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Diego suspiró. —No...

Betty sonrió con superioridad y besó la frente del niño. —Ahora papi va a mandarte a hacer una rica sopa y tú te la comerás toda... ¿Bien?—

Diego asintió, no muy contento, pero Betty había logrado convencerlo y Jughead sólo acató esas órdenes, dirigiéndose a la cocinera para pedirle que haga una sopa de verduras para el niño.

Rato después, Jughead volvió con un bol lleno de sopa de verduras que a Diego no le gustaba para nada y mucho menos ahora que no tenía apetito, pero empezó a comérsela toda cuando Betty era quien se la estaba dando.

—Eso es amor, solo un poco más— Dijo Betty, acercándole la última cucharada de sopa al niño.

Diego la tomó con una mueca de desagrado, pero así ya se la había tomado toda después de tener todo el día sin haber comido nada.

—Ahora sí puedes tomarte el jarabe para que mejores— Aseguró Jughead, acercándole otra cuchara, pero ésta estaba llena de jarabe para niños.

Diego hizo una mueca. —No me gusta, debe saber feo—

—Diego... Tu y yo llegamos a un acuerdo— Le recordó Betty, seria. —Tómate el jarabe y te prometo que te vas a sentir mejor—

Diego suspiró y cerró los ojos para meterse la cuchara de jarabe a la boca, haciendo una mueca inmediatamente. —Que asqueroso—

—Ahora si— Habló Jughead, dejando el bol y la medicina del niño sobre la mesita de noche y mirándolo. —Ahora un té de manzanilla y te vas a mejorar—

Betty soltó una risa cuando vió la cara de disgusto de Diego hasta que vió la hora en su reloj. —Ay no... Casi olvido a Lili—

—¿A Lili?— Preguntó Diego, mirando a la rubia.

—¿Ya es hora de ir por ella al colegio?— Preguntó Jughead.

Betty asintió en un suspiro, besando la cabeza de Diego. —Mi vida, me tengo que ir. Mejórate—

—¿Que?— Preguntó con desilusión Diego. —No Betty, no por favor, no te vallas—

—Pero amor... Tengo que buscar a Lili. La traeré para que te pase la tarea— Dijo Betty, acariciando el cabello del pequeño.

—No por favor, no vallas— Suplicó Diego, mirándola con los ojos cristalizados y abrazándola. —No te vallas, que valla papi—

—No lo sé, estás enfermo y no quisiera dejarte amigo— Contestó Jughead, mirándolo.

—Pero yo ya me siento mejor papi, busca a Lili tu— Pidió Diego, llorando mientras abrazaba a Betty.

Betty suspiró, abrazando al niño que lloraba en sus brazos y luego mirando a Jughead. —Jug... Está bien, busca a Lili y vengan de inmediato—

Jughead asintió, levantándose de las orillas de la cama de su hijo y besando su cabeza y la de Betty. —Voy por Lili, prometo no tardar, los amo—

El ojiazul salió de la mansión para ir en busca de Lili al colegio y Betty se quedó con Diego, leyendo un libro con el pequeño sobre su regazo en la cama.

—Y eso fue todo, fueron felices para siempre— Terminó de leer Betty, cerrando el libro y dejándolo a un lado para después mirar al pequeño. —¿Te gustó?—

Diego asintió con una sonrisa. —Me gustan los finales felices—

Betty sonrió. —Los finales felices son bonitos. Diego... Tu papi me dijo que antes te comportabas muy mal y te expulsaron de un colegio. ¿Por qué lo hacías bebé?—

Mi Otra Mitad "Bughead"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora