121

154 13 53
                                    

—Has dicho eso toda la noche Betty— Le recordó Jughead, serio. —Ahora quiero que me expliques quién era ese hombre, por qué mi pequeña hija lo conoce y por qué gritó todas esas cosas, ahora—Exigió, demandante.

Betty bajó la mirada, algo nerviosa. —Yo... Juggie... Él es el padre biológico de Lili, el es Mike—

Jughead la miró con los ojos abiertos como platos y se puso tenso. —¿Qué? No estás hablando enserio... ¿Oh sí?—

Betty negó, sin atreverse a mirarlo a los ojos. —Por eso gritó que Lili no es tu hija. Él apareció cuando yo estaba sola con Samantha aquí en casa, por eso ella lo conoce. Me exigió que quería ver a Lili y yo le dije que no. Después me citó en el Starbucks para hablar conmigo el día que los chicos tuvieron sus citas y yo ya sabía que estaba embarazada. Él quiere que yo lo deje conocer a Lili, él quiere verla. Pero le dije que no y por eso está tan enojado—

Jughead hizo un silencio, procesando todo lo que Betty le había dicho. Estaba procesando el hecho de que su esposa le había ocultado algo realmente serio.

—Lo siento, Jug— Se disculpó Betty, mirándolo fijamente con los ojos cristalizados. —Yo no quería...

—¿Te das cuenta de la magnitud del problema?— Le preguntó Jughead a su esposa, mirándola con seriedad. —¿Por qué no me dijiste que ese imbécil te estaba molestando desde un principio?—

—No quería preocuparte a ti y mucho menos a mi hija Jug— Respondió la ojiverde mayor, mirándolo. —Yo...

—No Betty— La interrumpió, enojado. —¡No! ¡Es que debiste decirme desde que ese hijo de perra tuvo el atrevimiento de aparecerse en esta casa! ¿¡Y por qué te veías con el!? ¡Me habías dicho que ibas a verte con Kevin! ¡Me mentiste!—

—Jug...— Sollozó Betty, mirándolo mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas. —No quería mentirte. Es que no quería...

—¡El caso es que me mentiste y no hay justificación, Betty. No la hay!— Exclamó Jughead, furioso, acercándose y mirándola. —Eres mi esposa, no podían haber secretos entre nosotros y mucho menos con algo tan delicado como lo del padre biológico de mi hija. ¿Oíste? ¡Mi hija! ¡Porque Lili es mi hija! ¡Ese maldito hijo de puta solo puso sus malditos genes y después las votó a las dos! ¡Lili es mía!—

—Juggie por favor cálmate— Suplicó Betty mientras lloraba, mirándolo.

—¡No me voy a calmar! ¡Es que no puedo creer que me hayas mentido y que te veas con ese hombre a escondidas! ¿¡Acaso todavía sientes algo por el!? ¡Dime!— Exigió Jughead. —¡Dime!—

—¡Ya basta Jughead!— Exclamó Betty, poniéndose de pie y mirándolo fijamente, con la cara empapada de lágrimas. —¿¡Cómo te atreves a creer que yo aún siento algo por él cuando sabes perfectamente que yo solo te amo a ti!?—

—¡Y me lo demuestras mintiendo!— Contestó enojado Jughead.

—¡Solo escúchame un momento Jughead por favor! ¡Estás actuando como un inmaduro!— Dijo Betty, ya también enojada.

—¡Ya basta, no quiero seguir discutiendo contigo Betty!— Respondió Jughead, dándole la espalda y saliendo de la habitación, azotando la puerta, enojado.

Betty se tumbó en la cama y empezó a llorar con una intensa amargura, abrazándose a una almohada y sintiendo una presión en su pecho. Nunca en todo su matrimonio con Jughead tuvo una discusión de esa magnitud.

Nunca lo había visto tan enojado, el nunca le había gritado ni alzado la voz así.

Jughead, por su parte, no sabía cómo manejar lo que estaba sintiendo. Simplemente lo ponía furioso que ese hombre estuviese exigiendo los derechos a los que él mismo renunció el día que decidió abandonar a Betty con el embarazo de Lili.

—Alto ahí, papá— Lo frenó Diego, mirándolo con enojo a mitad del pasillo.

Jughead suspiró, mirándolo. —¿Qué quieres ahora, hijo?—

—¿Por qué le estabas gritando a mamá?— Preguntó Diego, cruzando los brazos, para nada contento.

Jughead se pasó una mano sobre la cara. —¿Estabas escuchando?—

—Tus gritos se escuchaban por todo el pasillo— Aseguró Diego. —¿Por qué le estabas hablando así a mamá?—

—Hijo... Son asuntos de adultos que ni a ti ni a tus hermanas les conciernen— Contestó Jughead, serio.

Diego negó, enojado. —¿Ya se te olvidó que mamá está embarazada? No puedes hablarle de esa manera, no puedes tratarla así—

—Esos son asuntos que no te importan Diego. Eres un adolescente— Le recordó Jughead, ya enojado.

—¡No me importa papá!— Contestó Diego, enfrentándolo. —¡No vas a tratar a mamá así cuando yo estoy cerca!—

—¡Ella no es tu mamá y lo sabes!— Le gritó Jughead, acercándose, desafiante. —¡Ahora deja de cuestionarme, soy tu padre!—

—¡Ya te dije que no me importa!— Repitió Diego, aún más enojado. —¡Y sé perfectamente que no es mi mamá biológica, que no me llevó en su vientre como a mis hermanas, pero me crió y me dió todo el amor del mundo y aún más! ¡Eso la convierte en mi madre!—

Jughead tomó aire, mirando fijamente a su hijo. —Escúchame, Diego. Mejor sal de mi vista ahora y ya te dije que no me faltes al respeto—

Diego negó, mirándolo con decepción. —¿Cómo esperas que te respete cuando tratas así a mi mamá? Es tu esposa, la madre de tus hijos. Piensa en mi hermano o hermana, ese bebé que aún no nace. Cuando la lastimas a ella también lastimas al bebé. No fue así como me enseñaste a tratar a las mujeres—

Jughead no dijo nada más, pero sabía que su hijo tenía razón. Tras esas palabras, Diego se retiró muy enojado y muy decepcionado.

El pelinegro mayor se quedó en silencio un momento, fuera de su habitación, pensando para lograr tener la cabeza fría y poder darle la cara a su esposa después de lo que le había dicho.

Después de enfriar sus pensamientos, se dispuso a ir hacia su esposa y disculparse, pero cuando abrió la puerta de su habitación vió algo que rompió su corazón.

Lo que él mismo había provocado con sus palabras, con sus acciones.







Primer terrible pelea Bughead 💔

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Primer terrible pelea Bughead 💔






Samy ❤️

Mi Otra Mitad "Bughead"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora