CAPITULO 23

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Mi cuerpo no reacciona, estaba paralizado al verla. Mi padre tenía razón al decir que me parecía mucho a ella. Me mira como si fuera una amenaza, sigue sin reconocerme.

Nuevamente estaba aquí. Pero no había vuelto por nosotros. Su objetivo era otro y me doy cuenta que era Sandy.

—¿Dónde está la mujer? —ella me ve como su enemigo así que no puedo confiarme

—No te metas en esto niño. —su voz me estremeció. Era dulce y pacifica pero al mismo tiempo aterradora —O voy a matarte.

Ladeo una sonrisa torcida. Mi propia madre, la que me dio la vida me dice ahora que me la va a quitar si me meto en su camino.

—Me diste la vida y ahora me dices que me la quitaras si me meto en tu camino.

—No tengo hijos así que...

—Entonces dime porque poseo los mismos ojos que tú —me mira fijamente dándose cuenta de ello —De los tres hijos que tienes, mi padre recalca que soy yo quien se parece a ti.

Ella se me viene encima y la detengo, pero no puedo resistir el filo de sus dagas, por el sello de mi fuerza no puedo darle batalla y mis manos comienzan a sangrar. sonríe burlesca seguido siento una patada que me manda a volar, al toser escupo sangre.

"Enserio ella es letal y formidablemente peligrosa"

Sonrío emocionado por darme cuenta de que papá tenía razón, heredé mucho de ella incluso su fuerza peligrosamente brutal.

—Yo no pariría a un hijo tan débil.

—Tienes razón. —escupo la sangre —Y por ello tuvieron que enjaularme, soy un peligro incluso para mi propia sangre. Papá tenía razón, eres increíblemente letal y astuta.

—Matar a niños no es lo mío así que no interfieras.

Nuevamente me meto en su camino. Puedo ver que se ve molesta por mi necedad. Ella no lo piensa dos veces antes de atacarme nuevamente. Mis pies se clavan al suelo para detenerla, pero su fuerza brutal me sobrepasa, sus ojos color carmesí me miran haciendo que me estremezca y me reprima mas por la batalla contra mi madre, mi instinto de lobo me dice obedecer su orden de madre, pero mi razonamiento me vuelve a la tierra para que entienda que no fue una orden de mi madre. No quería atacarla, pero me vi obligado a hacerlo, pero ella hábilmente tomó impulso usando mi puño haciéndome caer al suelo. Cae con elegancia de pie, su cabello liso, blanco y largo sujeto en una coleta se encontraba a un costada de su pecho.

Aunque quisiera atacarla, no puedo hacerlo. Verla a ella es como ver a mis hermanas, Adara y Aine.

—Si me sigues viendo como si fuera tu madre, morirás.

—Reconozco a mi madre por instinto, pero no es por ser mi madre que no te ataco, verte a ti, es como ver a mis hermanas gemelas. —me levanto del suelo y sacudo mi ropa —Pero si me reprimo más, las consecuencias serán mayores por eso no voy a permitir que te vayas, por lo que veo tienes conexión con la desaparición de Keith y por ello no permitiré que...

—La chica pelirroja no es tu alma gemela. —me hace callar —Si lo fuera, sentiría su esencia mezclada con la tuya.

—¿Eso importa?

—Tu obsesión por ella es por su sangre, no porque realmente la quieras. —se burla de mi —Si quieres puedo dejar que te alimentes por completo de ella antes de llevármela.

Rechino mis dientes cabreado, incluso ella me dice lo mismo. Sandy es mía, me pertenece.

—Puede que seas mi madre, pero si quieres llevartela, no tendré piedad, ella es mía y no es una maldita obsesión. No voy a dejar que ella viva el mismo infierno que viviste tú antes de encontrar al abuelo Jonathan.

Su rostro se desencaja así que lo aprovecho para atacar, me detiene haciéndome ver que soy muy lento en comparación con ella.

—Las obsesiones pueden ser la perdición de todo ser, niño. Y esa chica será la tuya.

—No me importa.

La ataco una y otra vez, pero ella hábilmente me esquiva, corre hacia a mí, se tira al suelo deslizándose en la tierra, salto y me sujeto de las ramas de un árbol. Tomo impulso con mis pies y me lanzo hacia a ella con fuerza, pero detiene mi puño a centímetros de su estómago y me arroja lejos, pero aterrizo de pie.

Se levanta del suelo con una sonrisa como si estuviera emocionada.

—El hecho de que un niño me divierta es algo nuevo.

—¿Dónde está? —pregunto tajante

Me doy cuenta que sus ojos se mueven de un lado a otro.

—Nos veremos pronto.

Ella se aprovecha de mi confusión y aparece frente a mí dejándome sorprendido por lo veloz que es, me golpea con el puño en la cara. El golpe me aturde por un breve instante. Me levanto enseguida, pero ella ya no estaba.

—No vas a escapar.

Agudizo mis sentidos y su aroma es sutil pero perceptible.

—Espera... —Sandy me toma del borde de mi chaqueta. —V–Voy contigo.

—No.

—No... te estoy preguntando. —se levanta y sacude su cabeza al sentirse aturdida —Iré, es mi hermana y no voy a dejar que los vampiros se la lleven. La recuperaré y me iré de aquí. Tenía razón, siempre la tuvo.

—Estuvieron a punto de llevarte, si no hubiese llegado...

—No necesito de tu protección, pero si te necesito para encontrar a mi hermana. Debo salvarla a cualquier costo. Mi hermana es la única que no me herirá como lo hacen todos.

Eso fue cruel pero mi expresión no lo demuestra. No sabia que ella se encontraría tan mal por que terminé con lo que empezaba a suceder entre nosotros.

Ella estaba decidida así que tuve que llevarla, me convertí en lobo y la llevé montada sobre mí, se aferra a mi pelaje y no se queja de la velocidad, la siento aferrarse de mi pelaje al sentir que aumento la velocidad. Sus pies anclados en mis costillas y sus manos aferrándose a mi me hace sentirme emocionado porque disfrutaba ver cuando era esa chica determinada y terca que se volvía valiente al proteger lo que es importante para ella.

"Es algo nuevo y me gusta"

Me detengo en seco al ver los limites de los bosques de gorgotha. Los bosques del rey de los vampiros, el rey francisco.

—Mierda —dije cabreado en mi forma humana —Todo este tiempo....

Sandy sujeta su escopeta con firmeza mientras camina dentro de los limites de gorgotha.

—¡Que diablos haces! —la detengo

—Voy por mi hermana. —me hace a un lado, pero la detengo otra vez al sujetarla del brazo.

—¡Estas demente! —murmuro viendo a todos lados. —No llegaras ni a la entrada del primer clan con vida.

—¿Clan?

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