CAPITULO 5O

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El nudo en mi garganta crece imposibilitando mi intento de hablar. No sabia con certeza lo que él sentía por mi, ahora… él mismo me lo ha dicho a la cara. mis sentimientos son un torbellino dentro de mi porque queria decirse lo mucho que lo amo, yo me enamoré de él desde el primer día en que lo vi afuera en la terminal.

Mis impulsos y mis sentimientos me a orilla a desear besarlo, pero al pensar en esa loba mi corazón se rompe porque es de otra, no es mío aunque sus sentimientos si me pertenezcan, pero Bastian hizo lo que yo no pude hacer por cobarde, se adueñó de mis labios como si todo este tiempo ansiara besarme, la fiereza, la pasión que me transmite y por la forma en que me besa siento que me envuelve en unas llamas infernales que me queman el alma.

Me toma de mis caderas para sacarme de mi asiento y asi apegarme a él, mis piernas se anclan a su cintura sin dejar el beso que me deja sin aliento y pese a eso no quiero dejar de disfrutarlo.

Sus labios me queman la piel con el primer roce, mordisquea sutilmente mi clavícula haciéndome estremecer entre sus brazos, me inclino para darle mas acceso, sus gruñidos bestiales me excitan haciéndome sonreír, amaba esta sensación, amo arder en sus brazos. Mi mente se queda en blanco no pienso en nada mas que en lo que estamos viviendo y sintiendo.

No sé en que momento pasó, pero ya nos encontrábamos lejos de la casa. Estábamos dentro del bosque que rodea la cabaña, sus ojos se tornaron rojo carmesi, brillan con fervor. Los admiro como si fueran dos pares de rubies preciosos mientras siento el sutil golpe en mi espalda del frio tronco del árbol.

Siento su mano colarse dentro de mis jeans y frota por encima de mi pantie formando círculos lentos que me hicieron gemir y disfrutar de lo que estaba experimentado. Hipnotizada por lo que esta pasando gimo mas fuerte cuando siento que hace a un lado mi ropa interior para sentir aun mas la humedad.

Intento entrar en razón y hacerme ver a mi misma que él no me pertenece y que tiene a alguien mas, incluso se la ha follado sabrá dios cuantas veces.

—Bastian… —murmuro con dificultad su nombre —Detente…

Otro gemido se escapa de mi cuando mueve sus dedos dentro de mis pliegues, me aferro a su cuello al sentir que algo dentro de mi quiere explotar.

—Eso no es lo que quieres… —susurra en mi oído provocándome —Lo puedo sentir. —siento que algo sube a mi cabeza mientras le pido que pare —No voy a detenerme… no lo haré hasta obtener esa inocencia.

Mi corazón da un vuelco de inquietud al escuchar sus palabras en mi oído. Busco sus ojos y veo que no es el Bastian que conozco, es como si fuera otro, su mirada asesina, fría e intimidante me dejaron helada.

—No me mires con esos ojos —dice sobre mis labios —Yo… no podría lastimarte… —acaricia mis mejillas sonrojadas mientras continúa trazando círculos obre mi clítoris —No nos pertenecemos, pero podemos hacer que sea así aunque sea solo por un corto tiempo.

—Te equivocas… —planto un casto beso sobre sus labios —Yo siempre… seré tuya, así como tus sentimientos me pertenecen.

Sus ojos se entrecierran un poco y pude ver como una sonrisa malvada y seductora aparece en su rostro. me toma por sorpresa cuando me quita los jeans haciendo que me avergüence y suelte un grito pequeño.

—Bastian que…

Nuevamente siento el frio tronco del árbol contra mi espalda, siento el aire frio calar mi piel desnuda de las piernas, busco aferrarme a algo y siento su cabello, mi corazón acelerado por culpa de todas mis emociones quiere escapar por mi boca, miro hacia abajo y veo su cara a milímetros de mi intimidad.

—No te muevas. —susurra —Sigue disfrutando del placer y gime para los espectadores.

—¡Espectad!....

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