CAPITULO 64

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KEITH

—¡¡No!!

Los ojos de mi hermana se volvieron rojos como el carmesí al arrojar mi celular y hacerlo pedazos, la llame desesperadamente pero no me escuchó y se lanzó por la venata, veo los restos de mi celular con un nudo en la garganta. Está claro cual era el resultado.

—¿Keith? —volteo y veo Bastian bajo el marco de la puerta —¿Dónde está Sandy? Escuché que gritó...

—¡Mierda!

Me arrojo por la ventana sin pensarlo dos veces y me convierto en lobo antes de caer al suelo de pie, comienzo a correr a toda prisa para alcanzarla. Estoy segura que va hacia el castillo Arwockle.

"Sandy, ¿Dónde estas?"

Maldigo por dentro porque no esperaba que fuera tan rápida y menos si se ha alimentado de sangre humana. No pude alcanzarla. Al ver los muros doy un salto y continuo hasta adentro, puedo sentir su aroma, los centinelas me apuntan, pero se dan cuenta que soy yo y se hacen a un lado para que pase, subo las escaleras y busco la habitación de mi madre. Vuelvo a mi forma humana llamándola

—¡Ten el valor de decírmelo Madre!.

Entro de golpe y veo que se contiene para no atacar a Verónica, trato de sacarla al hablarle, pero ella me empuja con una fuerza descomunal mientras me ve con esa mirada asesina que poseen los vampiros. Su comportamiento me asustó porque jamás pensé que mi adorable hermana se comportaría como uno de ellos.

—¡¡Maldita sea madre, responde!!

—Sandy, ven conmigo... por...

—Para nosotros era simple diversión, —Verónica habla —Sabíamos que era solo placer y sexo salvaje, algo que no nos darían nuestras parejas por ser humanos, ese día acordamos vernos. Él me dijo que su pareja tendría una niña y no un niño como lo deseaba y yo le dije que habia encontrado a mi pareja y que era un humano que se convirtió, hablamos del pasado y de lo extraño que es tener que contenernos por los frágiles que eran. Hablar del tema no fue una buena idea porque terminamos haciéndolo una vez más. —guarda silencio manteniendo esa fría expresión que se vuelve más sombría —Diría que me sentí mal por lo que hice pero no fue así, fue condenadamente delicioso, pero no era lo correcto y menos de nosotros por ambos acordamos no volver a encontrarnos y que lo mejor era alejarnos, siempre tenía sexo con mi alma gemela pero no era lo mismo, el sexo con él era más para satisfacerlo a él y no a mí y cuando supe de mi embarazo fue por una bruja que quería una alianza conmigo. Jamás olvidaré ese día, el día en que ella me dijo que mi hija sería tan fuerte como su padre si seguía el camino correcto y eso me pareció divertido porque mi alma gemela era el más débil de todos y si mi hija seguía su ejemplo terminaría perdida y que lo mejor es que ella debia seguir como mi sucesora. Le dije que no era tan buena como decía porque se habia equivocado porque yo era la más fuerte, pero ella dijo que no estaba equivocada y que la sangre de su padre era más fuerte que la mia. No lo quise creer y ella me dijo el tiempo que tenia de embarazo, por primera vez en mi vida tuve una crisis nerviosa y a causa de ello terminé matándola por lo tuve que asesinar a todo el aquelarre para evitar una rebelión en mi contra por matar a su lider. El día que aniquilé al aquelarre Francisco vino a mi y no aprobó lo que hice pero él no estaba ahí para decirme eso si no para decirme sobre lo que planeaba mi pareja pero accidentalmente escucho de mi embarazo por culpa de uno de mis centinelas y agregándole lo que su bruja le dijo de tener una hija más fue como la cereza del pastel.

—Madre!!... —ella sufre, su voz no suena igual. —Por favor...

—Lo negué y me deshice de mi alma gemela. Todo el tiempo rogué a cualquier dios para que mi sangre fuera más fuerte y pudiera ella heredar el físico de todo un Arwockle. —me mira a mi —En nuestra familia solo la hija menor hereda la fuerza, el cabello rojizo y los ojos azules de mi padre.

LinajesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora