Daisy se preparó para enfrentar a Dark con toda la determinación que había cultivado durante semanas de entrenamiento. Sabía que no podía permitirse fallar, que la ciudad y sus habitantes dependían de ella para detener a esa poderosa amenaza. A su lado, Iván hacía los últimos ajustes a la máquina que supuestamente potenciaría sus habilidades al máximo. Zara, con una expresión de preocupación en su rostro, le ofreció un último vistazo de ánimo.
Cuando Iván finalmente le indicó que todo estaba listo, Daisy se adentró en la máquina, sintiendo una energía abrumadora recorriendo su cuerpo. Su mente se concentró en la batalla que estaba a punto de librar, su voluntad endureciéndose a medida que sus poderes se intensificaban. Todo parecía alinearse para el enfrentamiento decisivo.
Pero de repente, todo cambió. Daisy se encontró en una ciudad en ruinas, un escenario apocalíptico que la rodeaba. Dark estaba allí, en el centro de la destrucción, con una risa siniestra y su poder oscuro manifestándose en sombras que retorcían la realidad a su alrededor.
Decidida a detenerla, Daisy se teletransportó frente a Dark, dispuesta a dar inicio a la batalla. Sus ataques eran rápidos, precisos, y su poder de manipulación del tiempo parecía darle ventaja sobre Dark. Cada golpe resonaba como una prueba de su resistencia, y cada vez que Dark intentaba transformarse, Daisy revertía sus cambios, debilitándola.
Sin embargo, justo cuando Daisy parecía tener la ventaja, algo inesperado ocurrió. Después de recibir un fuerte golpe, Daisy fue lanzada hasta el bosque, impactando contra el suelo con fuerza. Mientras se incorporaba, Dark apareció detrás de ella.
Dark, con una sonrisa burlona: Daisy, Daisy... No sé si lo has notado, pero todo esto... no es real.
Daisy se detuvo, desconcertada.
Daisy, con una mezcla de incredulidad y furia: ¿Qué estás diciendo?
Dark dio unos pasos hacia adelante, con sus ojos rojos brillando de manera maliciosa.
Dark: Todo lo que has visto, todo lo que has sentido... es una ilusión. Esta batalla, esta ciudad destruida... solo existe en tu mente. El invento de Iván no funcionó, Daisy. Estás inconsciente, atrapada en tu propio subconsciente mientras intentas derrotarme. Pero en realidad, jamás hemos salido de la máquina.
Daisy sintió cómo un escalofrío recorría su cuerpo. De repente, la realidad se desmoronó a su alrededor, como si las piezas de un sueño se desvanecieran. La ciudad destruida, los edificios en ruinas, el cielo oscuro... todo desapareció, dejando a Daisy sola en un vacío, enfrentada a la presencia imponente de Dark.
Dark, con frialdad y calculadora: Así que, Daisy. ¿De verdad pensaste que podías vencerme tan fácilmente? Soy inmortal, más fuerte y más astuta que tú. Pero lo que realmente me divierte es verte luchar contra ti misma. Sabes que no puedes eliminarme, y aunque creas que puedes controlarme con algún tipo de "trato", siempre estaré aquí, dentro de ti, esperando el momento perfecto para tomar el control.
Daisy, aunque sacudida por la revelación, no dejó que el miedo la dominara. Se enderezó y miró a Dark con la misma determinación que había tenido al principio.
Daisy: Puede que esté atrapada aquí por ahora, pero eso no significa que te dejaré hacer lo que quieras. Haré lo que sea necesario para proteger a los inocentes. Y aunque ahora tengas la ventaja, encontraré la forma de liberarme de ti.
Dark soltó una risa suave, burlona.
Dark: ¿De verdad? ¿Vas a liberar a una parte de ti misma? Porque eso soy, Daisy. No soy solo una entidad externa. Soy lo que temes, lo que reprimes. Soy la oscuridad que resides dentro de ti. Y no puedes simplemente "liberarte" de mí. Pero...
Dark hizo una pausa, inclinando la cabeza con una sonrisa de suficiencia.
Dark: Estoy dispuesta a escuchar tu trato.
Daisy mantuvo su mirada firme.
Daisy: Tú solo podrás tomar el control de mi cuerpo de manera esporádica, y solo atacarás a aquellos que realmente lo merecen. No a personas inocentes, solo a los malvados. Eso es lo que ofrezco.
Dark entrecerró los ojos, evaluando la propuesta.
Dark: Un trato interesante... aunque un tanto limitado para mis gustos. La carne de los malvados no sabe tan bien como la de los justos, pero... puedo conformarme, por ahora.
Dark se acercó a Daisy, sus ojos ardiendo con una amenaza implícita.
Dark: Pero no olvides, Daisy, que este es solo un respiro temporal. Un día, cuando menos lo esperes, volveré y tomaré lo que me corresponde. Porque no importa cuántas veces lo intentes, no puedes deshacerte de mí. No puedes borrar lo que eres.
Con esas últimas palabras, la oscuridad que rodeaba a Daisy comenzó a disiparse lentamente. Ella sintió cómo el vacío se desmoronaba, y de repente, fue devuelta a la realidad. Los sonidos de la máquina de Iván zumbaban suavemente a su alrededor mientras Zara e Iván la observaban preocupados.
Iván, con el ceño fruncido: Daisy, ¿estás bien?
Daisy tomó una respiración profunda, sintiendo la fuerza de lo que acababa de suceder.
Daisy, con determinación: Sí. Estoy bien... por ahora.
Sabía que su lucha con Dark estaba lejos de terminar, pero también sabía que no estaba sola.
Capitulo 50
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~Daisy~
RandomEra una chica común y corriente, hasta que unos recuerdos vienen hacia ella, y descrube quien es ella en realidad. Es mi primera historia que hago espero que les guste, lo siento por la mala ortografía o la narración. Ésto es la ante secuela de Las...