Capítulo 91: 30 de mayo de 2023

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Capítulo 91

--No podría tener peor vecina...--

"Llevo todo el mes preocupado por esto, temiéndome lo peor. Solo espero que no sea alguna de las cosas que he pensado..."

    Afrontar mi rutina del día ha sido horrible. Mi cabeza y mi corazón no funcionan. No sé cómo he conseguido sobrevivir a todo el día de trabajo. Vuelvo a casa arrastrándome por el suelo. No físicamente, pero me siento así.

    Para la predicción de hoy, Lydia sí que me preguntó por la noche. Pero no he querido contestar. No quiero hablar con nadie.

    Al llegar a casa, me pregunto si de verdad vendrá una vecina nueva, o si solo voy a pelearme a muerte con Lucía o con Gemma.

    Desde la reunión de vecinos de antes de ayer, he tenido un nuevo tipo de miedo. Al principio, pensaba que podría venir una vecina nueva... Todavía puede ocurrir. Pero, después de ver como los LuLu me quisieron quitar a Espino... Temo que Lucía le haga algo a mi gatito. Si se le ocurre hacerle cualquier cosa, en primer lugar, la predicción podría tener algo de sentido. Solo hay una cosa que me hace dudar. La frase "no podría tener peor vecina", no sé si encajaría en ese momento. Esperaría otro tipo de frase, del estilo "asesino a mi vecina" o "juro que está muerta y todavía no lo sabe". Cosas así. No se le ocurrirá tocar a mi Espino, pero la veo capaz.

    Al llegar a casa, mi idea es correr para ver si Espino está bien. Pero creo que no hará falta.

    Veo un camión de mudanzas en la esquina de la calle, y mucho movimiento en el portal.

    El doctor Gabriel está pendiente y ayudando.

    —Hola, presidente —digo—. ¿Ha venido un vecino nuevo? ¿En el tercero?

    —¡Hola, Izan! Pues sí, tienes vecina nueva. Se ha presentado hoy, y me ha dicho que a ti te conoce, ¡que es una amiga tuya!

    —¿Qué...?

    Gabriel me ha dicho eso muy alegre, pero yo acabo de notar cómo se oscurece el ambiente a mi alrededor. Decir que he tenido un mal presentimiento o un escalofrío es quedarse muy corto. He notado como si el infierno me rodease. Todos mis sentidos acaban de colapsar.

    Solo pienso en una cosa, pero no puede ser.

    Subo, pero en este momento la puerta del tercero primera está cerrada. La gente de la mudanza sigue moviéndose, así que en pocos minutos volverán a subir. Ahí será cuando abra la puerta.

    Me encierro en casa. Compruebo que Espino está bien. Lo está.

    Me asomo a la mirilla.

    No puedo respirar.

    Miro. Están subiendo los de la mudanza con más cajas.

    Llaman a la puerta, y esta se abre poco a poco.

    Veo a la persona que está al otro lado de la puerta.

    Veo a la que será mi vecina, ocupando la casa de mi profesor Rafael.

    Después de hacer pasar a los de la mudanza, ella se acerca poco a poco a la mirilla de mi puerta. Con una sonrisa, pega su ojo frente al mío, solo separados por una puerta.

    —Izan... Sé que me estás espiando... ¿No saludas a tu nueva vecina?

    Me aparto de la mirilla por instinto, como si quemase. Mis piernas fallan. Me siento en el suelo, contra la puerta.

    Ella toca al timbre.

    Nora está tocando al timbre.

    —Izan, no te escondas. Quiero que nos saludemos y hablemos tranquilos. Va, Izan...

    No puede ser.

    Es ella. No me lo estoy imaginando. Es su cara. Es su voz. Es su personalidad, burlándose de mí...

    Es Nora... ¡Es Nora!

    No puedo respirar. Me ahogo.

    Espino se ha dado cuenta y se acerca a mí. Lo abrazo.

    Es Nora.

    Nora está en casa de mi profesor Rafael. Nora es mi vecina. Nora acaba de destrozarlo todo.

    La predicción se quedó corta. No podría tener peor vecina, eso es verdad... Pero suena amigable en comparación a lo que pasará.

    Nora acaba de entrar en mi hogar. Acaba de volverlo todo un sitio oscuro, inseguro y doloroso. Ya no tengo ningún sitio en el que sentirme seguro. Nora lo acaba de romper. Y lo ha hecho pisoteando los recuerdos de mi profesor.

    Ayer perdí a Abril... Y hoy Nora vuelve a mi vida.

    Siempre he pensado que alguno de los calendarios predictivos acabaría por predecir mi propia muerte. Junio es el mes perfecto para ello, porque después de todo esto, y de muchas otras cosas, como perder a Frank y estar cerca de perder a Lydia o a Eric... ¿No es como si estuviera muerto ya?

    O me resigno a morir, porque una vida con Nora de vecina no es algo que esté dispuesto a soportar... O la expulso de mi vida. Obligo a ese cáncer andante a desaparecer. Le hago daño si hace falta. Soy capaz de lo peor...

    O puede que se salga con la suya, y me tenga en sus garras, besando sus pies. Que termine haciendo, otra vez, lo que ella quiera...

    No sé qué pasará, pero no es fácil aceptar que toda mi vida, tal y como la conozco, en solo unas pocas semanas... Se ha desintegrado por completo. 

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El Twitter de Izan durante el día de hoy: https://twitter.com/IzanSecreto/status/1663434512297078784

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