CAPITULO 13

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SANDY

—Yo... soy su alma... gemela.

Me rio conmigo misma sin creer que lo fuera. Me pellizco a mi misma para saber si no estoy soñando, evidentemente no lo estoy.

"Ay no!... yo lo eché de mi casa"

Recuerdo que lo eché y le dije cosas horribles. Mi mente me empieza a gritar que no volverá a buscarme por como lo traté. Me reprendo a mi misma y me quito esos pensamiento ya que estaba asustada y lo que dije fue porque tenia miedo porque casi me matan al dejarme seca sin sangre.

Mantuve la calma y esperé a que mi hermana llegara, si las chicas decían la verdad entonces vería con mis propios ojos lo que hizo él después de que lo corrí.

—¿Por qué quieres venir a la escuela tan tarde?

—Quiero comprobar algo.

Ambas gritamos del susto cuando algo suena. Mi hermana me toma de la mano y me dice que nos vayamos, pero yo quería seguir así que fui hasta mi salón de clases.

—¡Ay dios mío!... —mi hermana abre sus ojos por completo —Parece que un tornado pasó por aquí.

Ver el enorme desastre me hizo muy feliz. No pude ocultar mi felicidad y mi hermana me pregunto si estaba feliz porque no vendría a clases así que le expliqué lo que sucedió.

—¡Que te mordieron! —ella me quita la bufanda del cuello —¡Pero que mierda!... no, es que definitivamente matare a esos malditos, vamos por mi estaca y mi pistolas.

—Ya no tienes que hacer nada —sonrío feliz —Él ya se encargó de ellos.

Otro pedazo de pared cae al suelo.

—Supongo que sí. —dijo Keith viendo el desastre —Pero que fuerza la de ese chico, eh.

—Ni que lo digas.

Según el correo que recibió mi hermana, todos los estudiantes afectados por la pelea, recibirían sus clases en el modulo f que se encontraba en el otro extremo de la academia para así no suspender las clases.

Volví a la escuela como siempre y mientras caminaba hacia el modulo f escuché lo que las chicas decían de Bastián y de lo fuerte y sexy que es. Si de por si antes lo veían como su presa, ahora parece que lo van a devorar vivo con los ojos por demostrar su potencial.

Un auto ruge con fuerza y claro que conozco ese sonido perfectamente. Era su auto. Volteo y sus hermanas salen de su auto y luego él, nuestras miradas se cruzaron haciendo que mi corazón volviera a la vida y sanara por completo.

Sus hermanas me sonríen y me hacen sonrojar al decirme que me darían tiempo de hablar con él.

—No te demores, cuñada.

—C–Cuñada...

Adara me guiña un ojo y su hermana la jala negando con su cabeza porque siempre habla sin pensar.

—Pecas. —me tenso cuando siento que está detrás de mí. Volteo y al verlo siento que mi corazón se me sale por la boca —Sandy... ¿sigues mejor?

—S–Si. Estoy mejor. —trago grueso por la forma tan intensa en que me ve —Oí lo que pasó ayer cuando... te eché de mi casa. ¿es... cierto?

—Si. Lo es —se acercó a mí. —Lo siento.

—Soy yo la que te debe una disculpa —me avergüenzo —Tú me salvaste y yo me desquité contigo.

—Sandy. Lamento mucho no darme cuenta antes.

"Se disculpa porque no se dio cuenta que era su alma gemela"

Por dos días seguidos, Bastián no se apareció por la escuela y sus hermanas tampoco. Estaba preocupada así que fui a su casa a verlos. Toqué un par de veces hasta que unas de sus empleadas me abrieron la puerta. Pregunté por ellos y me dijo que él no se encontraba pero que las chicas sí.

Me llevó hasta el jardín y las vi, iba a saludar pero una de ellas salió disparada contra mi haciéndome correr a un lado.

—¡Maldita sea Adara! —se quejó Aine —No puedes usar toda tu fuerza conmigo.

—Perdón, pero me es difícil controlarla cuando me quito el brazalete. —Adara vio mi cara de terror —¡Sandy!

Corre hacia a mi saludándome. Y de la nada Aine la atacó de la misma forma, mi boca se abrió al ver sus colmillos salir y sus ojos cambiar.

—¡Esos trampa! —Adara apareció a nuestro lado —Me tomaste desprevenida y eso es sucio.

—Estamos a mano —Aine sonríe victoriosa y se pone un brazalete —¿Qué haces aquí Sandy? —se dirige a mí.

Observo el brazalete y no pude contenerme en saber porque lo usaban. Siempre se los vi en la muñeca todos los días, pero creí que era parte de sus accesorios a la moda.

—Son brazaletes que nos permiten controlar nuestra fuerza. Así no mataremos a alguien si nos provocan.

—Es por precaución —dijo Aine.

—¿Todos usan uno?

—Solo nosotras lo usábamos hasta ahora —se burla —Ahora nuestro hermanito debe usarlo por semejante desmadre que hizo en la escuela por una chica.

Mi cara se ruboriza y Aine la golpea.

—Por alguna razón, nacimos con una fuerza tan... letal que equivale a la fuerza de mil hombres, y no podemos controlarla.

Palidezco por completo.

—¿U–Ustedes... enserio?

—Desgraciadamente. —dijo Adara con desagrado —Tal vez se deba a que nuestros padre es descendiente de los primero lobos que pisaron la tierra. —suspira molesta —Es tedioso tener que contenernos, prácticamente esto es como una jaula para nosotros —señala sus brazaletes.

"¡Pero quienes son mis amigas, no puedo creer que incluso se vean como chicas normales!"

—D–Dijiste que Bastián ahora los usa.

—Él era el único que podía controlar de los tres, pero después de lo que pasó, nuestro padre lo obligó a usar una jaula como nosotras. Oh mira, ahí viene.

Él venia hacia nosotras y no traía nada cubriendo el torso, mi ojos no pudieron contenerse, admiro su cuerpo como un monumento, es un chico de mi edad, pero tenía un cuerpo muy trabajado, podía ver los cuadros en su estómago.

Lo que llamó mi atención es el enorme tatuaje que lo cubre. Era una enorme luna creciente acostada dentro de un círculo con trazos extraños, encima de la luna tenía una runa extraña, pero sabía que la había visto en alguna parte. Una espada atraviesa el circulo, había unas extrañas letras en los diminutos espacios.

—¿Tanto así te gusto pecas?

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