el caso de Alberto, sabemos que le gusta tontear con varias personas de la oficina, en especial con Eric y con Victoria. Conmigo, en cambio, creo que nunca ha hablado más que para lo estrictamente necesario. Pero lo divertido es que, aunque Alberto es así de "juguetón" con algunos, se le nota muy incómodo con Ignacio. Por un lado, porque seguro que ese juego que se traen los dos, no es correspondido. Es unilateral por parte de Ignacio. Y por el otro, porque Ignacio en cualquier caso es insoportable. Por ejemplo, le gusta hacer bromas con la procedencia extranjera de los empleados que la tengan, y Alberto nació y creció en Brasil, me pareció escuchar una vez. Ignacio se vuelve insoportable con esas cosas. Exagera su acento, suelta clichés y todo eso.

    En la hora del descanso, intento poner la oreja para empaparme de los rumores.

    Lo que puedo extraer es que Ignacio va diciendo que pronto lo trasladarán, y lo explica como si fuera un ascenso para ocultar que en realidad le van a despedir. Parece que es inminente y que le podría quedar una semana en la empresa, como mucho. Me encantaría creérmelo, pero sí que durará más de una semana, porque la predicción del lunes que viene es que Ignacio me machaca en el trabajo. Y, salvo que lo haga como despedida...

    A lo largo del día, lo que hacen Alberto y Victoria respecto a la predicción, es dar más órdenes que nunca, dar consejos a los demás, proponer ideas, interactuar más con los empleados. Victoria, por ejemplo, vuelve a dirigirme la palabra para apoyarme en la campaña del Yellow Day que estamos haciendo para una empresa de electrónica. Se muestra asertiva y respetable en todo momento, como si su ascenso dependiera de mi voto.

    Alberto también lo intenta con otros empleados. De hecho, es gracioso ver cómo intenta congeniar con Hugo, encontrándose con un muro infranqueable en el intento.

    —Creo que, con tu experiencia, podríamos aumentar tus competencias y, con ello, también tu sueldo —le dice Alberto.

    —Estoy bien con las competencias que tengo —contesta Hugo, sin despegar sus ojos de la pantalla—, siempre que no me interrumpan mientras las llevo a cabo.

    —Oye, amigo. Creo que habría que trabajar en esa actitud. Pero lo entiendo, lo entiendo. Tú eres como eres, y aquí se te valora también con eso.

    Hugo aparta un poco la mirada de su ordenador y mira a Alberto con mala cara.

    —¿Quieres decirme algo en concreto? ¿Hay algo que me quieras encargar?

    —No, de acuerdo. Tú a lo tuyo.

    Alberto se va derrotado de esa conversación. No sé si a Victoria le hubiese ido mucho mejor. Los dos son más jóvenes que Hugo, y sabemos que la norma de Hugo es no respetar a nadie más joven que él, cosa que, en esta empresa, una empresa que trabaja con campañas de marketing por internet, tiene bastante complicado el encontrar a alguna persona que pase los cincuenta. Elías era un poco mayor que él, pero lo tuvieron que despedir. Me pregunto si hay alguna posibilidad de que vuelva cuando Ignacio desaparezca. Entre que no estará el jefe que le odia, y que en teoría quedará un puesto vacante en algún lado, ya que alguien tendrá que ocupar desde abajo el puesto que dejen Alberto o Victoria...

    En fin, creo que estos pensamientos son ingenuos por mi parte, pero todavía me da mucha pena que le despidieran. A ver si un día saco un hueco entre las predicciones más locas y le digo de tomar algo.

    A lo largo del día, no veo ninguna pelea significativa. Pero sí que se palpa la tensión entre los dos. Se hablan mal, y Alberto ya no intenta seducirla o molestarla como antes. Saben que uno de los dos ascenderá, y no quieren perder esa oportunidad, ya que el que suba no soltará el puesto pase lo que pase. Son jóvenes y capaces.

    El día termina sin que la predicción me salpique, lo cual me da paz. Pero todos están muy optimistas con que Ignacio ya no estará la semana que viene, y yo sé que sí, pero no puedo decir nada porque viene del maldito calendario, lo cual es frustrante.

    Por suerte, mañana tendré a una persona más con la que hablar de las predicciones.

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El Twitter de Izan durante el día de hoy: https://twitter.com/IzanSecreto/status/1670761866849558528

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