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La semana transcurrió pero no sin incidentes. Me sumergí en God's Menu y seguía las enseñanzas de Félix al pie de la letra. Esto, por supuesto, lo deleitaba y hacia todo lo posible para decirles a los demás lo buena estudiante que era.

Descubrí que era la más joven de el equipo después de JeongIn. Los demás se entusiasmaron conmigo de inmediato y no era tan sorprendente. No era amenazante, no era una policía encubierta en lo que a ellos respectaba (demasiado joven) y era buena para seguir instrucciones. Por extraño que pareciera, eso último no era algo que tuviera que fingir, simplemente surgía naturalmente de mis días como modelo cuando era niña. Esos días estuvieron llenos de tomar dirección y lo hacía muy bien.

A medida que trabajaba y aprendía las reglas de God's Menu lo más rápido que podia, comence a archivar notas mentales sobre los demás. Cosas que no estaban en los archivos originales.  Como la relación un poco hostil de Seungmin con Minho. Mantenia notas sobre la apariencia de BangChan en particular y no solía estar en el restaurante.

A diferencia de los demás, no tenía un papel fijo. El era el que supervisaba no solo la sucursal de Busan, sino también las otras sucursales, por lo que no era extraño que desaparecieran por un tiempo, pero Changbin y Jisung tendian a entrar y desaparecer detrás de las grandes puertas de acero que conducian al congelador.

Eso era lo que llamaba mi atención.  Por la mañana, cuando se abría el God's Menu, el personal de la cocina había establecido roles y el mío estaba escrito en piedra. Debia lavar la cocina, limpiar los bancos, barrer el piso y preparar el área de trabajo. El trabajo de Felix era recolectar las verduras y Seungmin era quien sacaba la carne del congelador.

Félix no entraba allí y yo definitivamente no tenía permitido entrar allí. Naturalmente, que me dijeran que estaba prohibido despertaba inmediatamente mi interés.

—Esa puerta -explico Félix, señalando las enormes y pesadas puertas de acero que bloquean la cocina desde la cámara frigorífica- Es increíblemente pesada. Es muy fácil quedar encerrado allí y lo último que quiero es una Tn congelada.

Levanté una ceja hacia él y Félix se inclinó hacia adelante para tomar mi mano.

—Mira, te mostraré.

Seguí a Félix por la cocina hasta las puertas y Félix me ubica frente a la puerta. Pude sentir el frío que emanaba de ahí y lo primero que noté es que estas puertas estaban destinadas a abrirse, pero no tenían perillas.

Félix se apoyó contra la pared y se cruzó de brazos, con una sonrisa casi arrogante en su rostro pecoso.

—Sigue -dijo- Intenta abrir la puerta.

Fijé mis ojos hacia las puertas y coloque mis manos sobre el acero. Yo no era un camarón. No era débil bajo ningún estándar, pero cuando empuje, la puerta ni siquiera se movió. Me apoyé contra ella, la empujé con el peso de mi cuerpo y lo máximo que hizo la puerta fué moverse una pulgada antes de volver a deslizarse en su lugar.

Cuanto más lo intentaba, más grande se volvia la sonrisa de Félix.

—¿Ves? -se burlo- Es por eso que el trabajo de Seungmin es conseguir la carne. Es el único de nosotros tres que puede abrir la maldita puerta.

—¿Por qué consiguieron una puerta tan pesada? -no pude evitar preguntar- ¿Qué pasa si Seungmin se enferma, entonces quién abre la puerta?

Félix solo parecía divertido.  Naturalmente, al buscar cosas sospechosas, el congelador es lo más obvio. Desde el punto de vista comercial, no tenia absolutamente ningún sentido tener un congelador con una puerta tan grande.

—Tn -dijo finalmente y señalo la cerradura justo en la parte superior de la puerta- Bebé, está cerrado.

Miré hacia arriba y se me cayó el estómago cuando me di cuenta de que la cerradura mantenia la puerta cerrada. 

—No me extraña que nunca se abriera. 

Levanté la mano para abrirla y cuando empujé, la puerta cedio mucho más fácilmente. Félix estaba ocupado riéndose cuando abrí la puerta y miré dentro.

El frío me golpeó primero. Cuando asome la cabeza, las luces se encendieron y la habitación se tiño de un azul suave. Pude ver ganchos de carne, pude ver estantes de carne empacada ordenadamente apilados uno encima del otro, envueltos en plástico con etiquetas en los estantes.

Félix también asomo la cabeza y miro a su alrededor.

—¿Quieres hacer el congelador en su lugar? -el ofrecio- Ya que tienes tanta curiosidad al respecto. Seungmin puede limpiar, ustedes dos pueden cambiar.

Asentí

—Bien entonces.

𝐆𝐨𝐝'𝐬 𝐌𝐞𝐧𝐮 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora