El Día de San Valentín amaneció con una brisa suave y el aroma a amor flotando en el aire en el pequeño pueblo de Comala. Las calles adoquinadas se llenaron de parejas tomadas de la mano, mientras escaparates decorados con corazones anunciaban la festividad. Sin embargo, para Daisy y Jacqueline, este día era más que una celebración común: era un momento para honrar el profundo vínculo que compartían, una mezcla de amor y amistad que las unía.
Daisy se despertó temprano, sus ojos negros brillaban con entusiasmo. Habían hecho planes para pasar la noche juntas, pero ella tenía algo especial en mente. Quería sorprender a Jacqueline, así que decidió pasar por la floristería local para comprar las rosas rojas que tanto le gustaban.
Caminando por las calles, Daisy se cruzó con Jacqueline en una esquina. La sonrisa de Jacqueline iluminó su rostro, y sin dudarlo, la abrazó.
Daisy con una sonrisa: ¡Hola, cariño! ¿Qué te trae por aquí?
Jacqueline, con esa ternura que siempre la caracterizaba, la miró y respondió: Estoy planeando una sorpresa para ti. Pero tendrás que esperar hasta la noche.
Daisy sintió su corazón acelerarse con esas palabras. Le dio un suave beso en la mejilla.
Daisy: Tú también eres increíble. Yo también tengo algo especial para ti, pero, como dices, tendrás que esperar.
Ambas continuaron su camino hacia el parque, donde se encontraron con Zara, que, como siempre, estaba absorta en su teléfono, probablemente buscando nuevas ideas para una aventura.
Zara: ¡Feliz Día de San Valentín, chicas!
Zara, levantando su teléfono para capturar el momento con una foto.
Zara: ¿Qué planes tienen para hoy?
Daisy sonrió misteriosa, queriendo mantener la sorpresa.
Daisy: Es un secreto pero por ahora vamos a ensayar un poco con la banda y luego a disfrutar de la tarde.
Zara, siempre dispuesta a un buen plan, se emocionó.
Zara: ¡Perfecto! La banda necesita un poco de inspiración, así que será una gran idea.
Las tres caminaron juntas hacia el lugar de ensayo, donde ya estaban Oliver, Lisa y Martha afinando sus instrumentos. Martha, con su habilidad en el piano, comenzó a tocar una suave melodía mientras los rayos del sol se filtraban entre las hojas de los árboles.
Daisy tomó su guitarra eléctrica y se unió con unos acordes vibrantes. Lisa, siempre capturando momentos especiales, tomó algunas fotos mientras Dulce, sentada en un rincón, escribía letras inspiradoras para su próxima canción. Jacqueline, por su parte, ya comenzaba a planear movimientos de baile para las futuras presentaciones.
El tiempo voló entre música y risas. Al caer la tarde, con el sol poniéndose en el horizonte, Daisy finalmente llevó a Jacqueline a un rincón apartado del parque. Allí, una mesa decorada con velas y flores esperaba a la pareja. Había preparado una cena romántica, con los platillos favoritos de Jacqueline y postres de su cafetería preferida.
Jacqueline, emocionada y conmovida por la sorpresa, abrazó a Daisy con fuerza.
Jacqueline, susurrando: Eres increíble .
Compartieron la cena en la tranquilidad de la noche, con la brisa suave acariciando sus rostros. El ambiente era mágico, y ambas se sintieron más unidas que nunca.
Después de la cena, Jacqueline tomó la mano de Daisy y la llevó a otro rincón del parque, con una mezcla de nerviosismo y emoción.
Jacqueline, con voz temblorosa: Daisy, he estado pensando mucho en nosotras. Nuestra relación ha crecido tanto... y creo que tal vez podríamos dar un paso más.
Daisy, observando los ojos de Jacqueline, supo de inmediato a qué se refería. Aunque ella también estaba lista para ese siguiente paso, no quería que Jacqueline se sintiera presionada.
Daisy con ternura, acariciando la mejilla de su novia: Amor, solo lo haremos si tú te sientes lista. Nuestra relación es especial, y quiero que cada paso sea significativo para las dos.
Jacqueline sonrió aliviada ante la comprensión de Daisy.
Jacqueline: Eres la persona más comprensiva que conozco. Me encantaría dar ese paso contigo, pero tengo miedo... No quiero que las cosas cambien de manera negativa entre nosotras.
Daisy envolvió a Jacqueline en un cálido abrazo.
Daisy: Nunca pensaré menos de ti, Jacqueline. Este amor es sobre respeto y apoyo mutuo. Pase lo que pase, estaremos juntas y nuestras vidas solo mejorarán porque nos tenemos la una a la otra.
Con esas palabras, Jacqueline supo que estaba lista. Las dos caminaron juntas, de la mano, hacia el apartamento de Daisy, con la certeza de que su relación había alcanzado una nueva profundidad.
Aquel Día de San Valentín en Comala quedaría en sus corazones para siempre, no solo como una celebración del amor, sino como el hito que marcó un nuevo capítulo en su vida juntas. Cada año, desde entonces, recordarían esa noche mágica como el momento en que comprendieron la verdadera magnitud de su amor.
Capitulo 67
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~Daisy~
عشوائيEra una chica común y corriente, hasta que unos recuerdos vienen hacia ella, y descrube quien es ella en realidad. Es mi primera historia que hago espero que les guste, lo siento por la mala ortografía o la narración. Ésto es la ante secuela de Las...