•94•

153 10 0
                                    

-¡Feliz cumpleaños a Tn! -Félix aplaude mientras envuelve sus brazos alrededor de mí.

Apenas es la hora de apertura, Seungmin asiente con la cabeza desde donde todavía está sacando la carne del congelador y tan pronto como Felix me suelta, Minho me jala para darme otro abrazo.

Hyunjin solo parece divertido. 

-Deja que respire, sigue abrazándola así y no llegará a los veintiuno

-Solo porque eres sensible al tacto -Félix hace un puchero.

Minho se aleja y alisa mi cabello donde Félix lo había desordenado con toda su emoción. Da un paso atrás justo a tiempo para que Jisung entre desde la sala principal, se abra camino entre la pequeña multitud y me jale en un tercer abrazo.

Por encima del hombro de Jisung, le lanzo a Hyunjin una mirada suplicante que es completamente ignorada.

Estúpido.

Jisung se aleja y me sonríe.

-Feliz cumpleaños -dice mientras mete la mano en el bolsillo y saca un pequeño paquete cuadrado del tamaño de su palma, envuelto en papel rojo y rematado con un lazo negro- Te tengo algo.

Mis ojos se abren. 

-Han, no tenías que...

-Es solo algo pequeño -me asegura Jisung, colocando la caja en mis manos- Después de todo, no todos los días cumples veinte años, deberías tener algo para conmemorarlo

Sus palabras, aunque pronunciadas a la ligera, tienen un fuerte significado para nosoteoss que capto de inmediato. Dirijo una pequeña sonrisa a Jisung pero sé a qué se refiere. Con padres como los míos, es un milagro que haya llegado a los veinte.

-Gracias.

-Ábrelo cuando no esté en la habitación, me avergonzaré -sonríe Jisung antes de darse la vuelta para empujar a Minho y Hyunjin con él- Muy bien, vamos chicos, tenemos trabajo en el piso

Desaparecen por las puertas dobles y cuando se van, Félix salta hacia mí y observa cómo le quito el lazo y deshago el papel de regalo. Dentro hay una pequeña caja negra de terciopelo.

-¿Está tratando de proponerte matrimonio? -Félix se ríe.

Me encojo de hombros y abro la caja para encontrar un pequeño collar dentro. Es una pequeña moneda de plata en su extremo con la letra de mi inicial grabada en su centro. Grabado en el otro lado de la moneda hay un pequeño zorro con pequeñas joyas azules pegadas en sus ojos.

Saco el collar lentamente, probando el peso del pequeño eslabón de la cadena alrededor de mis dedos y observando cómo la luz se refleja en las gemas azules de los ojos.

-Es hermoso -respiro.

Félix sonríe y me ayuda a ponérmelo.  Lo mete debajo de mi camisa para guardarlo y me lleva a la estación de trabajo para comenzar el día.

-¿Qué vas a hacer esta noche para tu cumpleaños? -Félix pregunta- ¿Tienes algo planeado?

Con toda honestidad, había olvidado que incluso era mi cumpleaños.

-No, en realidad no -admito en voz baja mientras saco los cuchillos y los dejo a un lado- Me olvidé de que venía. De todos modos, nunca hago nada por mi cumpleaños

El rostro de Félix de repente se ve aplastado, muy triste antes de que se haga a un lado nuevamente y sonría.

-Bueno, en ese caso, ¿qué dirías si saliéramos esta noche? -sugiere Félix.

-¿Afuera? ¿A dónde?

-Sabes, la última vez que lo comprobé, todos somos jóvenes de poco más de veinte años y, sin embargo, todo lo que hacemos es trabajar y volver a casa como si fuéramos millennials de treinta y tantos años -señala Félix con una sonrisa descarada- Deberíamos estar haciendo lo que hacen los veinteañeros normales y salir a hacer algo estúpido como enloquecer y bailar con extraños

𝐆𝐨𝐝'𝐬 𝐌𝐞𝐧𝐮 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora