Imagínate la siguiente situación:
1 de marzo de 2023. Te despiertas un día como cualquier otro y te encuentras en la puerta de tu casa la hoja de un calendario. El calendario es del mes de marzo de 2023, mes que empieza justo el día en que te encuen...
"¡Pero haciendo qué! Ahora se piensa que llevo tiempo ocultándole algo, pero es que no tengo ni idea de lo que habla."
Me despierto ya con el miedo en el cuerpo. Me da vértigo todo lo que me espera en mayo. Ahora que comprendo mejor el tipo de cosas que me pueden pasar con estas predicciones, el hecho de que me entere de todas a la vez hace que mi mente se crea que tendré que afrontarlo todo al mismo tiempo.
Me intento concentrar para ir en orden, pero no ayuda que la de hoy sea que Lydia me descubre. ¿Me descubre en qué? ¿Qué he hecho yo ahora?
Cuando salgo del trabajo, paso por la cafetería donde suele estar Estrella los martes. Fue el martes pasado cuando desapareció.
Espero encontrarme con una mesa vacía u ocupada por otra persona cuando me asomo, mirando hacia el lugar en el que se sienta siempre. Lo que me encuentro en su lugar es a la propia Estrella sentada, como casi cada martes.
Por impulso, entro corriendo al local y la abrazo.
—Izan... Te dije que no te preocupases por mí.
—¿Qué dices? Primero desapareces, y el calendario de mayo no te menciona en ningún momento. Pensaba que no volverías... ¿Qué ha pasado?
—Es muy largo de explicar... Digamos que una persona me necesitaba. No quiero hablar de eso ahora, pero muchas gracias por preocuparte, de verdad —nos sentamos—. Entonces... ¿Ya tienes el calendario de mayo? ¿Lo traes contigo?
Entiendo que no me querrá contar nada más por ahora, así que no insisto. Pese al abrazo que nos hemos dado, tampoco tenemos tanta confianza como para que indague en su vida personal.
—Sí, aquí lo tengo. Necesitaba examinarlo con calma.
Saco el calendario, me siento al lado de Estrella y lo extiendo sobre la mesa para que podamos comentarlo juntos.
—Oye, Izan, antes de empezar... Quería darte las gracias por todo.
—¿Por qué?
—¡Por todo! Por preocuparte de esta manera, por invitarme a tu casa el otro día, por contarme con confianza todo lo del calendario... No creo que te lo haya agradecido como es debido. Muchas gracias. Sé que estás pasando por mucho, y aun así...
—No es nada. Confío en ti, y creo que también me puedes ayudar.
A mi espalda, noto que alguien está de pie detrás de mí. Pienso que es alguien que me quiere tomar nota, y pienso en qué voy a beber. Pero, justo antes de darme la vuelta, la imagen de la predicción de hoy se ve nítida en mi cabeza. Y al mirar a los ojos a esa persona...
—Lydia...
—Me gustaría decir "sorpresa", pero ya sabías que te descubriría. No te hagas el tonto —me dice, con un tono tan serio que me hace daño.
—Lydia, escucha —dice Estrella, levantándose y acercándose a ella.
—Contigo no hablo, gracias.
Estrella se vuelve a sentar y agacha la cabeza.
—Oye, Lydia, en realidad no has descubierto nada nuevo, ¿no? Tú sabías que desapareció, y tú sabías que yo le conté lo del calendario. No ha pasado nada nuevo. ¿Qué te pasa?
—La abrazas, comentas con ella el calendario entero de la misma forma que conmigo... Pero, lo más importante es que, cuando me he acercado a escucharos, lo primero que oigo es que la invitaste a tu casa. ¿Por qué estuvo Estrella en tu casa? ¡Eso no me lo habías contado!
Miro alrededor y veo que varios clientes del local nos están mirando. Me entra vértigo, así que le hago una señal a Lydia para que nos vayamos. Al principio, ella ignora mi petición, quieta, esperando otro tipo de respuesta. Ante mi insistencia, sin embargo, termina cediendo y continuamos la conversación fuera de la cafetería.
—Se me ocurrió invitarla para no perder de vista a los VDLS un domingo, ya que ese era el día en que tenía que encontrarme con ella, pero no me quería ir de mi casa.
—Ahora ya sabe dónde vives, y también sabe que le tienes toda esa confianza. Si quiere hacer algo y se puede aprovechar de ti por el camino, ¡ya tiene todas las herramientas para hacerlo!
—Lo siento, Lydia, pero no puedo estar de acuerdo contigo. Ya te pedimos que no mezcles tu historia con Estrella, con mi historia con ella. Son dos mundos distintos.
—¿Me lo pedisteis? Fue Estrella la que me lo pidió, el día de la discusión en el mercado. Tú estabas callado. Pero ahora, en teoría, me lo pedisteis. Siempre estuviste de su parte, ¿verdad?
—No de su parte... Pero tampoco podía estar de acuerdo contigo. Yo no sé cuánto ha cambiado, pero sé cómo me trata y lo que me puede ayudar con esto, así que si no te importa...
—Vale, vale, lo he pillado. Que sea ella tu confidente. Yo no quiero saber nada.
—Lydia, no lo dices pensando con claridad...
—Mira, Izan, da igual. He visto que tienes mucha más confianza por ella de lo que me pensaba, y no me ha gustado. Me da miedo. Así que, si no te importa, me voy a ir, y ya hablaremos otro día.
Por impulso, sujeto a Lydia por un lado de la camiseta, con muy poca fuerza y con la cabeza agachada.
—Por favor... —digo, con la voz quebrada. Ella solo está quieta, esperando a que hable un poco más—. Por favor... Necesito todo el apoyo posible. Necesito ayuda con todo esto...
No me atrevo a levantar la cabeza y cruzarme con su mirada. Pero, por lo menos, sé que está quieta. No me contesta, pero tampoco se va.
Al final, logro mirar a sus ojos. Ella sigue seria, pero puedo adivinar que está enfrentando sus ganas de mandarme a la mierda, con sus ganas de compadecerse de mí.
—Hablamos en otro momento, ¿vale? —me dice, soltándose de mi mano y preparándose para irse.
—¿Quedamos el jueves? Podríamos ver la final del reality juntos. El calendario dice que será épica...
Me mira con cierta ternura.
—Luego te digo algo. Adiós.
Lydia se va, y yo me quedo de pie viendo cómo se aleja.
Cuando la pierdo de vista, me giro hacia donde estaba Estrella, pero ya no está. Ha vuelto a desaparecer.
Me quedo solo y me voy a mi casa. No me ocurre nada más destacado en todo el día, salvo la sensación de haber empezado el mes de mayo de la peor forma.
Todavía quedan otros veintinueve días... Y en junio seguramente vendrá otro, y en julio otro, agosto, septiembre... ¿Cuándo parará esto?
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El Twitter de Izan durante el día de hoy: https://twitter.com/IzanSecreto/status/1653360651404816384
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