CAPITULO 17

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El vampiro se ríe y le dice algo y de alguna forma logró persuadirlo y escapar.

Su padre camina hacia a él y le dice algo que lo hizo volver a mi. Amaba tener la atención de sus ojos, amaba tener toda su atención. Sentía que mi existencia en este mundo ahora tenía sentido.

Le di el anillo y se lo puso. Observa la herida en mi cuello. Lame su pulgar y lo pasa por ella. Toco en donde debía ir mi herida y me sorprendo al saber que no estaba.

Corrí hacia las chicas, para mi alivio dicen que solo dejará dolores de cuerpo. Puedo ver que el señor collins mira a Aine con demasía.

—No sabía que podías convertirte.

—Ah, eso. Pasó después de ponerme el brazalete antes de que nos lo dieran.

—Eres hermosa. —la ayuda a ponerse de pie —Hijas. —las mira a ambas —Lo hicieron bien, estoy orgulloso.

—Que dices papá. —dijo Adara molesta —Ese maldito vampiro nos dio una paliza y no pudimos proteger a nuestra única amiga.

—Lo hicieron. —dijo Bastián con una sonrisa —Si no lo hubieran hecho, ella estaría muerta.

—Lo dice el hibrido con la potencia de cien mil hombres. —Adara se veía molesta —Me daré una ducha super larga, ¿Vienen chicas?

Las tres preferimos irnos por nuestra cuenta y cuando llegamos a casa de los Collins, me percaté de la tensión fría y sombría que había. Ninguna de las hermanas dijo palabra alguna desde que llegamos.

—Seguramente les duele mucho. —intento alivianar el ambiente —Oigan, no se sientan así, por eso les dije que hubiera sido mejor esperarlas aquí, ahora soy yo la que se siente mal al ver sus caras. —aun siguen en silencio —Oyeron a Bastián, me protegieron de no ser así estaría muerta. La única que no hizo mas que estorbar... fui yo.

Ellas me vieron y notaron la impotencia que tenia.

—No digas eso. Es normal si eres una humana. Te habría matado de no ser por nosotras.

El ambiente cambió cuando ellas me abrazaron al verme llorar. Al menos ellas pudieron hacer algo. Pero yo no hice nada y me sentí realmente patética y no puedo arrancarme ese sentimiento del pecho.

AINE

Eran casi las 10:30 pm de la noche. Papá nos había llamado. Nos encontrábamos en su oficina. Mi mente divaga y me es imposible concentrarme hasta que mencionó a mamá y a la niña de la foto nos dio todos los detalles posibles dejándonos mudos a los tres.

"Pero siento que está omitiendo lo más importante"

Nos habló de ella y de la forma brusca en que se conocieron y que se arrepiente de que haya sido así. Al hablar de ella, puedo ver como sus ojos se iluminaron, tenían vida nuevamente.

—Cuando encuentras a tu pareja, tus instintos te dicen que debes protegerla a costa de tu propia vida sin importar las consecuencias. Eso me pasó con ella. Incluso cuando estaba al borde de la muerte, volví por ella para protegerla. Su madre se convirtió en mi todo desde el primer día que sus ojos esmeraldas me vieron. Su sonrisa era todo lo que necesitaba para saber que mi día no seria oscuro y que al fin había encontrado el motivo de mi existencia, ambas eran mi familia, ella amaba a Sofia y trató de hacer que olvidara lo sucedido con nuestras vidas pasadas, creímos haberlo logrado, pero todo acabó mal desde su muerte y perdí el rumbo de mi vida el día que desapareció. —sus ojos perdieron ese brillo —Se la llevaron frente a mi y no pude hacer nada. La impotencia me consumió, perdí el rumbo y por ello decidí enviarlos lejos, no quería que vieran a su padre en ese estado pero sin darme cuenta, mis hijos crecieron pareciéndose a la mujer que amo con todo mi ser. Mis hijos —se me rompe el alma al ver a mi padre tan frágil —No saben el parecido que poseen de ella.

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