Era temprano aún, pero Betty y Jughead ya tenían su desayuno y el de sus hijos listo y la bebé aún dormía. Ambos sólo estaban pendientes a que los niños bajaran a desayunar.
—Los niños están tardando. ¿Los voy a buscar?— Preguntó Betty, preocupada, terminándose su jugo de manzana.
—Bajan en un momento preciosa, tranquila— Aseguró Jughead, poniéndose de pie después de terminar el desayuno y besando la frente de su mujer. —¿Ya te dije lo hermosa que te ves hoy, bebé?—
Betty sonrió, sonrojada. —Te amo Jug—
—Y yo a ti mi amor— Contestó el ojiazul, dejando un beso en su cabeza.
—Mamá, papá... — Los llamó Diego, bajando las escaleras con una expresión de preocupación.
—Mi niño...— Respondió Betty, poniéndose de pie, mirándolo. —¿Por qué Lili no está contigo mi amor?—
—Campeón...— Lo llamó Jughead, acercándose a él y dejando un beso en su cabeza. —¿Cómo estás? ¿Dónde está tu hermana?—
—Lili no puede respirar otra vez papá— Avisó preocupado el menor.
Jughead sintió su corazón quebrarse y miró a su hijo. —Toma tu desayuno, iré a verla—
—Ahora regresamos mi amor— Avisó la ojiverde mayor, corriendo hacia las escaleras junto a su esposo.
Ambos adultos fueron hasta la habitación de Lili. Las puertas de las habitaciones de los niños nunca estaban cerradas con seguro, por lo que pudieron abrir la puerta de esa habitación sin problema.
Entonces Lili estaba sentada en su cama, ya con el uniforme puesto, pero estaba usando su inhalador porque no podía respirar.
La pequeña asintió mientras aún usaba su inhalador para tener un poco de aire y Betty miró a Jughead, preocupada.
—Chiquita, mírame— Pidió Jughead, sentandose al borde de la cama junto a la niña y sentandola en su regazo. —Mirame, mira a papi. Respira, no te alteres. Mira, respira conmigo—
Lili lo miró y trató de respirar profundo, sin alterarse como Jughead le estaba enseñando. En todo ese tiempo, Jughead había aprendido a tratar a Lili, tomando en cuenta sus problemas respiratorios. Se había aprendido sus horarios para sus medicinas y las medicinas que tomaba, también sabía qué hacer en caso de que la niña tuviera un ataque, como por ejemplo ahora.
—¿Lo tienes bajo control?— Le preguntó Betty a su esposo.
Jughead asintió, aún con Lili en su regazo. —Lo tengo bajo control. Lili, mírame— Le habló otra vez a la niña mientras ésta seguía con el inhalador. —Vamos, inhala y exhala despacio princesa, despacio—
—Voy a llevar a Diego al colegio rápido y luego regreso, no puedo dejarte solo mucho tiempo con las dos niñas— Avisó Betty, mirando a su hija. —Lili, mi amor... Has todo lo que te diga papi, yo voy a llevar a tu hermano al colegio. ¿Bien?—
Lili asintió, aún luchando por respirar con ayuda del inhalador y Betty se fue de la habitación, le echó un ojo a la bebé, la cuál aún dormía tranquilamente y luego fue hasta la mesa en la que el niño desayunaba.
—Diego, mi amor... Vamos al colegio. Tu hermana está malita y va a tener que quedarse— Le avisó Betty al niño, acercándose a él. —¿Desayunaste y recogiste tu almuerzo bebé?—
Diego asintió, algo desanimado y fue con Betty hasta el auto. Ambos entraron y la ojiverde empezó a conducir al colegio.
Pero desde el espejo retrovisor vió a su hijo muy callado y desanimado en el asiento trasero.
—Bebé...— Lo llamó Betty, deteniéndose frente a un ascensor. —¿Qué tienes mi amor? ¿Estás preocupado?—
Diego asintió, con la mirada baja. —No me gusta cuando Lili se enferma—
—A mi tampoco mi amor, pero no te preocupes, ella se pondrá bien. Tranquilo, te amo hijo— Le dijo Betty, empezando a conducir nuevamente cuando el semáforo dió luz verde.
Diego sonrió levemente. —También te amo mami—
Betty llevó al pequeño al colegio mientras en casa Jughead aún intentaba calmar a Lili, quien aún luchaba por respirar.
—Inhala y exhala despacio mi amor, despacio— Le pidió Jughead, colocando una mano en la frente de la niña. —Demonios... Tienes fiebre Lili. Eso no es bueno—
—Llegué— Avisó Betty, entrando a la habitación y sentandose en la cama junto a su esposo e hija. —¿Todo en orden?—
Jughead la miró y negó. —Tiene fiebre, Betts. Sus labios están morados, no me gusta su color—
Betty suspiró, colocando una mano en la mejilla de su hija. —Tiene bastante fiebre, vamos al hospital, llevaremos a la bebé—
Lili miró a su madre y negó. —No, no... Hospital no— Negó con dificultad.
—Bebé... Hay que llevarte al hospital ya. Tienes fiebre y tú color indica que no te está llegando oxígeno. Nos vamos— Exigió Jughead, tomando a la pequeña en sus brazos. —Betty, ve por la bebé—
Betty asintió y fue por la bebé de tres meses rápidamente, la cuál seguía dormida. Samantha despertó, Betty la cambió y la alimentó lo más rápido que pudo y junto a su esposo y su hija mayor fueron hasta el auto para llevar a Lili al hospital.
Estaban asustados. El asma de Lili podría empeorar en magnitudes catastróficas si contraía alguna gripe o resfriado.
Llegaron al hospital y Jughead llevó a Lili al área de emergencias de inmediato mientras Betty sostenía a la bebé. La ingresaron de inmediato, la pequeña se estaba asfixiando.
Luego Lili estaba en una camilla, con una máscara de oxígeno y una vía intravenosa. Su color aún no era satisfactorio, pero al menos le costaba menos respirar.
—Quiero irme a casa... Me duele mucho el pecho y no quiero tener esto en mi brazo— Pidió Lili en un hilo de voz, con los ojos cristalizados.
Betty suspiró, mirando a su hija mayor mientras aún sostenía a la bebé. —Mi pequeña... No puedes irte, pero papi y yo estamos aquí, tranquila—
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Esto me parte 💔 el alma 🥺
Bueno, feliz año nuevo amores 🤩 lamento empezarlo con un capítulo de éste tipo, pero les deseo lo mejor de lo mejor en éste nuevo año, los amo ❤️
