Capítulo 140
--Pol me da una clase de meditación--
"¿A qué viene esto? Pol era el que vive con Aaron y Gemma, ¿no? Nunca me quedo con su nombre. Yo he dado por hecho todo el mes que es él, aunque no lo he revisado ni nada. Pero en serio... ¿A qué viene esto?"
La mañana la empiezo controlando la ansiedad como puedo.
Intento comunicarme con Aurora todo lo posible, pero mi conexión a internet se pierde cada cinco minutos. Reinicio y hago todas las maniobras imaginables, pero nada. Internet va peor que nunca y eso hace que mi mañana de videollamada con Aurora sea interrumpida una y otra vez. Al final es algo que hace mella en mi paciencia. Necesito seguir hablando con ella. ¿No podía elegir otro día para estropearse?
Nunca me ha ido tan mal. No puedo evitar pensar que Lucía está haciendo algo para fastidiarme internet. Sabe que no me puede hacer nada de forma directa, porque la tengo amenazada, pero todavía me la tiene jurada, así que me la imagino haciendo algo que sea complicado de demostrar.
Salgo a hacer algunas compras y, al volver, me encuentro con Lucía en el rellano. Me planteo si decirle algo o no. No tengo ninguna prueba, y tampoco quiero quedar como un paranoico.
Al cruzarme con ella, escucho que murmura alguna cosa de forma despectiva. No sé qué ha dicho, pero estoy seguro de que ha sido un insulto o algo así contra mi persona. El tono era desagradable, y ha sido nada más cruzarse conmigo.
—¿Me has dicho algo? —le pregunto.
Ella se hace la tonta y me dice que no, pero sigue caminando lo más rápido que puede. Es la clásica reacción del que ha sido pillado. Esa desgraciada no ha podido contener sus ganas de insultarme, y se pensaba que no me daría cuenta.
—Oye, espera —le digo, sujetándola del hombro.
—¿Quieres algo? —dice—. Tengo prisa.
—Pues sí. Dos cosas: la primera, ¿me acabas de insultar?
—¿Qué dices? Yo no te he dicho nada. Estaría hablando sola de mis cosas.
—Ya... Y no puedo saber si es verdad o no. Se te da bien hacer ese tipo de cosas, ¿no?
—¿De qué hablas?
—¿Me estás jodiendo mi conexión a internet? —le digo, aunque me arrepiento al instante, porque si al final no me está haciendo nada, lo que acabo de hacer es darle una idea para fastidiarme en un futuro.
—¿Pero qué te pasa? ¿No te quedaste tranquilo con amenazarme el otro día, que ahora me acusas de cosas que te inventas?
—¡Casi envenenas a mi gato! ¿Y me voy a fiar de ti? ¡Y una mierda!
Lucía se intenta ir, pero yo la agarro del brazo para que no se marche. Por lo visto lo he hecho con más fuerza de la que debería.
—¡¿Pero qué haces?! —pregunta, apartándome—. Me has hecho daño, tarado. ¿Qué estás haciendo?
—¡Déjame en paz! —le grito.
—Estás mal de la cabeza, ¿eh? ¡Pero que muy mal!
Al decir eso, Lucía da media vuelta y se intenta ir por tercera vez. Por fin lo consigue, ya que no me atrevo a pararla de nuevo.
Cuando me quedo solo, le pego un puñetazo a la pared. Por supuesto, me hago daño y me siento imbécil.
Al girarme para comprobar que nadie me ha visto, me encuentro con Pol, el más tranquilo de los tres alquilados del primero, y el protagonista de la predicción de hoy.
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El futuro tiene mi letra
ParanormalImagínate la siguiente situación: 1 de marzo de 2023. Te despiertas un día como cualquier otro y te encuentras en la puerta de tu casa la hoja de un calendario. El calendario es del mes de marzo de 2023, mes que empieza justo el día en que te encuen...