El Príncipe Lowell observó cómo Daisy saboreaba la bebida, disfrutando de su sorpresa al descubrir su delicioso sabor. Esa pequeña victoria le dio un impulso de confianza. Sabía que debía continuar con su estrategia para que se sintiera más relajada y, con suerte, más abierta a compartir información.
Príncipe Lowell: Entonces, ¿te gusta? Esta bebida es solo el principio de lo que el reino tiene para ofrecer. La vida aquí puede ser... emocionante.
Daisy, manteniendo su actitud cautelosa, le lanzó una mirada.
Daisy: Solo porque está buena, no significa que confíe en ti.
Príncipe Lowell, sonriendo de manera astuta: Tienes que dejar de lado ese escepticismo. La vida es demasiado corta para vivir en la desconfianza. Vamos, hablemos de algo más divertido. ¿Qué es lo que realmente te gusta hacer, Daisy?
Mientras caminaban, Lowell la guió hacia un lugar menos concurrido del mercado, lleno de luces parpadeantes y música alegre. Un grupo de músicos tocaba una melodía animada, que parecía contagiar la energía del ambiente.
Daisy, sintiéndose algo más a gusto: Bueno, me gusta entrenar y perfeccionar mis habilidades. No hay nada como ser fuerte y capaz de defenderme.
Príncipe Lowell, con una sonrisa juguetona: Eso suena... intimidante. Pero, ¿no hay lugar en tu vida para un poco de diversión? La vida no solo se trata de pelear y ser fuerte. A veces, es bueno soltarse un poco.
Mientras hablaban, el príncipe hizo una señal a un vendedor cercano, quien rápidamente le sirvió otra bebida.
Príncipe Lowell: Esta es otra especialidad del reino. Ven, pruébala. ¡Prometo que te encantará!
Daisy, con el ceño fruncido: No sé, Lowell. Ya he probado una. Además, no quiero que me emborrache como si fuera un juego.
Príncipe Lowell, acercándose un poco más, susurrando: Pero si me dejas, podríamos divertirnos y conocernos mejor. ¿No tienes curiosidad por cómo es realmente el príncipe de este reino?
Daisy, consciente de sus intenciones, decidió mantener la guardia alta. Sin embargo, no podía negar que había algo intrigante en la oferta.
Daisy, manteniéndose firme: Estoy aquí para aprender más sobre el reino, no para jugar tus juegos.
El Príncipe Lowell se rió suavemente, consciente de que su plan necesitaba un enfoque más sutil.
Príncipe Lowell: Entiendo. Pero a veces, es importante dejar que la curiosidad nos lleve. ¿Qué hay de tus sueños? Siempre he querido saber cuál es tu verdadero objetivo.
Daisy pensó por un momento, reconociendo que hablar sobre sus aspiraciones podía ser una forma de mantener la conversación bajo su control.
Daisy: Mi objetivo es proteger a los que amo y asegurarme de que el reino sea un lugar seguro. La fortaleza no solo está en los poderes, sino en el propósito.
Príncipe Lowell, inclinándose ligeramente hacia ella: Eso es admirable. La mayoría de la gente solo se preocupa por el poder por sí mismo. Pero tú... tienes un corazón.
A medida que continuaban conversando, Lowell seguía insistiendo en que Daisy probara más bebidas. Sin embargo, ella resistía con determinación, tomando pequeños sorbos, disfrutando del sabor pero sin dejar que el alcohol la abrumara. Su mente analítica siempre estaba alerta, cada palabra de Lowell era evaluada y sopesada.
Príncipe Lowell: Bien, bien, si no quieres beber más, tal vez deberíamos hacer algo emocionante. ¿Qué te parece una competencia?
Daisy levantó una ceja, interesada pero aún cautelosa.

ESTÁS LEYENDO
~Daisy~
RandomEra una chica común y corriente, hasta que unos recuerdos vienen hacia ella, y descrube quien es ella en realidad. Es mi primera historia que hago espero que les guste, lo siento por la mala ortografía o la narración. Ésto es la ante secuela de Las...