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Después del cumpleaños de los niños, sólo hubo más unión de Betty y Jughead como pareja, con sus hijos y los cuatro como familia.

Betty veía a Diego como su hijo y Jughead veía a Lili como su hija, aunque no lo fueran para nada. Pero entre ellos había un cariño tan mágico y tan especial que los unía más que cualquier vínculo de sangre.

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Un día común en el que Jughead estaba en la empresa, justo en su oficina mientras charlaba con Sweet pea sobre trabajo y la agenda de la semana. Betty no estaba, estaba en otra de las empresas de Jughead, pero del otro lado de la ciudad.

—Hay dos asambleas el jueves y vienen unos extranjeros el viernes, dicen que vienen en la tarde— Anunció Sweet pea con una iPad en mano.

Jughead suspiró. —¿En la tarde? Diles que vengan más temprano Sweet pea, al menos después del medio día para reunirnos un rato—

—Lo intentaré, pero dudo que acepten— Admitió Sweet pea.

—Pues que se vallan al diablo Sweet pea. Tengo una vida, tengo responsabilidades... Tengo un hijo. Bueno... Dos hijos ahora— Admitió con una sonrisa.

Sweet pea alzó una ceja. —¿Dos hijos? ¿Acaso ya embarazaste a Betty?—

—¿Qué? No— Negó Jughead, sonrojado. —No, Sweet pea. Es Lili, Lili es como mi hija—

—Ah...— Contestó Sweet pea. —Bueno... Hablaré con ellos. Les daré tu mensaje y yo te paso sus respuestas—

Jughead asintió. —Excelente, gracias Sweet pea—

Sweet pea asintió y se retiró de la oficina de Jughead cuando el ojiazul recibió una llamada que le sacó una inmensa sonrisa.

Era su novia, el amor de su vida.

En la llamada...

—Amor...— Habló Jughead, con cierto tono de alegría en su voz. —¿Cómo estás preciosa?—

—Juggie, amor...— Contestó Betty con entusiasmo y el sonido de un millón de autos. —Estoy atrapada en el tráfico, voy a necesitar un favor—

—Que mala suerte mi reina. Adelante, pídeme el favor que quieras— Aceptó el pelinegro.

Betty suspiró. —Estoy atrapada, un camión se volcó en medio de la autopista y no se a qué hora pueda salir de aquí—

—Pero no te pasó nada... ¿Verdad?— Preguntó Jughead, preocupado.

—Tranquilo Juggie... No me pasó nada. El camión se volcó cuando yo aún no había salido de la empresa y ahora estoy atrapada en el tráfico— Contestó Betty, soltando un suspiro ante el ruido incesante de los vehículos. —¿Puedes por favor recoger a Lili al colegio por mi?—

—Pero claro mi amor, será un placer— Aceptó Jughead con una sonrisa. —Llevaré a Lili conmigo y con Diego y cuando salgas del tráfico puedes ir por ella a nuestra casa—

—Ay Jug eres mi héroe, te amo— Aseguró Betty.

—Y yo a ti mi vida, por ti y por nuestra pequeña lo que sea— Aseguró el ojiazul, contento.

—Nuestra pequeña...— Repitió Betty, casi sin poder creer lo que su novio dijo.

—Si, nuestra pequeña. Pero hablando de nuestros pequeños... Ya debo ir a buscarlos al colegio mi amor, no te preocupes, estarán con súper papá. Nos vemos luego— Se despidió. —Te amo—

Mi Otra Mitad "Bughead"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora