Al día siguiente, Betty y Jughead despertaron por la claridad que entró por el ventanal de la habitación y aún estaban totalmente desnudos y bien abrazados, sintiendo el calor del otro.
Se sentía tan bien estar así, abrazados, acurrucados... Quisieran estar así todo el día.
Pero claro... Ambos tenían hijos y no tardaban en despertar, si es que aún no lo habían hecho.
El primero en abrir los ojos fue Jughead y admiró a su novia dormida, pero entonces ella también despertó y sonrió al verlo a él y encontrarse con su mirada, esa mirada que él le dedicaba a ella.
Él la miraba como si tuviera lo más hermoso frente a él, esa era una cualidad que ella amaba de el.
Entonces él la abrazó, pegándola más a él. —¿Cómo estás hermosa?—
—Jamás había estado mejor— Contestó Betty, cerrando los ojos y abrazándose más a él. —Te amo—
—Yo más, hermosa— Dijo Jughead, besando su cabeza. —Vamos a levantarnos, tenemos dos hijos que cuidar—
—¿Quieres bañarte conmigo?— Preguntó Betty, buscando su mirada.
—No hace falta preguntar eso, así ahorramos tiempo preciosa— Admitió Jughead, divertido, dejando otro beso en su frente.
Se levantaron de la cama, sintiendo que habían pasado la mejor noche de sus vidas, enamorados y en el aire de tanta felicidad. Ambos entraron al baño para prepararse y luego ir por sus hijos, pero el hecho de bañarse juntos implicaba no salir del baño por un buen rato.
Después de lavarse los dientes, Betty fue la primera en meterse a la bañera con agua tibia y luego le siguió Jughead, abrazándola y pegándola a su pecho. Ella se abrazó a él y ambos cerraron los ojos, sintiéndose en el paraíso.
La primera vez que se metían a la bañera juntos, era un momento que se quedaría en sus memorias para siempre.
Jughead dejó varios besos en el cuello de su novia, aún abrazándola. —Podria estar todo el día aquí contigo preciosa—
Betty sonrió y levantó la mirada para besar sus labios. —Tambien yo, pero no tardemos. Tenemos hijos—
Jughead soltó una risa, dejando repetidos besos en su rostro. —Tienes razón, vamos a apurarnos—
Tomaron un baño juntos, luego fueron a la habitación y se pusieron una ropa cómoda, ropa deportiva para ser más exactos. El ojiazul se colocó un pantalón deportivo negro y una camiseta negra también mientras Betty se colocó una camiseta blanca y unos pantalones deportivos color lila.
Cuando Betty tocó la puerta de la habitación en la que se suponía que estaría su hija, ella no estaba. Cerró la puerta y se acercó a Jughead, quien andaba en ese mismo pasillo.
—Lili no está ahí— Avisó, confundida.
—Diego tampoco está en la suya, a lo mejor ya despertaron, ven— Dijo, tomando su mano para bajar las escaleras.
Efectivamente los niños ya estaban despiertos; Cuando Betty y Jughead bajaron las escaleras y se acercaron a la sala, solo se escuchaban las risas de los niños y ellos estaban en la sala principal, frente a una TV pantalla, comiendo cereal y leche mientras veían Tom y Jerry.
—Niños... — Los llamó Betty, acercándose.
—¿Desde cuándo están despiertos?— Preguntó Jughead, acercándose a los niños al lado de Betty.
Diego los miró. —Desde hace como una hora—
—Yo desperté y después Diego tocó la puerta de la habitación— Explicó Lili, llevándose una cucharada de cereal a la boca.
—Entonces nos alistamos para bajar y le dije a la cocinera que hiciera desayuno, pero Lili y yo solo queríamos cereal— Continuó Diego, volviendo a mirar la TV.
Betty y Jughead se miraron, divertidos.
—Tienen cuatro años— Les recordó Jughead, sentandose al lado de ambos niños. —¿Cómo pueden ser tan independientes y tan listos?—
—No hay que ser muy listos para levantarnos y pedir desayuno papi— Opinó Diego, mirando a su padre con diversión.
—Mami... Jughead...— Los llamó Lili, mirándolos. —¿Ustedes durmieron juntos?—
Betty y Jughead se miraron, sonrojados y sin saber qué responder.
—No nena, no dormimos juntos mi amor— Mintió Betty, con una pequeña sonrisa.
Lili se encogió de hombros y volvió toda su atención a la TV al igual que Diego cuando una de las cocineras se les acercó.
—Señor Jones... El desayuno está listo. ¿Dónde lo quieren recibir?— Preguntó.
—En el parque del jardín principal por favor— Pidió Jughead, mirando después a su novia. —¿Ahí está bien amorcito?—
Betty asintió con una pequeña sonrisa y se fue con su novio al jardín principal, que tenía un pequeño parque con columpios, un trampolín, un tobogán, varias mesas, árboles y algunos bancos. Ahí les sirvieron el desayuno, los pequeños prefirieron quedarse mirando TV dentro de la mansión.
—Veo que adaptaste todo esto para tu hijo— Admitió Betty, mirando todo a su alrededor, encantada mientras comía sus panqueques con fruta.
—Solo éramos mi hijo y yo, pero ahora tenemos con quiénes compartir todo esto— Admitió Jughead con una sonrisa, mirándola. —Entonces lo de anoche... ¿Realmente te gustó? ¿Lo disfrutaste?—
Betty lo miró y se sonrojó. —Me encantó... Tenemos que repetirlo pronto—
Jughead sonrió, sonrojado. —Y respecto a lo que me dijiste del padre biológico de Lili... ¿Algún día le contarás la verdad?—
Betty suspiró, jugando con la fresa en su tenedor. —Debería hacerlo, pero Lili es solo una niña, cuando tenga edad le diré la verdad—
Jughead asintió y tomó las dos manos de Betty por encima de aquella mesa. —Te amo, eres maravillosa—
Betty sonrió con las mejillas rojas, mirándolo. —Te amo. Pero creo que Lili y yo ya deberíamos...
—Betty— La interrumpió, poniendo mala cara. —Ustedes no van a irse, no ahora—
—Pero Jug...
—Pero nada. Ustedes se irán en la noche. Mientras tanto tu y mi niña se quedarán aquí conmigo— Exigió Jughead, firme.
Betty sonrió. —De acuerdo, te amo—
Luego los niños se cansaron de ver la TV y Diego llevó a Lili a aquel parque, ambos balanceándose en los columpios de ese pequeño parque, felices de tener ese parque para ellos dos solamente.
Y Betty y Jughead sólo disfrutaban mirando a sus hijos felices, eso era lo más importante.
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Fin de semana en familia 😍😍
Veo que quieren bebé Bughead 😏 ¿Qué dicen? Y si hay bebé... ¿Quieren niño o niña? 😏
