Linajes

EPILOGO

He llegado lejos con un solo objetivo. Estar a su lado. Pero ¿a que costo? Sacrifiqué toda mi vida y mi futuro. Soñaba con graduarme de la mejor universidad del país para que mi hermana tuviera un apoyo más y no tuviera que cargar con todos los gastos de nuestra pequeña familia. Nos iríamos del pueblo para vivir en la ciudad, ese era mi plan desde el principio hasta que él apareció en mi vida.

Se metió en mi vida sin que lo supiera, sabia todo de mí, pero yo no. Hizo cosas horribles, entre ellas matar a sus parejas legitimas y ni siquiera siente remordimiento alguno por ello. Encima también se encargó de mi alma gemela, por supuesto que Pietro me hubiese matado si lo hubiesen dado otra oportunidad, no estoy feliz por su muerte, pero tampoco me alegra.

¿Pero qué diferencia hay entre él y Bastian? Él me dijo sin pelos en la lengua, me mataría si algún día dejo de amarlo. "algo estúpido de pensar porque esta arraigado a mi ser como si fuéramos uno en verdad". Mi corazón enloquece cuando me mira, mi respiración se acelera cuando se acerca a mí y se detiene cuando siento sus caricias sobre mi piel y cuando me besa,... dios, siento que moriría en sus brazos si deja de besarme.

Desde que mató a esa chica no volví a salir de mi habitación y él no intentado sacarme por la fuerza respetando mi paz y mi soledad porque es lo único que necesitaba ahora mismo. Paz y soledad para pensar con calma antes de tomar una decisión. No le temo a que me mate, eso no importa para mi.

Alguien toca la puerta, Tristán anuncia a la madre de Bastian. Me pide dejarla pasar y con esta ya van diez días seguidos que pide verme así que le dije que podía hacerlo, que dijera lo que tenía que decir para que me deje sola.

La escucho entrar y cerrar la puerta detrás de ella.

—Creí que habías salido de la habitación.

—¿Para qué? —fui tajante porque aún no poseo rencor y resentimiento en mi corazón —Para seguir siendo engañada por alguien que cree que me protege al ocultarme cosas sumamente importantes como por ejemplo de que no soy su verdadera alma gemela.

Sus ojos me recuerdan a los de Bastian, verdes como la naturaleza, pero en su mirada es diferente a la de él, en ella hay amor y comprensión a diferencia de su hijo que son fríos como el hielo con un atisbo de crueldad que notas cuando lo miras fijamente.

—Todos estamos tan desconcertados como tú. —no se mueve de su lugar. —Jamás pensaron que fuera capaz de llegar a esos extremos.

Ladeo una sonrisa llena de amargura.

—Por lo que acaba de decir me doy cuenta de que sabía la clase de monstruo que es él.

—Lo sospechaba. —da dos pasos al frente. Coloca sus manos detrás de su cuerpo. —Desde pequeño, él siempre fue muy neutral, su mirada siempre se veía sombría, neutral pero nostálgica, como si algo le faltara en él y eso me preocupaba porque era muy pequeño para en ese entonces. Sabía que era inteligente y astuto, pero nunca creí que fuera un manipulador de esa categoría, nunca pensé que fuera capaz de engañar incluso a su propia familia. —puedo ver por su tono de voz que esta preocupada. —Tampoco puedo creer que fuera en contra de la madre naturaleza al matar a sus parejas. Eso... es...

—Aterrador. —mascullo viéndola a los ojos y veo el miedo en ella.

—Si. Nuestras parejas son la esencia de nuestro ser. El ancla que nos mantiene en equilibrio. Sin ellas nos convertimos en monstruos sin alma o morimos al no soportar su muerte.

—Su hijo mató a ambas y era consciente de ello. —aclaro. —Creí que la oscuridad se había apoderado de él y que eso lo hizo matar a Lía, pero ahora me doy cuenta de lo equivocada que estaba, la oscuridad no se apoderó de él si no que él se apodero de la oscuridad haciéndose una con ella.