Capítulo 179: 26 de agosto de 2023

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Capítulo 179

--Nos perdemos en unas ruinas--

"Es llegar al pueblo y lo primero que hago es perderme. ¿Tú ves que no se me puede sacar de casa?"

    La primera parte del día consiste en un paseo la mar de simpático por las calles principales del pueblo de Anna. Ella nos comparte la historia del pueblo, anécdotas que le ocurrieron a ella, a su familia o a sus vecinos, del estilo "ese boquete fue porque el dueño de la taberna, que es muy bruto..."

    Mientras caminamos, yo estoy haciendo un poco el tonto con Lydia. Nos tomamos fotos, imitamos la forma en que nos ha saludado un señor (cuando ya se ha alejado) y cosas así. Anna se acerca a nosotros.

    —¡Qué! ¿Nadie me cuenta qué ha pasado aquí?

    —Oh, no —dice Lydia—, se me había olvidado que Anna es la secretaria de las relaciones de este grupo.

    —Yo me limito a hacer lo que me pediste —digo—. Me he reconciliado con Lydia para que me hagas la receta mejorada.

    —¡Pero bueno! ¿Y si te desreconcilio y te quedas sin receta mejorada? —dice Lydia.

    Anna se ríe.

    Hoy lleva el pañuelo rosa. No tengo ni idea de lo que significa, pero parece que está feliz.

    —¿Y ha sido mérito tuyo? —me pregunta—. ¿O ha sido más cosa de Lydia?

    —Bueno... —digo yo, y miro a Lydia para que conteste ella.

    —Izan se encontraba mal y yo fui a verle —dice Lydia.

    —Ya, ya me lo dijo. Parecía que se quería escaquear de venir a mi pueblo... —Anna me dedica una mirada poco amigable.

    —Nada más ver que me preocupaba por él —continúa Lydia—, el muy tonto se emocionó y me suplicó perdón por todo.

    —Hombre, si lo cuentas así... —digo.

    —¡Espera, hombre! —grita Lydia—. Que no he terminado. Lo que pasa es que yo también estaba tontísima estos días. Izan tiene un amigo que también es amiguete mío, y me hizo ver que yo estaba muy a la defensiva en parte por culpa de mis ex. Y a Izan le pasó un poco lo mismo por culpa de Nora. Así que me sentí fatal por ser tan dura con él. Recordé que Izan está pasando por muchas cosas... —Lydia sabe que aquí se entendería mejor si explicase lo del calendario, pero intenta salir por otro lado—. Ya sabes, lo han despedido del trabajo, ha tenido problemas con otros amigos... —Lydia baja la voz—. Está el tema de Abril también...

    —Sí, sí, lo entiendo —dice Anna, susurrando también. Le ha convencido la explicación.

    —Y por eso no quise hacerme la dura más tiempo. Me sentí fatal por lo que estaba pasando este niño tontísimo —dice Lydia mientras me frota la cabeza.

    —Yo solo quería que fuésemos como antes —digo—. Y también los pastelitos de receta mejorada.

    Lydia deja de frotarme la cabeza y me pega una colleja. Es nuestro rollo.

    Anna se ríe mucho. Está contenta viendo que todo a su alrededor está en su sitio. Anna es algo así como la guardiana del grupo. Así lo veo yo.

    Después comemos en una pizzería que vuelve loca a Anna y, cuando hacemos un poco la digestión, nos metemos en la piscina.

    Allí hacemos el tonto y jugamos con la pelota. Tengo muchos momentos de acercamiento con Abril. Cada vez veo más complicado no volver a declararme ahí mismo. No quiero que termine nunca. Cuando pienso que casi me escaqueo de este plan, me vienen ganas de pegarme contra una farola.

El futuro tiene mi letraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora