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A Honey le gusta Félix.

Ella sigue corriendo alrededor de sus piernas y moviendo la cola cada vez que él se inclina para acariciarla. En algún lugar de la sala de estar, el pequeño estéreo portátil de Hyunjin está conectado a mi teléfono, suena música mientras Félix echa una taza de harina en la mezcla.

Lo observo y me cruzo de brazos. 

-Pensé que acabamos de salir del trabajo

-No se puede comparar el subidón terapéutico de hornear con la rutina diaria de picar y freír grasa humana -responde Félix con la nariz arrugada- Cuando estoy estresado, horneo

Miro por encima de su cuerpo y niego con la cabeza. 

-¿Cómo no estás gordo?

Ante eso, Félix solo puede reírse mientras continúa mezclando los ingredientes. Con su mano libre, configura el horno para hornear y tararea la música mientras su mano bate todo hasta que tenga la consistencia adecuada.

Lo observo trabajar pero mi mente está en otra parte. Lo que escuché, lo que vi esta noche todavía permanece en mi mente y sé que no conozco muy bien a Minho y Chan, pero tengo la sensación de que incluso los demás se habrían sorprendido. Especialmente porque Minho parecía increíblemente molesto. Por la forma en que había llorado, sonaba como si lo estuvieran destrozando. Tan crudo que lo sentí en mis huesos, era devastación en su punto más alto.

Entonces, ¿qué diablos había hecho o dicho Chan para que Minho llorara así? ¿Qué hizo Minho?

Félix vierte la mezcla en la bandeja y suspira aliviado cuando la ve esparcida sobre el papel blanco. 

-Mira eso -sonríe- Si tuviera algo de hierba, haría brownies de hachís.

Me río y observo cómo Félix coloca la bandeja en el horno y finalmente pone el cronómetro.

-¿Fe?

-¿Mm?

-¿Cuál es la relación entre Chan y Minho?

Félix hace una pausa mientras coloca los platos usados ​​en el fregadero. Toma el tazón y limpia un poco de masa residual en su dedo antes de lamerlo.

-Ninguno que yo sepa -se encoge de hombros- Son amigos por lo menos.  ¿Por qué?

Ni siquiera estoy segura de si debería contarle a Félix sobre la pelea. Ni siquiera estoy segura de lo que escuché y no puedo imaginar de qué se trataba.  Además, Felix se quedó callado con ellos de repente mezclado con el estrés de Chan por su próxima boda, no quiero meter la nariz y causar problemas donde no debería haberlos.

Todavía no de todos modos, tal vez lo que sea que pasó entre Chan y Minho pasará y Félix nunca tendrá que preocuparse.

-Nada -niego con la cabeza y me giro hacia Félix- Entonces, ¿de qué querías hablar conmigo?

Si Félix tenía curiosidad antes, ahora se borra y se reemplaza con la misma ansiedad silenciosa que se había estado gestando sutilmente desde que regresamos de Hawái hace una semana. Se inclina, levanta a Honey y se dirige a la sala de estar. Lo sigo y me acomodo en el sofá cuando Félix se sienta y coloca a Honey en su regazo.

De repente, siento el mismo tipo de inquietud que sentí cuando escuché a Minho y Chan discutiendo y me pregunto qué está pasando. ¿Todo el mundo está sufriendo problemas de repente? Félix nunca se calla así, ¿qué pasó?

-¿Necesitas un trago? -ofrezco- Creo que Hyunjin todavía tiene algo de whisky

Félix hace una mueca y niega con la cabeza.

-El whisky es una cosa repugnante -se estremece- Cómo lo bebe Hyunjin, nunca lo sabré.

Me encojo de hombros. Había tomado una copa con Hyunjin hace unos días y el sabor había sido fuerte pero no particularmente desagradable para mí. Aún así, un vaso era donde tenía que detenerme, mientras que Hyunjin podía beber como un pez.

-¿Así que qué hay de malo? -incito, tratando de mantener mi tono suave en caso de que Félix empiece a llorar como lo hizo Minho- ¿Estás bien?

-Sí, sí, estoy bien -me asegura Félix, pero sigue sin mirarme a los ojos. Su mano está acariciando a Honey, que se contenta con sentarse en su regazo, mover la cola y jadear mientras inclina la cabeza hacia atrás para mirarla con ojos devotos- Yo solo…

Espero pacientemente, la música es un ruido distante de fondo mientras observo la vacilación en los ojos de Félix.

-Sabes cómo... Te mentí cuando hablamos en aquel restaurante...

-¿Me mentiste en que parte? -pregunto cuando Félix no continúa- Quiero decir… ¿en que HyunJin en un psicópata y no me conviene?

-Oh, no es eso -asiente Félix- Ese no es el problema. Tú um... ya sabes... Estoy sintiendo cosas por tí... Y creo que nunca he dejado de sentirlas, puedo mentirte a tí pero no puedo mentirle a mi corazón y seguir negando lo que siento -Levanto una ceja y puedo ver un hermoso rubor extendiéndose por las mejillas de Félix mientras lucha por continuar- pensé que si te decía aquella noche que sentí cosas en el pasado pero ya no más todo estaría bien...ya sabes... Pero de repente estos sentimientos se hicieron más grandes -confiesa Félix, su mano todavía acariciando a Honey como si ella estuviera evitando que tuviera un colapso mental total- Y yo... No te estoy pidiendo que aceptes mis sentimientos, sé que estas con HyunJin y todo eso, pero siento que voy a ser más feliz si te lo digo, dejar de cargar con este peso en mi espalda.

Asiento lentamente, haciendo todo lo posible por ser alentadora mientras Félix desarrolla lentamente su historia.

-Tampoco es necesario que le digas a HyunJin lo que te dije... Ya que no quiero volver a discutir por lo mismo...

-¿Tú le dijiste?

-En un pasado, sí,la vez que peleamos en la cocina. Le dije que si te quería de verdad estaba bien, podría dejar mis sentimientos guardados, pero que si alguna vez llegaba a hacerte daño yo no iba a dudar ni un segundo en correr hacia tí

Contengo un suspiro de sufrimiento.  De repente me arrepiento de haber preguntado, pero todavía quiero saber.

-¿Entonces?

Félix se muerde el labio. Se toma su tiempo para responder, pero cuando lo hace, su voz es tranquila. 

-Nosotros... ya sabes.. HyunJin te quiere, y no quiero entrómeterme en su relación, pero te voy a decir lo mismo que le dije a el ... no voy a dejar que el te lastime.

Miro fijamente. No creo que la cara de Félix pueda ponerse más roja, pero lo hace. Comienza a temblar un poco y su voz es muy baja cuando responde.

-Félix... Yo no sé qué decir... Agradezco que seas sincero y agradezco que intentes protegerme, pero estoy bien y creeme que nuestra amistad no se arruinará por eso.

Félix sonrie y asiente.

El temporizador suena y Félix regresa a la cocina para guardar sus brownies.  Dejadome en la sala de estar, me acurruco con Honey, mi preocupación por Chan y Minho relegada al fondo de mi mente por ahora.

𝐆𝐨𝐝'𝐬 𝐌𝐞𝐧𝐮 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora