~Daisy~

Parque

Daniel: Oye, Iván, ¿han avanzado en algo con la cura? Ya pasaron 5 semanas y 3 días desde que todo ocurrió, y aunque nadie parece sospechar de mi 'desaparición' como Daisy, tarde o temprano se van a dar cuenta de que no estoy.

Iván: Daniel, entiendo tu preocupación, pero hasta ahora no hemos encontrado ninguna pista sobre la cura. Hemos estado investigando sin descanso, pero la transformación es algo completamente inusual y no tenemos información previa que nos ayude a encontrar una respuesta.

Daniel: Lo sé, Iván, pero siento que cada día se hace más difícil ocultar esto. No puedo evitar pensar en cómo reaccionará mi familia y mis otros amigos cuando se den cuenta de que ya no soy Daisy.

Zara: Lo primero que debemos hacer es mantener la calma. Aunque no hemos encontrado la cura aún, eso no significa que no la encontraremos en el futuro. Tenemos que confiar en que nuestra búsqueda nos llevará a la respuesta que estamos buscando.

Iván: Estoy de acuerdo, Zara. Y mientras tanto, debemos ser cautelosos y asegurarnos de que nadie más descubra lo que ha sucedido. Daisy era una chica, pero ahora es Daniel, y eso es algo que puede levantar sospechas. Tenemos que ser astutos para mantener nuestra situación en secreto.

Daniel: Supongo que tienes razón. No puedo arriesgarme a que todos se enteren y que esto se vuelva una locura aún más grande. Pero me preocupa cómo puedo seguir adelante con mi vida normal mientras estoy atrapado en este cuerpo de chico.

Zara: Daniel, eres fuerte y capaz. Sabemos que esta situación no es fácil, pero no estás solo. Estamos aquí para apoyarte en todo momento. Además, tus poderes son únicos y podrían ser de gran ayuda en el futuro, incluso en la búsqueda de la cura.

Daniel: Tienes razón, Zara. Necesito mantener la esperanza y no dejar que esta transformación me defina. Quizás pueda usar mis poderes para investigar más a fondo, para buscar pistas que nos lleven a la cura.

Iván: ¡Exacto! Eres un chico con habilidades especiales y juntos encontraremos una solución. No te preocupes por el tiempo que ha pasado, a veces las respuestas toman más tiempo de lo esperado. Lo importante es no rendirnos y continuar luchando.

Daniel: Gracias, chicos. Me siento mejor sabiendo que tengo su apoyo. Prometo seguir entrenando y utilizando mis poderes para ayudar en cualquier forma que pueda. Juntos, encontraremos la cura y volveré a ser Daisy.

Zara: Así se habla, Daniel. No dejaremos que esta situación nos derrote. Juntos somos invencibles.

Daniel: Bueno, ya me tengo que ir. Nos vemos más tarde cuando regrese.

Daniel se dirigió al parque, donde había quedado de encontrarse con Jacqueline para pasar el rato. Al llegar, notó que ella aún no había llegado, así que decidió sentarse en una banca mientras esperaba. Mientras disfrutaba de la tranquilidad del lugar, su mente volvió a aquel día del asalto, el momento en que descubrió su poder de levitación. Desde entonces, con dedicación y esfuerzo, había logrado desbloquear también la habilidad de volar y teletransportarse. Sumido en sus pensamientos y disfrutando de la suave brisa, el tiempo pasó sin que se diera cuenta. Finalmente, Jacqueline apareció con su característica sonrisa radiante, iluminando el parque con su presencia.

Jacqueline: ¡Hola Daniel! Llego un poco tarde, ¿verdad?

Daniel: Hola Jacqueline, no te preocupes, apenas llegué. Estaba disfrutando del clima. ¿Cómo has estado?

Jacqueline: Bien, gracias. ¿Y tú? ¿Cómo ha sido tu semana?

Daniel: Ha sido un poco complicada, pero estoy tratando de mantener la calma.

Jacqueline: Oh,¿Por qué?, ¿Qué pasa?,¿Te puedo ayudar en algo?

Daniel: No te preocupes, Jacqueline. Solo son algunas cosas personales que tengo que resolver. Pero estoy feliz de verte, eso me anima.

Jacqueline: Me alegra escuchar eso. Si necesitas hablar sobre algo, siempre estoy aquí para ti.

Daniel: Gracias, realmente lo aprecio. Bueno, ¿qué tenemos planeado para hoy?

Jacqueline: Pensé que podríamos dar un paseo por el parque y luego ir a tomar algo en el café de la esquina. ¿Qué te parece?

Daniel: Suena genial, ¡me encantaría!

Mientras caminaban juntos por el parque, Daniel no podía evitar sentirse afortunado de tener a Jacqueline a su lado. Su conversación fluía naturalmente, y se sentía genuinamente feliz. Además, su presencia era reconfortante y tranquilizadora.

Jacqueline: Oye, Daniel, he estado practicando mi fotografía últimamente. ¿Te gustaría que te tome algunas fotos?

Daniel: Claro, me encantaría ver cómo capturas esos momentos en una imagen.

Jacqueline sacó su cámara y comenzó a tomar fotografías de Daniel mientras disfrutaban del paisaje del parque. Ella parecía estar en su elemento, y su pasión por la fotografía era evidente en su entusiasmo.

Jacqueline: Creo que esta foto te quedará bien. Te ves muy relajado y feliz aquí.

Daniel: Gracias, Jacqueline. Eres muy talentosa. Me encanta cómo puedes capturar la belleza de las cosas.

Después de un rato, decidieron dirigirse al café y continuar sus conversaciones mientras disfrutaban de un café y algunos postres.

Daniel: ¿Sabes qué me gusta de ti, Jacqueline?

Jacqueline: ¿Qué es?

Daniel: Tu alegría y tu positividad. Siempre logras sacar una sonrisa de mí, incluso cuando las cosas no van tan bien. Eso es algo especial.

Jacqueline sonrió tímidamente y bajó la mirada.

Jacqueline: Bueno, creo que tú también tienes ese efecto en mí. Me encanta tu espontaneidad y tu forma de ver el mundo. Siempre encuentras una manera de sorprenderme.

La tarde pasó volando mientras disfrutaban de su compañía, riendo y compartiendo historias. Daniel se dio cuenta de lo importante que era tener amigos como Jacqueline a su lado, que lo aceptaban y apoyaban incondicionalmente.

Daniel: Jacqueline, gracias por estar aquí para mí. Tu amistad significa mucho para mí.

Jacqueline: No hay de qué, Daniel. Estaré aquí siempre que me necesites. Eso es lo que hacen los amigos, ¿verdad?

Daniel: Sí, así es. Y estoy muy agradecido de tenerte como amiga.

La tarde continuó con risas y charlas animadas. Daniel sabía que, sin importar qué desafíos enfrentara en el futuro, Jacqueline y el resto de sus amigos estarían allí para acompañarlo en su camino. Y con ese pensamiento reconfortante, Daniel sintió que su vida estaba llena de posibilidades y promesas emocionantes.

Capitulo 31