Capítulo 135: 13 de julio de 2023

7 1 3
                                    

Capítulo 135

--Eric me llama--

"Si lo pienso bien, está muy feo que no haya sido yo quien le haya llamado a él. Tampoco sabría qué decirle... Sería mucho más fácil hablar por mensajes, pero él es así, más clásico y tal."

    Mi situación con Eric es complicada. Es un buen amigo del trabajo, pero en muchas cosas nunca nos hemos entendido del todo. Creo, por sus reacciones en las últimas peleas, que él esperaba mucha más confianza de mi parte. Como que yo le contase mis cosas y me abriera más y todo eso. No estoy obligado a hacerlo, pero es verdad que él siempre me ha visto en mis momentos más misteriosos o complejos, y yo siempre evito contarle las cosas. Puedo entender que, por mi parte, dejé un poco que desear.

    Hace poco, por lo visto, dejó en coma a alguien que clamaba ser mi amigo, y que se ve que acosaba a Iris. Por lo visto, Eric lleva muy mal que tenga amigos así, que yo no le cuente nada de mis cosas aunque me pregunte, y que cuando por fin me acerco a él, le pregunte cosas tipo "oye, tú, ¿eres un VDLS o qué pasa?", sin que él sepa ni lo que es eso. Bueno, visto de esa forma, sí que quedé como un auténtico capullo. Pero también creo que él se pasó de frenada... Aunque imagino que debía de estar muy nervioso con lo de dejar a ese amigo mío en coma. No es un detalle menor.

    Después de que yo tuviese un desmayo por el estrés, se preocupó por mí, y poco después de eso retomamos un poco el contacto. Ya no era lo mismo, claro. No éramos amigos, solo compañeros de trabajo cordiales y con cierta historia detrás.

    ¿Por qué me llamará hoy?

    Recibo la llamada a la hora en la que él debe de haber salido del trabajo. Todavía no tendrá las vacaciones.

    —¿Hola? —digo, haciéndome el desubicado. Como para decirle que ya sabía que me llamaría gracias a un calendario mágico.

    —Hola Izan. ¿Tienes un rato?

    —¿Para hablar por teléfono o para salir?

    —Para lo que prefieras.

    —Ah, pues... Para hablar por teléfono, si puede ser —o sea, no tengo nada más que hacer en todo el día, salvo jugar a videojuegos como un loco, pero es que yo me había mentalizado para una llamada, no para salir por ahí.

    —¿Seguro? ¿No te apetece un Diamond Glass? La primera la pago yo.

    —Eso es una tentación muy fuerte. ¿Puedes guardar esa oferta para otro día? —si me dice que no, al final cederé. Soy débil ante estas cosas.

    —Venga, vale, como quieras. Otro día te invito.

    Me salvé.

    —Bueno, ¿y de qué querías hablar? —digo.

    —Yo qué sé. He pensado que es una pena que no nos veamos y que acabásemos tan... Bueno, ya sabes.

    —Ah, sí... A mí me ha venido muy bien perder de vista a los del trabajo, la verdad —y más que los voy a perder de vista cuando me despidan—, pero me ha gustado que me llames. ¿Tú qué tal por ahí?

    —¿En el trabajo? Como siempre. Bueno, Alberto y Victoria están sin vida, como aquel que dice. No tienen ni gota de energía y tienen la cabeza agachada. En esa especie de batalla a tres que se montaron los jefes, Ignacio fue el claro ganador. Vaya mierda, ¿no?

    —Horrible...

    —Bueno, no quiero hablar de trabajo. Escucha, quería pedirte perdón. Estaba muy nervioso y mi manera de reprocharte las cosas fue... Bueno, bastante violenta, ¿no? O sea, hay cosas que las pienso, y que creo que tienes que aceptar o que ya las aceptas. Sabes a lo que me refiero, ¿no?

    —Sí, sí...

    —Pero yo estaba muy nervioso. Estaba fatal. Y bueno, estos días le he preguntado a Iris por ti varias veces, pero dice que ya casi nunca te ve.

    —Sí, bueno... Me he tenido que alejar un poco del mercado de los sábados. Problemillas míos. Ya te contaré cuando quedemos en el Diamond, si quieres.

    —Me gustaría saberlo, sí. Oye, Izan... Quería decirte algo concreto. Bueno, no me malinterpretes, no es que te llame solo por esto. Ya hacía días que tenía previsto hablar contigo. Pero ahora te quiero decir algo muy concreto.

    —Claro... Te escucho.

    —La persona esa que, bueno, la que terminó en el hospital por mi culpa. Sabes lo que te digo, ¿no?

    —Sí, pero todavía no sé quién es.

    —Bueno... Por lo visto salió del hospital hace unos días. Se encuentra bien, o eso dice.

    —¿Qué? ¿El que dice que es mi amigo ya está fuera y todo bien? ¿Y cómo te has enterado de eso?

    —Pues, por lo visto, se puso en contacto con Iris. Tiene gracia, ¿no? Le dejan en coma por acosar a Iris, y lo primero que hace al salir es llamarla... Menudo cabrón.

    —¡No entiendo nada!

    —Yo tampoco, Izan. Pero Iris le preguntó si me iba a denunciar, y él dijo que no, siempre que no intentemos indagar sobre él y hagamos ver que nada de todo eso ha pasado. Que será lo mejor para él y para nosotros, dice. Es una persona muy rara... Cuando despertó, yo estaba seguro de que me habría denunciado. Por mi culpa ha perdido varios meses de su vida, y lo he puesto en peligro, pero... No quiere denunciar ni quiere hacer nada. ¿Tú lo entiendes?

    —Para nada. ¿Y se supone que es mi amigo?

    —Sí. Piensa en qué amigos tienes, Izan. Si se te ocurre alguno que encaje en todo esto, por favor, dímelo. No es que le quiera hacer nada más, pero me encantaría enterarme de a qué ha venido todo esto, de verdad. No he podido pensar en otra cosa durante... Yo qué sé cuánto tiempo ya.

    —Claro, cuenta con ello. Yo también me quiero enterar. Y si tú te enteras de algo, por favor, dímelo también. Es que, de verdad, es rarísimo todo esto...

    —Sí... Es surrealista.

    No hablamos mucho más después de eso. Me ha reconfortado la llamada. Eric volvía a estar tranquilo y he recordado lo que era ser su amigo. Y parece ser que no estará en peligro por culpa de ese supuesto amigo mío. Claro, me fastidia no saber de quién se trata ni por qué ha pasado todo esto, pero a ese tipo de misterios estoy acostumbrado. En cambio, a que una persona que ya no era mi amiga me trate así de bien de golpe... A eso estoy menos acostumbrado. Debería conseguir estar bien otra vez con Lydia y con Abril. Creo que eso sería esencial para mi bienestar.

    Intentaré enterarme de quién es el acosador de Iris, claro, pero tampoco me tengo que obsesionar con algo que no sé si podré conseguir con mis medios. Eso no ha sido lo más importante de la llamada. Tampoco lo es la copa gratis que tendré dentro de poco en el Diamond Glass. Lo primordial es lo bien que me sienta recuperar poco a poco lo que fue mi vida. Tengo que luchar porque siga siendo así, porque no todos me lo pondrán tan fácil, así que tengo que poner mucho más de mi parte. Poco a poco, pero con fuerzas y con buena actitud. 

---------

El Twitter de Izan durante el día de hoy: https://twitter.com/IzanSecreto/status/1679557827214319621

---------

---------

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El futuro tiene mi letraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora