•20•

336 28 0
                                    

Es una oportunidad demasiado buena para dejarla pasar. Me encuentro preguntando antes de que realmente pueda darme tiempo para pensarlo.

—Nunca he conocido un restaurante que organice orgías. Si no te importa que pregunte, ¿cuál fue ese evento?

Para mi sorpresa, Chan es felizmente sincero al respecto. 

—Eso -dice con una brillante sonrisa- ¿Son los socios de mi padre los bastardos pecadores y libertinos que realmente son? Políticos rígidos de clase alta finalmente bajando de los cielos para jugar con los demonios por la noche.

Chan había dicho una palabra en inglés esa noche.  'Sacrificio'.  Todavía no sé qué significa eso en coreano, pero hago una nota mental para buscarlo más tarde.

—Yo... lo siento por los limpiadores -comenta en voz baja.

Chan solo se ríe. 

—No te preocupes, les pagan diez veces por un trabajo como ese. Asunto desagradable, pero alguien tiene que hacerlo. Además, noches como esa pagan muy bien, todos recibirán bonos la próxima semana por su trabajo.

Sonrió pero estoy intranquila.  ¿Realmente había sido una noche en la que los políticos se soltaron los grilletes para follar? Mi instinto me decía que no, pero no me había quedado lo suficiente como para ver el desastre y no tenía ninguna prueba, solo era una corazonada.

Cuando termina el almuerzo, me siento un poco mejor una vez que salgo del restaurante con Chan. Me siento menos distraída por lo fuera de lugar que me veo en un lugar como este y más distraída por Chan. ¿El otro realmente me había llevado a almorzar para hablar sobre mis viejas cicatrices?

Regresamos al auto y no quiero preguntarle a Chan si ya me voy a casa. El otro tampoco dice nada. No hasta que estamos en el camino abierto y Chan comienza a tararear por lo bajo.

—Tengo algo de lo que debo ocuparme -me anuncia con una pequeña sonrisa- Ven conmigo. Te dejaré en casa después.

Asiento, no veo muchas opciones en el asunto. Chan nos lleva de vuelta al centro de la ciudad y, mientras las colinas ondulantes se transforman en edificios altos, Chan dirige la conversación hacia una dirección que no había visto venir.

—Entonces, Hyunjin parece haberse interesado en ti.

Casi me ahogo, tengo que volver la vista hacia la ventana mientras trato de ocultar la sorpresa en mi rostro.

—¿El? -pregunto, mo voz sorprendentemente firme- No me había dado cuenta, todos han sido amables.

—Todos son amables -se ríe Chan- Félix, por ejemplo, es amable con todos y como está contigo en la cocina, será con quien más trates. Él y Seungmin. Pero es sorprendente que Hyunjin se interese por alguien, no es de ese tipo.

No hasta que Hyunjin me arrancó la tapadera y me dejó lo suficientemente vulnerable como para convertirme en su cachorra o lo que sea que tenga que ser. Todavía me siento amargada por lo mucho que mi padre me había jodido. Todavía no me siento como un descuido.

Aun así, miro a Chan y finjo sorpresa. Dado lo que ya sé sobre ese bastardo psicótico, el hecho de que no sea conocido por interesarse por nadie no es sorprendente. Pero yo, la dulce novata que no he estado trabajando en Gods' Menu tanto tiempo, no se supone que sepa eso.

—¿De verdad?

—Es inusual para Hyunjin. Es del tipo que se mantiene solo, no se molesta en hablar con nadie a menos que sea necesario. La mayoría de nosotros hemos aceptado que es algo que él hace, pero parece que hace todo lo posible por ti.

𝐆𝐨𝐝'𝐬 𝐌𝐞𝐧𝐮 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora