CAPITULO 46

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—S-Soy ...Maite Linwood, .... Una vieja compañera... de Sandy.

—Ooh, así que son amigas.

Un golpe en seco resonó fuerte frente a mi, el vampiro ya no se encontraba si no el guardián de la casa de Sandy.

—Señorita, vuelva.

No me podía mover, estaba inmóvil por el miedo, el guardián me habla que vuelva pero mi alma me grita que no hasta que un grito salió de mí boca cuando vi al guardian escupirme sangre en la cara, mi vista viaja a su pecho donde veo una mano atravesarle, algo se mueve en el puño de la mano. Aterrorizada caigo sentada al ver que es su corazón.

El guardián cae muerto en el pavimento, el vampiro que lo mató tiene una sonrisa escalofriante, él me mira fijamente mientras devora el corazón del guardián por completo, comienzo a llorar al ver que iba a morir de la misma forma.

Me toma del cuello mostrándome esa sonrisa siniestra mientras siento como comienza a herir mi pecho.

—¡¡Aléjate de ella!!

El vampiro salió volando dejándome caer. Mis ojos la ven, es ella otra vez, me volvió a salvar la vida, Sandy cae de pie frente a mí. Sus ojos no poseen el miedo que se apoderó de mi cuerpo. Está no es la Sandy que conocí antes.

—Maite vamos, —keith me toma de los brazos para ponerme de pie y subir a la camioneta que está en sentido contrario.

—Sandy...

—Estará bien.

Keith pisa el acelerador, mis ojos miran hacia atrás y veo que alguien aparece a su lado, y la ayuda a enfrentar aquel vampiro.

"Lo vi, es el mismo chico de la moto"

Él la ayuda a impulsarse y ella atraviesa su corazón con una espada como si fuera una guerrera.

Entramos a la casa y Keith me grita por la estupidez que hice. Minutos después Sandy entra, sus ojos se vuelven oscuros, mi cara se volteó con la abofetada que me dio con una fuerza que me dejó aturdida.

Vuelvo mi vista a ella sin creer que me haya golpeado.

—¡¡Como fuiste tan estúpida de huir a mitad de la noche!!! —me grita furiosa —¡Te das cuenta que nos costaste a un vampiro que solo debía cuidarte.

—Pecas, cálmate —el chico más atractivo que había visto en mi vida le habla a ella y ni siquiera me presta atención a mi —Ya no puedes hacer nada...

—No te metas en esto Bastian y no la defiendas. —ella le grita como si fueran algo más —Le dije claramente que no saliera de esta maldita casa, pero como es una estúpida niña consentida que solo piensa en sí misma...

—¿Entonces era Mario... el que estaba muerto? —pregunta keith interrumpiéndola.

—Si. —responde Sandy. Sus ojos azul profundo me miran con furia —Por tu culpa, una esposa e hijo se quedaron solos.

No pude soportarlo más y la abracé sin contenerme y lloré como nunca antes lo hice pidiéndole perdón. Lloré en su pecho como una niña pidiéndole perdón por todo y por haber sido tan cruel y falsa con ella.

Me aferro a la única persona que a pesar de lo escoria que fui con ella me salvó una vez más cuando pudo haberme dejado morir. Creía que sería mi fin pero ella llegó y me salvó una vez más de la muerte y el sufrimiento.

—Perdóname.... P-perdóname por favor, Sandy.

Ella suspira y me abraza al verme descontrolada, le pido que no me vuelva a dejar sola, le suplico que no me deje más sola.

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