65

120 20 54
                                    

Esa semana de Luna de Miel en París estuvo llena de aventuras juntos que nunca iban a olvidar. Se la pasaron paseando por toda la ciudad y teniendo sexo con cada mínima oportunidad.

Pero ya esa semana había pasado y había que regresar a Miami a trabajar y estar con lo que más extrañaban. Sus hijos, sus niños, sus pequeños...

....................................................................

Después del almuerzo, Lili y Diego estaban en casa de los Jones y ya sabían que sus papás llegaban ese día, pero ya estaban perdiendo la paciencia mientras jugaban con bloques en el inmenso piso de la sala.

—¿Cuando dijeron mami y papi que vendrían?— Preguntó Diego, armando un camión con bloques.

—No lo sé, parece que no es hoy— Dijo Lili, armando un pequeño edificio.

Fp se sentó en medio de los dos niños y besó la cabeza de ambos. —¿Qué hacen mis nietos favoritos?—

Diego suspiró. —Esperando a mamá y a papá—

—¿Van a venir de noche?— Preguntó Lili, mirando al mayor.

—Niños— Los llamó Gladys, acercándose con una sonrisa. —Recuerden que la hora de aquí es diferente a la hora que tienen en Francia—

—¿Dónde están los niños consentidos de papi?— Preguntó Jughead, entrando a la casa con los brazos abiertos, arrodillándose.

Lili y Diego vieron a Jughead y los ojos de ambos brillaron, corriendo a él.

—¡Papi!— Chillaron ambos pequeños, corriendo hacia el.

—Mis pequeñitos...— Contestó Jughead, abrazándolos con no demasiada fuerza y llenándolos de besos. —Los amo demasiado niños, los extrañé—

—¿Y mami?— Preguntó Diego, separándose.

—¿Mami se quedó en Francia?— Preguntó con miedo la niña.

—Mami está aquí— Respondió Betty, acercándose con dos boinas francesas en mano.

—¡Mami!— Chillaron una vez más los pequeños, corriendo a ella y abrazándola.

—Mis preciosos angelitos...— Contestó Betty, besando la mejilla de cada uno y luego colocándoles las boinas, la de Lili color rosa fucsia y la de Diego roja.

—¡Me gusta mucho!— Admitió Lili, dando saltitos, emocionada. —Gracias mami—

—Gracias mami, me gusta— Admitió Diego, acercándose a besar la mejilla de Betty. —Te amo mami—

Betty sonrió, reincorporándose y mirándolos con una sonrisa. —Los amo demasiado pequeños. Por ustedes lo que sea—

—Papi también les trajo regalos, pero ya nos vamos a casa— Avisó el ojiazul, tomandolos a ambos en sus brazos con una sonrisa.

Betty se acercó a sus suegros. —Mil gracias. Se portaron bien... ¿Verdad?—

—Ay linda... Nuestros nietos son unos ángeles— Aseguró Gladys con una sonrisa.

—No quisiera que se los llevaran— Admitió Fp.

—No te preocupes abue, los queremos mucho— Dijo Lili con una sonrisa, aún en brazos de Jughead.

—Vendremos muy pronto— Aseguró Diego, mirando a su padre mientras éste aún lo sostenía. —¿Verdad papi?—

Jughead asintió, besando su mejilla y luego mirando a sus padres. —Gracias por cuidar de nuestros pequeñines, nos veremos muy pronto—

Mi Otra Mitad "Bughead"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora