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Era inútil, ella estaba sufriendo un ataque de asma y en ese momento Jughead recordó que la niña siempre tenía un inhalador en su mochila. 

Así que corrió con ella en sus brazos hasta la sala, en dónde las mochilas de los niños estaban sobre el sofá y entonces se sentó en aquel sofá con Lili en su regazo, tomó la mochila de la pequeña y buscó hasta encontrar el inhalador y se lo colocó a la niña en la boca.

Su corazón latía tan rápido gracias al miedo que por un momento pensó que le daría un infarto, pero estaba casi seguro de que eso se resolvería con el inhalador.

—Vamos pequeña, respira, respira. Tranquila, estoy contigo mi amor— Aseguró Jughead, abrazándola y ayudándola a usar el inhalador.

Ella fue perdiendo el color y sus ojitos ya estaban apagados mientras aún seguía tomando aire del inhalador. Jughead estaba asustado, tenía mucho miedo y se notaba en como miraba a la niña.

—Lili por favor mejórate— Suplicó Diego, acercándose, preocupado. —Por favor—

Lili dejó el inhalador a su lado en el sofá y tomó una profunda respiración mientras se abrazaba a Jughead con fuerza. Ella tenía miedo y por el momento el único adulto de su confianza que estaba a su lado era Jughead.

—¿Te sientes mejor princesa?— Le preguntó Jughead a la niña, mirándola atentamente.

Lili negó, volviendo a sentir que le faltaba el aire y dejando caer su cabecita sobre el pecho de Jughead. —Me siento mal. Tengo miedo papi—

Jughead la miró, acariciando su mejilla y observándola. —Estás muy pálida, no me gusta ese color que tienes, estás fría—

Jughead tragó saliva, nervioso. Tan nervioso que no le prestó atención al hecho de que ella volviera a llamarlo "papá" y sólo se puso de pie con ella en sus brazos y miró a Diego, que estaba igual de asustado y por eso estaba ahí, inmóvil.

—Dieguito, vamos al hospital ahora— Avisó Jughead.

Diego sólo asintió y siguió a su padre mientras éste salía de la casa. Dejó a Lili en los asientos traseros junto a Diego y condujo lo más rápido posible al hospital. Lili no podía respirar, estaba haciendo demasiado esfuerzo por no morir asfixiada y esa situación era alarmante.

Llegó al hospital, entró con Lili en sus brazos y Diego al lado e ingresaron a la niña de inmediato. Lili tenía miedo, Jughead lo sabía y por eso se dispuso a quedarse a su lado para darle seguridad a esa niña junto a Diego. 

Jughead se quedó en la sala de espera mientras trataban a Lili y Diego estaba a su lado, igual de preocupado que el. El ojiazul mayor estaba tan nervioso que sus manos temblaban sin parar. Imaginar el hecho de que algo le pasara a esa niña lo mataba de miedo.

—Papi...— Lo llamó Diego, sentado a su lado. —Tengo miedo. ¿Lili va a estar bien?—

Jughead asintió y abrazó a su hijo, besando su cabeza. —Lili es fuerte, pequeño. Ella va a estar bien—

—¿Familiares de la niña Lili Cooper?— Preguntó la doctora, acercándose.

Jughead inmediatamente se puso de pie con Diego al lado y se acercó a la doctora. —Aqui estamos—

La doctora lo miró. —¿Es usted el padre de la niña?—

—Yo... ¿Cómo le explico?— Preguntó Jughead, rascándose la cabeza. —No es mi hija biológica, pero es como si lo fuera. Soy el novio de su mamá, ya le avisé que Lili está aquí y viene en camino—

La doctora asintió. —Entiendo. Ya controlamos la inflamación de las vías respiratorias y le estamos pasando un medicamento a través de una máscara de oxígeno. Pueden pasar a verla, pero me gustaría hablar con la mamá de la niña. Si ocurre cualquier cosa háganme saber—

Jughead asintió. —Gracias. Vamos Dieguito— Tomó la mano de su hijo.

Ambos pelinegros entraron a la habitación y Lili estaba en una camilla con una máscara de oxígeno en su rostro. La alegría que sintió la pequeña al verlos se hizo notar por cómo sus ojitos cansados brillaron al verlos.

Jughead se sentó en la camilla a su lado y la abrazó y besó su cabeza. —Tranquila princesa. Vas a estar bien, te lo prometo—

—No te preocupes Lili, te vas a sentir mejor— Aseguró Diego, sonriéndole.

En eso entró una Betty muy preocupada a la habitación y se acercó de inmediato a su hija. —Mi niña... Lo siento tanto mi princesa...— Se disculpó, acercándose a la pequeña y besando su cabeza. —¿Acaso no te tomaste la medicina cuando te lo pedí?—

Lili negó, bajando la mirada. —Lo siento mami...

—Shh... No hables, respira mi vida— Le pidió Betty, besando su cabeza y luego besando la mejilla de Jughead y Diego. —Mis hombres... Son nuestros héroes—

—Te extrañé— Admitió Diego, abrazándola.

Betty sonrió y besó la cabeza del niño, abrazándolo. —Yo también mi hermoso príncipe—

Jughead suspiró y miró a Betty. —Betts... ¿Podemos hablar afuera?—

Betty asintió y besó la cabeza de ambos niños una última vez. —Voy a hablar con Juggie un momento, esperen aquí—

—Cuida a Lili hijo mio— Le pidió Jughead a su hijo, saliendo de aquella habitación con Betty detrás.

Betty y Jughead salieron de la habitación en la que estaba Lili y se encontraron frente a frente en ese pasillo.

—Lo siento Betty. No quería que ésto pasara, te juro que si algo llega a pasarle a esa niña no se que voy a...

Betty lo cayó con un beso dulce y luego lo miró con una sonrisa. —No fue tu culpa Jug. Ella no se tomó su medicina cuando le dije, pero hiciste lo correcto en un momento en el que tenias que actuar rápido. Lili va a estar bien, te lo prometo—

Jughead sonrió y dejó un beso en su frente. —Te amo Betty. Pero necesito que me des más información sobre esa medicación que lleva Lili. ¿No tienes un horario o algo así?—

Betty asintió. —Le hice un horario y lo tengo en mi celular y lo puse en su iPad. Luego te puedo pasar el tipo de medicinas que lleva, cuántas veces al día se las toma y a qué horas—

—Necesito esa información. No quiero verla así como estaba de nuevo. No tolero ver a esos dos niños así— Admitió Jughead. —Te amo Betts—

—Te amo, eres el mejor— Respondió Betty, abrazándolo.








Jughead es un papá luchón ❤️🛐

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Jughead es un papá luchón ❤️🛐






Samy ❤️

Mi Otra Mitad "Bughead"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora