Jughead dejó a los niños al cuidado de Cata mientras tomaba un baño y se preparaba para el encuentro familiar de ésta noche; Se puso nada más que una camisa blanca con unos jeans azules y unos zapatos color café.
Su cabello estaba algo alborotado, pero él sabía que eso le gustaba a su novia. Así que se dejó el cabello así y salió de su habitación para tocar la puerta de la habitación en la que estaba Betty.
Nadie le respondió, pero la puerta se abrió y dejó ver a una Betty con una fina remera azul, pantalones negros y unos tacones azules también.
Jughead recorrió su cuerpo con la mirada y tragó saliva, nervioso. —Yo... Yo... Vine a ver si... Si estás lista—
Betty asintió con una sonrisa, cerrando la puerta de la habitación y tomándolo de la mano. —Vamos abajo—
Jughead sonrió y tomó su mano, besándola para entonces ambos bajar las escaleras. Los niños estaban en un sofá de la sala viendo caricaturas en una iPad cuando en ese momento llegaron los Jones.
—Mamá, papá... Bienvenidos— Les dijo Jughead, acercándose con Betty tomada de manos.
—Hijo, Betty...— Saludó Gladys, acercándose a ambos y abrazándolos. —Hace tiempo que no nos visitan—
—Hemos estado un poco ocupados— Admitió Jughead.
—Muchachos— Los saludó Fp, envolviéndolos a los dos en un abrazo. —No veía la hora de que nos juntáramos. ¿Dónde están mis niños?—
—¡Abuelo, abuela!— Chilló Diego, corriendo a abrazarlos a ambos.
—Mi bebé...— Contestó Gladys, besando su cabeza.
—Que grande estas— Admitió Fp, mirando a su nieto con orgullo y luego mirando a su alrededor. —¿Dónde está la princesa?—
—Hola— Saludó tímidamente Lili, acercándose.
—Mi niña... Ven, acércate— Pidió Gladys, abriendo sus brazos.
—Dejanos verte pequeña— Pidió Fp con una sonrisa.
Lili se acercó tímidamente y Gladys la abrazó mientras Fp también la abrazaba, al igual que a Diego.
Betty y Jughead se miraron con una sonrisa, la noche estaba perfecta. Pronto estaban todos reunidos en la mesa, manteniendo entretenidas conversaciones.
—Asi es, linda. Desde los doce hasta los diecisiete Jughead era imparable, Fp y yo ya no sabíamos qué hacer con el— Admitió Gladys, divertida.
—Pero cuando tenía la edad de Diego era extremadamente tímido. Realmente no sé cómo es que mi nieto es tan seguro si su papá no lo era— Expresó Fp.
Betty soltó una risa. —Descuiden, mi hija es igual. Pero solo hasta que agarra un poco de confianza—
—Solo Lili me entiende— Se quejó Jughead con diversión, mirando a la pequeña con una sonrisa.
Lili sonrió, sonrojada y la noche continuó siendo un éxito, muy entretenida, tanto que nadie quería que acabara. Fp tomó a ambos niños en su regazo mientras le contaba historias que sólo el sabía mientras Betty y Gladys mantenían una conversación y Jughead también.
Fp estaba haciendo reír a esos niños tan fuerte que a Betty, Jughead y Gladys solo les quedaba observar con diversión la escena.
—Esos niños van a asfixiarse de tanto reír— Aseguró Jughead, divertido.
—El es feliz haciendo felices a esos niños— Admitió Gladys con una sonrisa.
—Se ve que la están pasando bien— Dijo Betty, sonriendo.
—Betty...— La llamó Diego, acercándose. —¿Me envuelves las agujetas otra vez, por favor?—
—Yo lo hago campeón— Se ofreció Jughead.
—No papi, quiero que lo haga ella— Señaló a Betty.
Betty le sonrió a su novio con superioridad y tomó al niño en sus brazos. —Oiste al niño, ya vuelvo— Dijo, retirándose.
Gladys los miró y sonrió para después mirar a su hijo. —Es una chica muy especial, ambas lo son—
Jughead asintió con una sonrisa. —Lo son, mamá. Creo que las dos son lo que Diego y yo necesitábamos—
—Y espero que no estés jugando con ella— Advirtió la mayor, mirándolo.
—Imposible mamá, claro que no— Negó Jughead. —La amo a ella y a esa pequeña—
Gladys sonrió y en ese momento Betty regresó con ellos y Diego regresó con Lili y su abuelo.
—Entonces en ese tiempo no usábamos tabletas ni celulares mi nada de eso— Le contó Fp a la niña, con ella en su regazo.
Lili lo miró, divertida. —¿No? ¿Y con qué jugaban los niños en su tiempo señor papá de Jughead?—
—Eso no princesa. Soy el abuelo Fp para ti— Le dijo el mayor a la niña con una sonrisa.
—¡Volví!— Avisó Diego, acercándose y volviendo al regazo de su abuelo.
—Que bueno que llegas Diego. Ahora a contar historias de terror— Dijo Fp, contento.
Fp era feliz jugando y compartiendo con ambos niños y Gladys también. Luego empezó a hacerse tarde y los Jones tuvieron que irse. Los niños se fueron a la sala de cine para ver una película animada y Jughead fue a buscar a Betty al interior de la mansión cuando la vió bajando las escaleras.
—Amor...— Lo llamó Betty, acercándose. —¿Has visto a los niños? ¿Siguen en la sala de cine?—
Jughead asintió, sonrojado por el hecho de que Betty le pusiera esos apodos cursis. —Ya es tarde, hay que buscarlos para llevarlos a dormir—
Betty asintió y juntos fueron a la sala de cine, en dónde Diego y Lili ya estaban profundamente dormidos sobre los asientos, los dos.
Ambos se miraron con una sonrisa y Betty tomó a Diego y Jughead tomó a Lili. Subieron con los niños en sus brazos hasta la habitación que les correspondía.
Betty dejó a Diego sobre su cama, lo arropó y dejó un pequeño beso en su cabeza. —Dulces sueños príncipe— Susurró, retirándose de la habitación y cerrando con cuidado la puerta.
Jughead también dejó a Lili sobre su cama y la arropó para después dejar un tierno beso en su cabeza. —Sueña con los angelitos princesita— Susurró, saliendo de la habitación y cerrando la puerta con mucho cuidado.
Ambos salieron de las habitaciones de los niños y se encontraron en ese pasillo, mirándose con una sonrisa.
—Los niños duermen y estamos solos— Dijo Jughead, tomando a su novia de las manos. —Acompáname al balcón de mi habitación, te mostraré algo—
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