Imagínate la siguiente situación:
1 de marzo de 2023. Te despiertas un día como cualquier otro y te encuentras en la puerta de tu casa la hoja de un calendario. El calendario es del mes de marzo de 2023, mes que empieza justo el día en que te encuen...
"Si esto es verdad me alegraré por ella... Pero será difícil no pensar que Lydia es la que me está haciendo la broma."
Lo bueno del resfriado es que hoy no tengo que ir a trabajar. Un día, puede que más, sin ver a Hugo y a Ignacio. Tengo justificante y todo, así que no podrán decirme nada.
Desayuno rápido y me tomo los medicamentos que el doctor Gabriel ha dejado en mi puerta. El resto de la mañana será estar tumbado y ver series, lo tengo muy claro.
Por desgracia, no estoy tan atento como me gustaría. Cada poco rato de capítulo, o bien tengo que pausar, o retrocedo unos segundos porque no he sido capaz de enterarme de toda una escena. Mi mente está más enfocada de lo que me gustaría en la predicción del día. Miro el móvil una y otra vez. Lydia no me dice nada.
Hablo con ella en más de una ocasión, con algún tema trivial, para ver si se le ocurre decirme algo sobre su futura vida laboral. Durante la primera parte del día no hay nada destacable.
Por fin, pasada la hora de comer, me dice algo que sí está relacionado con el tema.
[Lydia. 15:48]
Hoy voy a otra entrevista de trabajo.
¿Te llegué a decir que el lunes y el martes tuve entrevistas?
[Izan. 15:49]
No.
No me dijiste nada.
[Lydia. 15:53]
¿Nooo?
Pues no me queda otra
Necesito irme de casa, mi madre me tiene muy harta
Estos días no paro
[Izan. 15:53]
Tengo la intuición de que hoy te llamarán para contratarte.
[Lydia. 15:59]
Claaaaro...
No creo, pero si tu intuición lo dice, igual es verdad y todo
No soy capaz de saber si se está burlando de mí o no. Tengo el presentimiento de que no, de que ella nunca me haría esto. De hecho, me siento miserable al pensar así de mi amiga. Mi confianza en mi mejor amiga debería ser intachable, y a lo largo de nuestra vida me lo ha demostrado una y otra vez.
Pasan las horas. Sigo desperdiciando el tiempo, incapaz de concentrarme en nada. Hasta que, por fin, llega el mensaje.
[Lydia. 18:37]
NO SERÁS UN VIDENTE O ALGO ASÍ
[Izan. 18:39]
No puede ser.
¿¿Te han contratado??
[Lydia. 18:40]
SÍ
Del sitio al que fui el martes
Pensaba que ni de broma me llamarían
TENGO TRABAJO
[Izan. 18:41]
¡¡Felicidades!!
Me alegro mucho por ti.
¿Cuándo empiezas?
[Lydia. 18:44]
El lunes que viene.
Todavía no me lo puedo creer...
Si hubiese dos avatares virtuales representando la conversación, serían dos personas dando saltos de alegría. En el caso de Lydia, espero que así sea. Quiero que su reacción sea sincera, que todo esto sea verdad y que haya conseguido un trabajo real, tal y como siempre ha querido. Pero en mi caso... No puedo dar saltos de alegría. No puedo alegrarme de forma sincera por mi amiga. En mi caso, la realidad es la de una persona patética, resfriada, en la cama, con las manos en la cabeza, el calendario predictivo en el regazo, y siendo incapaz de saber qué es verdad y qué es mentira. Una persona que no tiene la capacidad de saber si puede confiar en sus amigos más cercanos o no. Ese tipo de persona.
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El Twitter de Izan durante el día de hoy: https://twitter.com/IzanSecreto/status/1631612722369421316
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