Mi Otra Mitad "Bughead"

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En casa de los Jones, se estaba haciendo tarde y Lili estaba en la habitación en la que siempre dormía cuando visitaba a sus abuelos paternos. Pero ella no podía dormir, estaba sobre la cama, abrazada a sus piernas con Milo al lado.

Milo se acercó a lamer su mano y Lili lo miró con una sonrisa. —Estoy tan confundida Milo... ¿Quien demonios soy?— Preguntó, acariciando a su mascota.

—¡Lili!— La llamó Diego, tocando la puerta de la habitación con insistencia.

—¡Lili, abre la puerta, sabemos que estás despierta!— Exigió Samantha.

—¡Está abierta, abran y no hagan escándalo!— Autorizó Lili.

Samantha y Diego entraron a la habitación emocionados y Lili supuso por qué estaban así de contentos.

—El abuelo nos acaba de avisar que nació nuestro hermano— Avisó Samantha, subiéndose a la cama y empezando a saltar sobre ella.

—Pero no vamos a poder ir a verlo hasta mañana. Ya es tarde y no es hora de visita— Dijo Diego. —Pero ya hablé con los abuelos y vamos a irnos a la casa temprano para preparar algo lindo para mamá y el bebé—

Lili sonrió. —Ya estoy ansiosa por conocer a Dylan. ¿No hay fotos?—

—Mamá y papá dijeron que quieren que sea sorpresa— Respondió Samantha, sentandose al lado de su hermana mayor. —Lili... ¿Estás bien?—

—Si, estás muy rara desde que llegamos de la secundaria— Admitió Diego, preocupado. —Si te pasa algo puedes contarnos a nosotros y a los abuelos. ¿Te sientes mal? ¿Los llamo?—

—No, nada de eso— Negó Lili. —Es que a veces las medicinas me dan mucho sueño— Mintió. —Pero estoy emocionada por conocer al bebé Dylan—

—Yo también— Aseguró Samantha.

—Y yo— Admitió Diego.

—Chicos— Los llamó Fp, apareciendo en la puerta de la habitación. —¿Que hacen aquí? Los mandé a dormir—

—Ya soy mayor para eso abuelo— Le dijo Diego, acercándose a él. —Dile a Sam—

—Ya tengo once— Presumió la menor, levantándose de la cama de su hermana mayor. —Buenas noches Lili—

—Buenas noches Lili, nos levantaremos temprano— Avisó Diego, saliendo de la habitación.

—Buenas noches a los dos— Contestó Lili, con una pequeña sonrisa.

Fp vió a sus otros dos nietos salir de la habitación y luego se acercó a Lili, preocupado. —¿Qué tienes mi niña? ¿Aún no has podido dormir?—

Lili negó, soltando un suspiro. —Pero lo voy a intentar. Buenas noches abuelo—

—Buenas noches mi niña— Contestó Fp, acercándose a dejar un beso en su frente para después salir de la habitación y cerrar la puerta.

Lili suspiró y se dejó caer en la cama con Milo acurrucándose a su lado, frustrada.

Tenía muchas preguntas que aún no podían ser contestadas.

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Al día siguiente, Betty y Jughead partieron a casa con su bebé después de mucho papeleo en el hospital. No veían la hora de estar en casa tranquilos con sus hijos todos juntos y ahora iban a poder cumplirlo.

Al llegar a casa, todo estaba en total silencio y eso los extrañó bastante. Sabían que sus hijos mayores iban a estar ahí, pero esperaban escuchar más ruido.