Imagínate la siguiente situación:
1 de marzo de 2023. Te despiertas un día como cualquier otro y te encuentras en la puerta de tu casa la hoja de un calendario. El calendario es del mes de marzo de 2023, mes que empieza justo el día en que te encuen...
"La magia de los lunes. Es el día en que pasan las peores cosas de la oficina. Aunque Lydia dice que seguro que es el amor, que hace que esté irreconocible y azucarado, o algo así."
Unos más, otros menos, pero a la mayoría nos pasa. Si el día anterior hemos tenido un día de mierda, a la mañana siguiente tendremos cara de mierda. Muy bueno tienes que ser fingiendo para evitarlo.
Yo mismo, teniendo en cuenta el día que pasé ayer, podría decir que tengo uno de esos días. Pero hay alguien que me gana. Alguien que no me sorprende, porque el calendario me avisó.
Lo peor es que, hasta ahora, nunca lo había visto así.
Hoy, Eric viene a la oficina con una expresión tan diferente y sombría, que hace un contraste muy grande con el Eric estoico, maduro y de agilidad mental envidiable, que ha sabido afrontar cada crisis del trabajo sin poner una sola mala cara.
Le ha tenido que pasar algo muy grave...
En el descanso me acerco a preguntar.
—No quiero hablar del tema —me dice, tajante.
—¿Seguro?
—¿Algún problema? —me pregunta con un tono que me oprime el pecho por impulso.
—Que quiero saber qué te pasa. Me gustaría ayudarte...
—Izan... No me toques la moral, ¿vale? Tú te callas mil cosas y yo no me pongo pesado, ¿verdad? ¿Me has contado lo de la abogada esa? ¿Me has contado las cosas que te pasan y que te hacen estar tan nervioso últimamente? No, ¿verdad? Pues ahora me dejas en paz.
Tiene razón. Hay muchas cosas que no le he contado, aunque no se hace a la idea de lo difícil que puede llegar a ser, teniendo en cuenta qué temas son.
—Pero... ¿Te he hecho algo? —pregunto.
—No. Pero si me sigues preguntando, entonces sí. Me habrás roto los nervios. No quiero hablar de nada. Fin.
Al momento, recuerdo que Iris hace dos semanas que no viene al mercado, y que no sé nada de ella. Lydia decía que casi seguro que quedaba con Eric.
—Una última pregunta, solo para confirmar. ¿Iris está bien?
Eric deja de hacer lo que está haciendo en su escritorio y contiene la respiración, con la mirada muy fija en su mesa.
—Iris está bien. Yo me he encargado de que esté bien.
—¿Qué? —me acerco un poco a él para que nadie se fije en nosotros por levantar la voz—. Eric... Eso que has dicho suena demasiado mal... ¿Podrías...?
—No, no podría. Iris está bien. Yo estoy bien. No necesitas saber nada más. Pasaban unas cosas, y ya no pasan. ¿Contento?
Me retiro un poco. Veo que no puedo decir nada más. Él hace lo que puede para ignorarme. Nunca se había comportado así conmigo en todos estos años. Que él siempre estuviese estable y se comportase de forma madura y confiable, era una constante en mi vida. Si algo le ha hecho cambiar tanto de actitud, es porque ha tenido que ser duro de verdad. Incluso peligroso.
No puedo parar de pensar en la nota que recibí hace un tiempo, pidiéndome que detenga la relación entre Iris y Eric. Luego, la misma persona me pidió que me olvidase de aquella idea. Es bastante posible que lo que ha pasado y el motivo por el que se escribió esas notas, estén conectados de alguna forma, pero no puedo acercarme a pensar por qué.
Busco a Elías con la mirada, para ver qué opina él sobre el estado de Eric. Me acabo de dar cuenta de que hoy no ha venido a trabajar. Me recorre una sensación helada por las venas. Me había olvidado de que estamos en etapa de despidos, y de que Elías era el que tenía más papeletas. Sigo buscando con la mirada a otras personas, y veo que los otros tres que comparten puesto de trabajo con Elías y conmigo siguen en la empresa. Eso, unido a que los despidos iban a ser muy pronto... ¿Indica que han despedido a Elías del trabajo?
Por desgracia, por más vueltas que le doy, es lo que tiene más sentido.
Mirando el calendario, pone que pasado mañana tomo unas cervezas con él. Ahí seguro que salgo de dudas.
Cuando salgo del trabajo, veo un mensaje de Abril. Dice que si quiero quedar mañana por la tarde. Hace mucho que no la veo, y quiero verla, pero... No sé si estoy preparado para la predicción de mañana. Cita con respuesta. Estando tal y como estoy, y sabiendo que una predicción de la semana que viene indica que me romperán el corazón... No puedo ilusionarme ni por el hecho de volverla a ver. Eso es una de las cosas que más rabia me dan. Todavía no me ha rechazado, pero ya empiezo a mirar con nostalgia estos dos últimos meses que pasé con ella antes de que se marchase. Era feliz y no me daba cuenta. No lo suficiente. Es un pensamiento que me parece lamentable, pero no me tiene que impedir tener una gota de esperanza, aunque sea endeble y poco brillante.
Mañana sabré entender mejor hasta qué punto estoy jodido.
---------
El Twitter de Izan durante el día de hoy: https://twitter.com/IzanSecreto/status/1660722213262073857
---------
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.