56

125 20 40
                                    

Después de escaparse ese fin de semana para celebrar su primer año de noviazgo, era domingo y Betty y Jughead fueron por sus hijos a la casa de los Jones, ya que los pequeños junto a su cachorro Milo se pasaron el fin de semana allá.

Ya en casa de los Jones, éstos no querían que su hijo y nuera se llevaran a los pequeños.

—Es muy temprano, no se los lleven aún— Suplicó Gladys.

—Entonces traiganlos el próximo fin de semana, tengo juegos de ajedrez pendientes con ellos— Dijo Fp.

Jughead soltó una risa. —Lo siento mamá y papá, pero estoy planeando llevarlos a la playa el fin de semana que viene—

—¿A la playa?— Preguntó Lili con emoción.

—¡Si! ¡La playa!— Chilló contento Diego, con Milo en sus brazos.

—Bueno... No todos los días son de fiesta— Admitió Fp, encogiéndose de hombros. —¿Y como les fue?—

—Muy bien— Respondió Betty con una sonrisa. —¿Cómo se portaron los niños?—

—Son unos angelitos— Respondió Gladys con una sonrisa. —No es lo mismo cuando no están aquí. Después de que tú único hijo crece y se va de la casa solo te hace feliz pasar tiempo con tus nietos—

—Eso es verdad— Apoyó Fp a su mujer. —Por eso necesitamos más nietos—

Betty y Jughead soltaron una risa nerviosa y luego se miraron, sonrojados.

—Antes de que se me olvide... Quiero hablar contigo Lili— Pidió Jughead, mirándola.

—¿Hice algo malo papi?— Preguntó Lili con miedo.

—No mi amor, no hiciste nada malo. Es para proponerte algo a ti— Aseguró Jughead.

—Ve amor— Dijo Betty, sonriéndole.

—Está bien— Aceptó Lili, acercándose a Jughead y tomando su mano.

En eso Diego se le acercó a Betty, aún con el perro en sus brazos. —Mami... ¿Qué le va a decir papi a Lili?—

Betty soltó una risa y tomó al niño en sus brazos. —Va a proponerle algo bebé. Valla... Cada vez pesas más, estás creciendo—

—Soy un hombre— Presumió Diego con una sonrisa de superioridad.

—Un hombre de cinco años— Habló Fp con divertido.

—Forsythe— Lo regañó Gladys. —Deja al niño—

—Pero no es mentira mujer— Se defendió el mayor, soltando una carcajada.

Betty y Diego se miraron con una sonrisa y mientras tanto Jughead llevó a Lili a otro rincón de la sala para preguntarle algo.

Jughead se arrodilló frente a ella y la miró con una sonrisa. —Chiquita... Hace más de un año que las conocí a tu mami y a ti y te tomé un cariño especial desde el primer día. Amo a tu madre y tu eres su hija, parte de ella. Sé que nunca tuviste un papá que te consintiera, te comprara regalos, que te cuidara y que limpiara tus lágrimas cuando llores. Pero quiero que sepas que él mayor privilegio para mí fue el que me permitas ser tu papá, estar en tu vida— Admitió con una sonrisa. —Y aunque no tienes una gota de mi sangre te juro que te amo como si la tuvieras y daría mi vida por ti. Voy a estar para limpiar tus lágrimas cuando llores, para tratarte como la princesa que eres y para espantar a los chicos que quieran ser tus novios—

Lili soltó una risa. —Que divertido. Te quiero mucho papito— Lo abrazó.

Jughead la abrazó y besó su mejilla. —Yo también mi niña— Se separó, sonriéndole. —Por eso he tomado la decisión de darte mi apellido, que seas una Jones igual que Diego—

Lili abrió bien grandes los ojos con una sonrisa. —¿De verdad?—

—Pero claro mi vida. Eres mi niñita, mi princesita. Te amo— Dijo Jughead, tomándola en sus brazos y besando su mejilla.

Después de esto, Jughead regresó con sus padres, hijo y novia a la sala de estar y todos los ojos se fijaron en ellos.

—¿De qué nos perdimos?— Preguntó Gladys, interesada.

Jughead sonrió, dejando a Lili en el piso y tomando su mano. —Lili va a tener nuestro apellido—

—Pero pensé que ya lo tenía— Se quejó Fp, divertido.

Diego miró a su padre y se le acercó. —Papi... Si Lili va a tener tu apellido y yo también lo tengo... Entonces somos...

—¿Hermanos?— Preguntó Lili, mirando a Jughead.

Jughead asintió. —Los dos tendrían el mismo apellido, así que sí—

Ambos niños chillaron y se abrazaron, dando saltitos.

Realmente todos estaban felices, felices porque la familia avanzaba y todo iba bien. Más tarde, Betty y Jughead regresaron a casa con sus hijos y su cachorro y ya era tarde, pero particularmente Diego tenía problemas para conseguir el sueño.

Jughead entró a la habitación de Lili, le dió su beso de buenas noches y luego fue a ver a Diego. El niño estaba sentado sobre la cama, acariciando a su cachorro.

—Hola campeón— Lo saludó Jughead, entrando a la habitación y sentandose en la cama a su lado. —¿Qué ocurre? ¿Por qué sigues despierto?—

Diego lo miró y se encogió de hombros. —No puedo dormir papi—

—¿Quieres ir a la cocina por un poco de leche tibia? Eso era lo que yo te daba cuando eras más pequeño y te costaba dormir— Dijo Jughead.

Diego asintió. —Está bien—

—Vamos— Contestó Jughead, tomando al pequeño en sus brazos para salir de la habitación.

—Papi... ¿Por qué me cargas?— Preguntó Diego. —Ya soy un niño grande—

—Porque después no voy a poder hacerlo Diego— Se justificó Jughead, empezando a bajar las escaleras con el niño en brazos. —Lamentablemente estás creciendo demasiado rápido y pronto no voy a poder tenerte en mis brazos—

—Pronto seré como tu— Admitió Diego con una sonrisa.

Jughead sonrió, llegando a la cocina y dejando a su hijo sobre la encimera. —Quiero que cuando crezcas seas un buen hombre Diego. Se que lo vas a ser porque para eso te estoy criando—

—Prometo que voy a ser tan bueno como tú papito— Prometió el niño con una sonrisa en su rostro.

—Cuento con eso mi pequeño terremoto— Aseguró Jughead, besando su frente para después ponerse a calentar la leche.

Le encantaba ser padre. Aunque se convirtió en padre de una manera inesperada, a través de ese incidente había descubierto que amaba ser padre.


Jughead papá luchón es superior 🛐❤️

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Jughead papá luchón es superior 🛐❤️







Samy ❤️

Mi Otra Mitad "Bughead"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora