Al día siguiente, Daisy fue a la escuela. Cuando llegó la hora del recreo, decidió transformarse en Daniel, su alter ego masculino. Con una sonrisa, se dirigió hacia donde estaba Jacqueline, sentada sola.
Daniel: Hola, Jacqueline. ¿Puedo sentarme contigo?
Jacqueline: ¡Claro, Daniel! Me alegra verte por aquí. ¿Cómo has estado?
Daniel: He estado bien, gracias. Aunque escuché que estuviste un poco triste ayer. ¿Qué sucedió?
Jacqueline bajó un poco la mirada, con una sonrisa melancólica.
Jacqueline: Es que te extrañé mucho, Daniel. No ha sido lo mismo sin ti.
Daniel: Yo también te extrañé, Jacqueline. Pero estoy aquí ahora, y no pienso irme.
Jacqueline: Eso me alegra mucho. Por cierto, ¿has seguido practicando con tus poderes?
Daniel: Sí, he mejorado bastante. Cada día me siento más fuerte.
Jacqueline: Sabía que serías increíble. Pero, incluso sin poderes, siempre has sido especial para mí.
Daniel: Gracias, Jacqueline. Tú también eres muy talentosa. Me encanta cómo expresas el mundo a través de tu arte.
Jacqueline: ¡Oh, gracias! Eso significa mucho para mí.
Mientras los dos compartían un momento agradable, un chico llamado Sergio se acercó con una expresión altanera. Sin previo aviso, comenzó a molestar a Jacqueline.
Sergio: ¿Así que aquí estás, Jacqueline, con el “ex estudiante”? Pensé que eras más lista que eso.
Daniel frunció el ceño, su paciencia disminuyendo. Se levantó rápidamente para enfrentar a Sergio.
Daniel: Oye, Sergio, deja de molestar a Jacqueline. No tienes derecho a tratarla así.
Sergio soltó una carcajada burlona, claramente disfrutando de la confrontación.
Sergio: ¿En serio? ¿Qué vas a hacer, niñito? No tienes idea de con quién te estás metiendo.
Daniel: No me importa quién seas ni lo que creas que puedes hacer. No voy a permitir que sigas molestando a Jacqueline. Así que te sugiero que te vayas antes de que te arrepientas.
El aire se tensó, y los estudiantes que estaban cerca comenzaron a agruparse alrededor, emocionados ante la posibilidad de una pelea.
Jacqueline: ¡Daniel, no hagas esto por mí! No quiero que te metas en problemas.
Daniel: No puedo quedarme de brazos cruzados mientras alguien te falta al respeto, Jacqueline. Nadie te va a tratar así mientras yo esté aquí.
Sergio, aún con su actitud desafiante, dio un paso hacia Daniel.
Sergio: Te arrepentirás de haberme desafiado.
Con un movimiento rápido, Sergio intentó golpear a Daniel, pero él ya estaba preparado. Usando sus habilidades, Daniel esquivó con facilidad y luego adoptó una posición defensiva.
Daniel: Vas a tener que hacerlo mejor que eso.
Sorprendido por la agilidad de Daniel, Sergio se lanzó con más fuerza, pero esta vez Daniel utilizó su habilidad para ralentizar el tiempo, moviéndose con una precisión que dejó a Sergio desconcertado. Antes de que Sergio pudiera reaccionar, Daniel le dio un golpe certero que lo derribó al suelo.
Daniel: Te lo advertí.
Sergio, humillado y furioso, se levantó lentamente, frotándose el rostro con dolor, pero al ver que no tenía oportunidad, decidió retirarse, murmullando amenazas bajo su aliento.
El grupo de estudiantes alrededor estalló en aplausos, admirando la valentía de Daniel. Entre ellos, Zara, Iván y los demás amigos de Daniel habían llegado justo a tiempo para presenciar el desenlace.
Zara: ¡Daniel, eso fue increíble!
Iván: Sabía que podías manejarlo.
Martha: Me alegra que estés bien, Daniel. No me gusta verte pelear, pero era necesario.
Oliver sonrió, orgulloso.
Oliver: ¡Buen trabajo, amigo!
Mientras los estudiantes comenzaban a dispersarse, Jacqueline se acercó a Daniel, visiblemente emocionada y agradecida.
Jacqueline: Daniel, lo hiciste. No sé cómo agradecerte.
Daniel: No tienes que agradecerme nada. No iba a dejar que te molestara. Siempre estaré aquí para ti.
En ese momento, el timbre sonó, marcando el final del recreo. Jacqueline tomó suavemente la mano de Daniel.
Jacqueline: Gracias por protegerme. Siempre podré contar contigo, ¿verdad?
Daniel: Siempre, Jacqueline.
Mientras regresaban a clase, la historia de la pelea comenzó a propagarse por toda la escuela, pero Daniel no se dejó llevar por el alboroto. Sabía que proteger a quienes le importaban era lo único que realmente importaba. Y mientras caminaba al lado de Jacqueline, con una sonrisa tranquila, se prometió seguir entrenando sus poderes para estar siempre listo cuando lo necesitaran.
Capitulo 46
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~Daisy~
Ngẫu nhiênEra una chica común y corriente, hasta que unos recuerdos vienen hacia ella, y descrube quien es ella en realidad. Es mi primera historia que hago espero que les guste, lo siento por la mala ortografía o la narración. Ésto es la ante secuela de Las...