CAPITULO 15

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Mi alma grita su nombre, y mi voz solo puede decirlo en susurro.

—¡¡Bastián Collins!!

Me separo de golpe, pero él no, cierra sus ojos y murmura un "maldición" mientras apoya su frente sobre mi pecho. Me levanto enseguida y el también. Sus hermanas lo reprenden diciéndole que no pierde un segundo para querer comerme.

—Es lo normal. Es mía, tarde o temprano va a pasar. —me mira a mi y me sonríe cálidamente —Te veré luego pecas.

Rueda sus ojos cuando escucha los reproches de Aine así que desapareció para no escucharla más.

—Sandy —me toma de los hombros —No caigas en la tentación. Mi hermano es jodidamente sexy, pero contrólate si no tu hermana nos matara a nosotras.

La puerta se cerró de golpe haciendo que nos espantáramos. Adara apoya su oído contra la puerta y luego corre hacia nosotras.

—No creerán lo que encontré.

—No me digas que otra vez te metiste a la habitación de papá.

—No. —mueve su mano sin importancia —Fue en la habitación prohibida.

—¡Qué! —gritó Aine pálida —¡Adara, papá te va matar si se entera...

—Si no se lo dices, no lo hará. Mira

Ella nos muestra una vieja fotografía. Posiblemente sea del año 2006. Era su padre, había una niña y un niño y una mujer de cabellos blancos y ojos color esmeraldas como los de Bastián.

—Si te das cuenta, ese niño, es el tío cris, papá y mamá —sonríe emocionada —Mírala, tiene nuestro cabello y los ojos de Bastián.

—Si... definitivamente es ella. —me acongojo cuando veo que va llorar —Es muy bella.

—¿Acaso... no la recuerdan?

—Nuestros padres no se conocieron de la mejor forma, por eso no hay fotografías de ella en la casa. —mira a la chica que parece tener nuestra edad —Con razón papá la sigue amando. Es muy preciosa.

—¿Y quién es la niña? —pregunto curiosa, pero dicen no saberlo.

—Bastián estaba antes de que yo entrara. Lo escuche decir que saldría. Seguramente sabe algo que nosotras no. —Aine dice que hay que seguirlo y eso nos desconcertó porque es demasiado correcta para todo —Aine.

—Muévanse o lo perderemos el rastro.

Ellas toman algunas cosas, pero las detengo diciendo que las esperaría en la casa y ellas se niegan.

—Como iré con ustedes, soy humana.

—No seas tonta, Aine se convertirá y te llevará en su lomo.

Intento no interferir en sus asuntos, pero me recuerda que al ser la novia de su hermano lo hace también mi problema y me arrastran afuera. Dudosa insiste en quedarme, pero guardo silencio cuando escucho que algo cruje y luego veo a mi amiga Aine convertirse en una enorme loba.

—¿Aine? —dije impactada de ver a la loba mitad negra y blanca sacudirse —Es sorprendente.

Adara me saca un susto cuando me carga y me deja sobre el lomo de su hermana. Me sonríe y dice que me agarre fuerte.

—No creo que...

Suelto un grito cuando Aine comienza a correr hacia al bosque, anclo mis piernas a su cuerpo y mis manos se aferran a su pelaje, ella salta sobre las piedras y continúa corriendo sin bajar la velocidad. El aire frio del atardecer me cala el rostro erizando los vellos de mi piel, abro mis ojos y me doy cuenta de que es como montar a un caballo pero más veloz y ágil.

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