Capítulo 105
--Frank vuelve--
"Frank llega en el momento justo..."
No sé ni qué hora es. Hace rato que he perdido la noción del tiempo. Sospecho que estamos por la mañana o por el mediodía o así.
Ayer me desmayé en plena calle. Creo que fue el propio Eric el que avisó a la ambulancia. Debió de girarse una última vez antes de alejarse del todo, y me vería en el suelo.
Me desperté varias veces. Sabía que estaba en urgencias. Me hicieron pruebas y preguntas y todo eso, pero mi cabeza no funcionaba bien.
Después me dormí. Creo que me desperté unas pocas veces más, confirmando que no era una pesadilla. Que de verdad acabé en el hospital. Por la noche pude mirar un poco el móvil, pero no pude mantener la mirada ni la cabeza fijas en la pantalla. Es como si quisiera seguir dormido y no enfrentarme al paso del tiempo ni a la vida real.
Ahora que empiezo a despejarme, empiezo a ordenar mis ideas. Si Eric me ha traído aquí, debe de haber avisado a Lydia. Si ella sabe que estoy en el hospital, espero que se le haya ocurrido pedirle al presidente Gabriel la famosa copia de la llave de mi casa y haya mirado si Espino estaba bien, si necesitaba comida o algo de eso. Si no, me levanto ahora mismo y voy a rastras hasta mi casa, digan lo que digan los médicos.
Viene un doctor. Me hace muchas preguntas. Me dice que han podido descartar problemas cardíacos o neurológicos gracias a las pruebas físicas, pero que me tienen que hacer muchas preguntas para entender mejor qué me ha pasado.
Contesto de la mejor forma que puedo cada pregunta y, tras algunas idas y venidas del personal sanitario a la habitación, concluyen lo que yo ya sabía de hacer rato: me he desmayado por acumulación de estrés.
Mi cerebro se ha apagado por no poder soportar más la situación. Decir que ha sido solo por estrés es quedarse corto. Es miedo, angustia, ansiedad, paranoia y dolor, muchísimo dolor. Es sufrir todo eso mientras me odio un poco más cada día por lo mal amigo que estoy siendo para muchas personas.
Me quedo un rato mirando el techo. Me han dicho que todavía tengo que quedarme en observación unas horas más. Es posible que vuelva a casa por la tarde o la noche si alguien puede venir a buscarme.
El doctor insiste con mucha fuerza que trate la situación con un psiquiatra. Que los casos de desmayo por ansiedad y estrés son muy pocos, y que puede que se deba indagar mucho más. No tengo nada de ganas de hacer eso. Lo que tengo que hacer es quitarme de encima a Nora y al calendario. Si esos dos elementos desaparecen, podré tolerar todas las demás cosas de mi vida sin mucho problema.
Yo asiento a todo, pero no creo que haga nada de lo que me dice. Al menos, no por ahora.
Cuando pasa un rato más y llega la hora de irme, por fin llega la persona que estaba esperando.
—Vaya tela, Izan... No te puedo dejar solo —dice Frank, sin saludar ni nada.
—Ya ves lo que he tenido que hacer para que volvieras... —bromeo. Aunque tiene una minúscula porción de verdad, según como se mire.
Frank se sienta en la cama y me abraza. Hay dos tipos de abrazos con Frank. El que me da palmadas en la espalda, bastante fuertes, que se hace en los saludos y despedidas, como trámite, y luego el abrazo más sentido, sin palmadas, y con un tipo de respiración concreta reservada a este tipo de abrazos. Más emocional. En este caso se nota que también estaba el miedo a que me hubiera pasado algo mucho peor.
—Te voy a llevar a casa. Lydia lleva ahí un buen rato cuidando de tu gato.
Sabía que no me fallaría.
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El futuro tiene mi letra
ParanormalImagínate la siguiente situación: 1 de marzo de 2023. Te despiertas un día como cualquier otro y te encuentras en la puerta de tu casa la hoja de un calendario. El calendario es del mes de marzo de 2023, mes que empieza justo el día en que te encuen...