Capítulo 181: 28 de agosto de 2023

6 1 10
                                    

Capítulo 181

--Sale toda la verdad--

"Oye, en serio... Qué ansiedad. ¿Qué verdad sale ahora? ¿Descubro algo interesante, o es a mí al que descubren? ¿No es suficiente con la tremenda pillada de ayer?"

    Me despierto y... Madre mía. En teoría nos íbamos a despertar todos a eso de las nueve para aprovechar el día, y son como las diez y media. Me he despertado porque alguien ha puesto música a todo volumen, que si no...

    ¿Por qué nadie me ha avisado? ¿Y qué pasa con mi desayuno?

    Salgo de la habitación y la única que está en casa es Anna. Lleva un pañuelo de cuadros rojos y verdes. Creo que lo llevó al principio del viaje también. Voy a tener que tomar nota sobre sus pañuelos o algo, porque podrían darme pistas sobre lo que me voy a terminar encontrando.

    —¡Por fin! —dice—. Llevo rato con la música a tope, pero no había manera.

    —He dormido poquísimo...

    —Hala, ¿y eso?

    —No sé. Mucho en lo que pensar...

    —¿Es mi culpa? —dice, apresurada—. Es porque ayer te hice todas esas preguntas, ¿no? ¿Te asusté?

    —Tranquila. Son muchas cosas. Se me mezcló también la historia con Abril y más cositas mías. No te preocupes.

    —¿Seguro?

    —Seguro.

    Ella me mira con una sonrisa y me abraza. Me aprieta fuerte, como queriendo romperme las costillas.

    —¡Lo primero es que tú estés bien! Porque tú sabes por qué te he despertado, ¿no?

    —¿Porque los demás se han despertado hace siete años y ya iba tocando?

    —Bueno, también. Pero te he puesto la música a todo trapo para que te despiertes justo a tiempo para lo que se está preparando. Ya mismo salen del horno... Llegó el día...

    —Sí por favor.

    —Exacto, Izan. Tú y yo sabemos que lo deseas. Tengo muchísima confianza en cómo me han salido.

    —Me muero de hambre...

    Los pastelitos. Por fin. La receta mejorada. Llevo desde marzo obsesionado con volverlos a probar, pero nunca ha habido manera. Por fin, casi medio año después, llegó el momento. ¡Y receta mejorada!

    —¿Dónde están los demás? ¿Ellos también han desayunado los pastelitos?

    —Sí, y han triunfado. Pero tranquilo, que yo no iba a empezar tu ración hasta que te empezases a despertar, para que los tengas recién hechos. Los demás están en la piscina, así que este momento es para ti. Disfrútalo —se acerca un poco a mí—. A los tuyos les he echado un poco más de un ingrediente secreto. Ya verás, ya.

    Espero en la mesa con la misma ilusión que un niño pequeño cuando sabe que los regalos de Navidad están al caer. Me muero de hambre, y huelen muy, muy bien. Huelen mejor que la otra vez. Debe de ser por la receta mejorada.

    Aunque está en la cocina y vendrá ahora mismo, Anna ha decidido tentarme todavía más enviándome una foto del lote de pastelitos, con el mensaje "ya llegan..."

    Tienen una pinta increíble. Veo que tienen varias formas, hechas con algún tipo de molde. Uno tiene como forma de estrella, otro de corazón, otro de algún tipo de pez... Pero hay uno que llama mi atención. ¿Qué es? Es como una flor, ¿no? Pero me suena muchísimo esa flor. Yo he visto esa forma en algún sitio. O, mejor dicho... ¿Por qué me importa tanto que tenga esa forma? Puede que solo me llame la atención porque los pastelitos más grandes son los que tienen esa forma. Debe de ser un molde diferente al resto.

El futuro tiene mi letraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora