Capítulo 92: 31 de mayo de 2023

16 1 6
                                    

Capítulo 92 

--Paso el día escondido fuera de casa--

"Es lamentable, pero es el primer paso lógico en mi nueva vida de mierda..."

    Cuando vuelvo a casa, después de una primera mitad de día en piloto automático, lo primero que hago es entrar rápido y ver si Espino sigue bien. No paro de pensar que con Nora delante y Lucía debajo, mi gato está en peligro. Creo que compraré un pestillo nuevo o algo para que sea más difícil colarse en mi casa.

    Una vez veo que todo está en orden, decido salir a dar una vuelta. Sospecho que Nora querrá hablar conmigo en cuanto tenga un rato libre. Eso sí, no me atrevo a dejar solo a Espino, así que me lo llevo conmigo en el trasportín. Es muy tranquilo, espero que no le importe.

    No quiero estar en casa. Quiero que Nora se marche. No me extrañaría que el calendario de junio esté repleto de días en los que me sigo escondiendo fuera de casa.

    No quiero hablar con ella. No estoy seguro ahí.

    Me siento en el banco de un parque solitario y bastante alejado de mi casa. Solo me queda esperar.

    —Espino... ¿Quieres saber a quién tenemos de vecina? ¿Sí? —miro a Espino. Me mira como diciendo "qué coño hago aquí, a ver" —. Vale... Te contaré mi historia con nuestra nueva vecina. Espero que no me juzgues, ¿vale?


    Conocí a Nora a finales de 2013. Yo estaba en un restaurante o no sé qué era, un local o algo, pero celebrando el cumpleaños de un amigo de Alex. En otras palabras, de alguien que, en realidad, no era mi amigo.

    Estaba harto del ambiente y salí fuera a tomar el aire. No quería fingir amistad con esas personas. En aquella época no estaba muy bien, aunque fuese por cosas que hoy me parecen menores, como una pelea con un amigo o con la familia, en su día me parecían todo un mundo. Lo que menos quería, pues, era relacionarme con gente que no me importaba.

    Me senté en la acera y me quedé un rato con la cabeza en blanco. Entonces se me acercó Nora. Lo primero que pensé fue que era muy guapa. Una piel muy blanca y fina, melena lisa y plateada, flequillo que tapaba su frente y casi sus ojos... Lucía casi igual que ahora, pero antes se podía ver una gota de inocencia en su expresión. No sé si porque aún no la perdió del todo, o porque antes lo sabía fingir mejor.

    Me dijo que sabía lo que hacía ahí, y que ella estaba haciendo lo mismo con un grupo de amigos que también fue a ese lugar. No recuerdo la conversación, pero yo aluciné. Su voz me generaba adicción. Tan fina, tan triste, tan rota, pero tan agradable... Era como beber un refresco sin gas en verano, que entran tan bien y son fáciles de beber, más que los que tienen gas. El gas lo dosificas. Su voz... Notaba como mi garganta resonaba con la suya, como una caricia.

    Antes de despedirnos, nos dimos el contacto.

    Conversaciones nocturnas de horas y horas. Recuerdo que, con el tiempo, preferí hablar con ella antes que dormir.

    En aquella época, yo era alguien mucho más oscuro y egoísta. Nora me hizo entender que expresarme tal y como soy no es algo malo. No paraba de impulsar mi lado feo, pero lo hacía acompañado de muchas cosas que sonaban bonitas. Yo la creía. Me volví tan dependiente...

    Quedamos un par de veces como amigos y, a la tercera, la besé. Cuando lo hice, noté como si su corazón atrapase al mío.

    Lo que pasó después, a lo largo de los dos años de relación... No lo recuerdo bien.

    Nora me empezó a aislar. Perdí la confianza de mucha gente, porque yo consideraba que, "sin motivo", todos odiaban a Nora, y yo tenía que protegerla. Esa fue una etapa en la que perdí buena parte de mi contacto con Lydia. Ellas dos se odiaban, y yo tendría que haber visto muy claro que Nora disfrutaba haciendo daño a mi amiga... Pero yo siempre, siempre defendía a Nora.

El futuro tiene mi letraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora