Capítulo 87
--Día de cine--
"¿Pero con quién? ¿Y qué película? ¡Si he mirado la cartelera y no me interesa ninguna! ¿Por qué estos planes surgen sin ser planificados con varios días de antelación?"
Salgo del trabajo y todavía no he quedado con nadie.
Conociendo mis planes improvisados, pero anticipados por el calendario, tengo la esperanza de que Abril me esté esperando en algún sitio para invitarme al cine. Sería la mejor opción. Si no, podría ir con Lydia o con Anna, que también son muy de aparecer de repente. No se me ocurre nadie más ahora mismo.
Me desvío un poco de mi camino para pasar por la calle del centro comercial donde está el cine más cercano a mi trabajo. Tengo la esperanza de que, si alguien me dice de ir, sea por ahí, y así no tengo que ir y volver en tren todo el rato de un lado para otro, porque ya estoy en el cine.
Estoy paseando solo por el centro comercial. Me parece que me tomaré un helado.
—¿Pero qué...?
Al acercarme a la heladería, veo algo que no me gusta nada.
Lydia, mi amiga cada vez más ausente, está tomando algo con Jordi, su amigo que nos sigue por la calle en sus ratos libres. Además, él está teniendo una actitud demasiado cercana con ella. Tampoco sé qué nivel de confianza tienen, pero, por lo que me dijo Lydia en su día, no debería de ser tanto. Y ella... Tiene una cara rara. Parece feliz, pero no es su cara de felicidad real. ¿Está fingiendo? ¿Y finge para Jordi, o se intenta autoengañar?
Los miro de lejos, escondido. Stalker profesional. Cualquiera que me vea, tiene todo el derecho del mundo de juzgarme.
Cuando acaban el helado, se van... ¿Dándose la mano? Y están caminando hacia el cine. Sí, van al cine. Espera, no me jodas. ¿Día de cine? ¿El día de cine es Lydia y Jordi yendo al cine, y yo detrás de ellos para espiar? Es inquietante y lamentable.
Entran y claro, no tengo ni idea de qué película van a ver. Puedo notar que entran en la sala siete, pero desde fuera no veo qué película dan en esa sala. Si pido una entrada y digo que quiero ver la de la sala siete, ¿cantará mucho?
Otra opción es que compre una entrada cualquiera, y yo me meta igual en la sala siete, sentándome en uno de esos sitios que nadie quiere, como una de las esquinas de la primera fila o algo así.
Espera, pero no, porque si hago eso, se me verá desde atrás. Es más, si ya han entrado, igual me ven entrar. En todas las salas que yo conozco se entra desde abajo. Puedes ver a las personas que entran. Me verán. No debería seguir con esto, entonces... ¡Pero es que quiero ver qué hacen! Quiero ver qué actitud tienen en el cine. Lydia no me puede culpar por esto, ella me ha seguido otras veces. Hoy me toca a mí.
Me acerco un poco a la taquilla. Mi impulso es comprar una cualquiera, y luego ya veré qué hago.
Conforme me acerco a la taquilla, pasa algo que no esperaba.
Aparece el olor. Ese olor que me ataca casi siempre que estoy con Abril. Me oprime el pecho. Miro a mi alrededor para ver si Abril está por aquí, pero no. No hay nadie que yo conozca.
Al acercarme a la taquilla, compro una entrada para una película que sepa que no tendrá mucho movimiento. Si me canso de espiar a Lydia, igual me quedo a ver la película de mi entrada.
He comprado la entrada para Suzume. Salió hace más de un mes, así que poca gente vendrá a verla. Además, ahora que lo pienso, Lydia comentó que la quería ver. También la he elegido porque es la que más me cuadra de las que empiezan en pocos minutos.
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El futuro tiene mi letra
ParanormalImagínate la siguiente situación: 1 de marzo de 2023. Te despiertas un día como cualquier otro y te encuentras en la puerta de tu casa la hoja de un calendario. El calendario es del mes de marzo de 2023, mes que empieza justo el día en que te encuen...