Una semana después de la impactante revelación y la transformación positiva del pueblo, Daisy se encontraba en la biblioteca local. Su objetivo principal al llegar al pueblo era descubrir como regresar a casa.
Daisy revisaba libros antiguos y pergaminos en busca de información sobre viajar en el tiempo pero no encuentra mucha información.
A lo lejos, observa a la bibliotecaria. Daisy tiene una idea.
Daisy, pensando: Debe de haber algo aquí. Todas estas historias tienen alguna parte de verdad. Solo necesito encontrar la respuesta.
Se acerca a la bibliotecaria, la cual parece ocultar información.
Daisy: Disculpe, ¿podría ayudarme a encontrar información sobre viajes en el tiempo?
La bibliotecaria, sorprendida: ¡¿Qué?! ¡Imposible! ¡No hay tal cosa!
Daisy, con un tono serio: Sabe perfectamente a lo que me refiero, no soy la única a quien le interesa saber sobre eso.
La bibliotecaria, dudosa: ¿Ah, sí? ¿A quién más le interesa?
Daisy: Sí, a mí... y a mi hermano.
La bibliotecaria, comprensiva: Está bien, si lo desea, pero solo puedo darle libros antiguos y escrituras que tal vez no sean muy útiles.
Daisy: ¡Lo que sea está bien! ¡Haré lo que sea!
La bibliotecaria, comprendiendo el dolor de Daisy, le pasa varios libros a ella. Daisy se sienta en una mesa apartada y empieza a leer.
Daisy, suspirando: Espero encontrar algo aquí.
Lentamente, Daisy comienza a leer los libros que la bibliotecaria le da, pero aun así no encuentra nada relevante.
Daisy, suspirando: Maldición, todo es inútil.
Pero entonces, recuerda que no es la única en ese pueblo que pueda tener el poder de manipulación del tiempo.
Daisy: Tal vez sea la única en buscar información sobre el viaje en el tiempo, pero no la única que pueda tener los poderes místicos.
Daisy, llena de esperanza, recorre el pueblo, preguntando a cada persona que pueda tener el poder mágico. Sin embargo, no tarda en darse cuenta de que eso no va a funcionar.
La gente de este mundo tiene miedo de ella, y no confían en que no sea peligrosa.
Daisy: No voy a dar marcha atrás ahora. Voy a encontrar una manera de volver a casa.
Empieza a preguntar a personas que conoce, pero nadie responde sus preguntas. Daisy, frustrada, decide que ha llegado al límite de su paciencia.
Daisy, cabreada: ¡Maldita sea! ¡Estoy tan harta de todas estas respuestas ambiguas! ¡Dime lo que quiero saber, carajo!
Un anciano, que estaba escuchando toda la conversación, se acerca a Daisy.
Anciano: Disculpe, pero parece que necesita ayuda.
Daisy: Sí, por favor. He venido desde muy lejos en busca de un poder que pueda ayudarme a volver a casa.
El anciano, mirándola con intriga: ¿Y de dónde vienes, chica?
Daisy: Del futuro.
El anciano, incrédulo: ¡Oh, por dios!
Luego Daisy recuerda que no puede decir que es una viajera del tiempo porque podría hacer un peligro en la línea del tiempo que pueda cambiar algunas cosas o ella puede estar en peligro.
Daisy: No, espera. Escuche, solo quiero encontrar a la persona o ser que pueda ayudarme, no quiero decir nada más.
El anciano, comprensivo: Bien, no voy a obligarte a hablar. Solo dime que podría estar buscando.
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~Daisy~
RastgeleEra una chica común y corriente, hasta que unos recuerdos vienen hacia ella, y descrube quien es ella en realidad. Es mi primera historia que hago espero que les guste, lo siento por la mala ortografía o la narración. Ésto es la ante secuela de Las...
