Mi Otra Mitad "Bughead"

140 "Final"

Se fueron siete meses desde lo sucedido y las cosas no pudieron estar mejor; Betty y Jughead volvieron a tener a esa familia unida y comprensiva de antes, ahora más fuerte que nunca.

Fueron unos meses de viajes, reuniones familiares, reuniones de amigos y meses de momentos románticos, más de uno.

Estaban demasiado satisfechos con su vida y con su familia. Porque aunque fue difícil y seguía siendo difícil, estaban enfrentándolo todo para ser felices y lo estaban logrando.

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Hoy era el cumpleaños de Jughead y Betty junto a sus hijos, sus suegros y sus amigos se encargó de organizarle una fiesta sorpresa.

Entonces la fiesta sorpresa se dió y todos estaban cantándole feliz cumpleaños a Jughead; Sus padres, sus suegros, sus amigos, sus hijos, el novio y la novia de sus hijos y su esposa.

Jughead apagó las velas del pastel estando frente a la mesa junto a su esposa e hijos y estaba tan feliz que no podía parar de sonreír.

—¡Feliz cumpleaños querido Jughead, feliz cumpleaños a ti!— Terminaron de cantar todos al unísono, aplaudiendo.

Jughead sonrió una vez más, tomando en sus brazos al bebé de ahora diez meses y recibiendo un beso de su esposa. —Atención todos... Sinceramente no sé qué pedir, ya tengo todo lo que quiero— Admitió. —Mi familia son todos ustedes. Mis padres, mis suegros, mis amigos, mis hijos, mi esposa... Cuento con que la familia va a seguir creciendo, pero que no sea tan pronto— Pidió, mirando a sus hijos mayores.

Todos soltaron una risa y la fiesta continuó, dando lugar a la hora de partir el pastel y comer los bocadillos. El ambiente estaba muy animado con algunos de los niños hijos de los amigos de Betty y Jughead corriendo y jugando en el jardín mientras los adolescentes estaban con sus parejas.

Lili y Noah estaban sentados al borde de la fuente. Ya estaba anocheciendo y el naranja pintaba las nubes y el cielo.

—Lili... Estos últimos meses contigo han sido los mejores de mi vida— Admitió Noah, con una sonrisa, mirándola. —Por eso quiero darte algo—

Lili sonrió y besó sus labios. —Eres tan lindo Noah...

Noah sonrió y sacó una pequeña cajita de terciopelo negra, soltando una risa al ver la expresión de Lili. —Tranquila, es un anillo de promesa, no voy a proponerte matrimonio aún—

Lili respiró, aliviada. —Mi papá nos mataría—

—Lo se— Contestó Noah, divertido, abriendo la cajita y dejando ver un precioso anillo, tomándolo y colocándoselo a Lili. —Para que ambos hagamos la promesa de que cuando estemos listos nos vamos a casar, vamos a viajar por todo el mundo y vamos a ser muy felices—

Lili sonrió, tomando su rostro entre sus manos y besándolo con cariño. —Lo prometo, Noah. Cuando seamos mayores nos vamos a casar y vamos a ser muy felices—

—Estoy seguro de que así será Lili. Te amo— Le dijo Noah, tomando su mano y besándola.

—También te amo Noah— Le correspondió Lili, volviendo a besarlo.

Pero Diego no se quedaba atrás. Estaba tirado sobre el césped del jardín en un espacio apartado junto a Katherin, ambos tomados de las manos, mirando las estrellas.

—¿Te confieso algo, Katherin?— Le preguntó Diego, mirándola.

Katherin lo miró. —Lo que quieras—

Diego tomó aire, volviendo a fijar su mirada en las estrellas del cielo. —Antes te molestaba y te odiaba, pero no te odiaba de verdad. Lo que pasa es que lo que sentía y siento por tí es tan fuerte que no sabía cómo manejarlo—