131

104 14 28
                                    

Betty estaba amamantando a su recién nacido en la habitación, sobre la cama con una sonrisa cuando su esposo entró en silencio, acostándose en la cama a su lado.

—Hola amor— La saludó, besando su mejilla y luego mirando al bebé con una sonrisa. —Pequeño glotón... ¿Cómo estás bebé?—

Betty sonrió, mirando a su esposo. —Come como un loco, igual a su papá—

Jughead soltó una risa y besó la frente del niño para entonces volver a mirar a su esposa. —¿Estás bien? ¿Todo en orden? ¿No necesitas mi ayuda?—

Betty negó. —Le cambié el pañal y creo que se quedará dormido. Es muy tranquilo, no llora—

—Por ahora— Corrigió Jughead, soltando un suspiro. —Veremos que pasará más de noche. La cena estará lista en media hora—

—¿Y los chicos? ¿Qué hace Samantha?— Preguntó Betty, preocupada.

—Amor, por ellos no te preocupes. Diego juega un poco con Sam y Lili está en su habitación— Contestó Jughead, acariciando su mejilla.

—¿Podrías por favor ver a Lili? La noté muy rara hoy y estoy preocupada— Admitió Betty.

—Claro amor, averiguaré qué pasa con nuestra hija. Si me necesitas me avisas preciosa— Pidió Jughead, dejando repetidos besos en su rostro y luego en la frente del recién nacido. —Pórtate bien muchachote—

Jughead salió de su habitación y luego fue a la de Lili, tocando la puerta.

—¿Quien?— Preguntó Lili desde el interior de su habitación.

—Mi amor soy yo, soy papá— Respondió Jughead. —¿Puedo pasar princesa?—

—Si— Aceptó Lili.

Jughead abrió la puerta de la habitación y encontró a Lili sentada en el piso, con Milo a su lado y la notó rara, sus mejillas estaban rojas y sus ojos algo aguados.

—Hola pa. ¿Qué ocurre?— Le preguntó Lili al pelinegro mayor, mirándolo.

—Tu madre está preocupada hija— Dijo Jughead, sentandose a su lado en el piso y mirándola fijamente. —¿Qué tienes mi amor? ¿Estás malita?—

Lili negó, limpiandose una lágrima. —Estuve picando cebollas—

Jughead alzó una ceja. —Si vas a mentirme tendrás que esforzarte más. Bebé... ¿Qué tienes?—

—Nada— Negó Lili, bajando la mirada. —No importa—

—¿Cómo que no importa mi niña? Lili mírame— Pidió Jughead, tomándola del mentón y limpiando sus lágrimas. —El instinto de madre no falla. Tu madre está preocupada pero está ocupada cuidando al bebé y por eso no pudo estar aquí. Eres nuestra hija. Te amamos y nos preocupamos por ti. Confía en mí—

Lili suspiró, mirándolo. —Es que es algo de lo que quiero hablar con mamá, pero ella tuvo a mi hermanito ayer y no creo que sea el momento para hablar con ella—

—Pero... ¿De qué quieres hablar con ella?— Preguntó Jughead con interés. —Tal vez yo no soy mujer, pero me casé con tu madre hace años y puedo ser de utilidad en cualquier tema—

—No son cosas de mujeres, papi— Negó Lili, bajando la mirada. —Y no te confundas, te amo, eres mi papá y me has criado desde que tenía como cuatro años pero... Necesito saber quién soy— Lo miró. —Quiero saber un poco más sobre el hombre que me engendró—

Jughead la miró y suspiró. —Sabia que este momento iba a llegar. Verás... Le he dicho a tu mamá que tenía que decirte la verdad, pero ella nunca quiso. Siempre decía que no necesitaste y nunca ibas a necesitar a ese hombre, que eras solo de ella—

—Lo se, recuerdo que de pequeña le preguntaba y ella me decía que mi papá biológico no existía, que yo era solo de ella— Dijo Lili, mirando a Jughead con una sonrisa. —Pero nunca lo necesité. Mamá siempre me dió todo y después te conoció a ti. Desde el principio me trataste como si fuera tu hija. Me diste tu apellido, tu amor y tu protección. Eres el mejor papá del mundo, te amo papá—

—Y yo a ti mi dulce niña— Contestó Jughead, abrazándola y besando su cabeza. —Tu y tus hermanos lo son todo para mí. Nunca lo dudes mi amor—

Lili se separó y lo miró. —No le digas nada a mamá. Lo último que necesita es estresarse con toda ésta locura—

—Lo se y estoy de acuerdo mi niña. Escucha lo que vamos a hacer— Pidió el mayor, mirándola. —Vamos a esperar unos días hasta que Betty esté menos estresada y le planteas lo que quieras saber. Y que sea preferiblemente cuando estemos juntos ella y yo—

Lili asintió. —Entendido papá—

Jughead sonrió y besó su frente. —Te amo pequeña. Todo se resolverá, lo prometo—

Lili sonrió. —Lo se, gracias por escucharme papi. Te amo—

—Soy tu padre, para eso estoy— Aseguró Jughead, sonriéndole mientras se ponía de pie.

Jughead salió de la habitación de su hija y luego bajó a la sala a ver qué hacían Diego y Samantha.

—¡Estás haciendo trampa!— Acusó Samantha a su hermano, cruzando los brazos.

Diego suspiró. —Por eso no me gusta jugar damas contigo—

—A mi no me gusta jugar contigo tonto— Respondió enojada la niña. —Mejor hagamos otra cosa—

—Chicos— Los llamó Jughead, acercándose. —¿Que hacen? ¿Por qué discuten?—

—Diego está haciendo trampa papi— Lo acusó Samantha, corriendo a él y abrazándolo.

Diego suspiró, acercándose a su padre. —Ella no sabe jugar damas—

—No quiero que discutan por eso— Pidió Jughead, serio. —Sam, a tus hermanos mayores los tienes que respetar, son más grandes que tú. Y tú, Diego... No discutas con ella, tiene once años—

Diego rodó los ojos. —No estábamos discutiendo. ¿Cómo van mamá y el bebé?—

—Iré a verlos ahora, ya vuelvo— Avisó Jughead, retirándose.

Jughead fué a la habitación que compartía con su esposa y la encontró profundamente dormida con su bebé al lado, también dormido.

Sonrió y se acercó a dejar un beso en la frente de cada uno, pero en ese momento Betty se removió y abrió los ojos, mirando a su esposo.

—Juggie...— Murmuró, mirándolo. —¿Investigaste qué le pasa a Lili?—

Jughead asintió, acariciando su mejilla. —Tenia un problema con una tarea, pero ya la ayudé a resolverlo. Bebé, tu descansa por favor. Aprovecha que el bebé también duerme—











 Aprovecha que el bebé también duerme—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Holaaa

¿Será buena idea que Lili se involucre con aquel hombre?

Samy ❤️

Mi Otra Mitad "Bughead"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora