Linajes

CAPITULO 48

Finjo no escucharlo. Me quedo mirando por la ventana hasta que suelto un chillido del susto al sentir un soplo en mi oído. Al girar mi cabeza mis labios chocan contra los suyos. Veo su sonrisa perversa, él quería que eso pasara.

—Tú también me vuelves loco —susurra sobre mis labios. —Y no tienes idea de como estoy controlándome ahora mismo para no besarte.

Presiono mis labios para que no lo haga y suelta una risita burlona. Acaricia mis mejillas con sus nudillos mirándome fijamente.

—No importa, tarde o temprano, me buscarás pecas, y cuando pase, te haré mía.

—¡Qué dices!...

Bastian me toma por sorpresa al robarme un casto beso dejándome paralizada, sus ojos demuestran audacia y lujuria al mismo tiempo mientras se aleja de mí y se acomoda nuevamente como si nada hubiera pasado.

"¿Q-Que demonios le pasa?"

No pude cerrar los ojos porque temia que volviera a hacer algo por sorpresa. Ni siquiera me di cuenta en qué momento llegamos por estar pendiente de que no fuera a hacer algo más.

Los cinco bajamos y mi hermana se encargó de alquilar un auto rápidamente para viajar a nuestro antiguo hogar. Estábamos por subirnos cuando escuchamos los murmullos de las personas mencionando la masacre de una familia entera que eran granjeros y de la muerte de unos chicos que estaban en una fiesta en el lago.

—Ay no... —murmuro asustada —Seguramente los cazadores ya estarán al tanto de esto.

—Hay que darnos prisa —dijo Bastian tomando el volante —Que esperan.

Nos subimos enseguida las cuatro y el pisó el acelerador hasta el fondo llevándonos a toda velocidad para llegar, mi hermana iba a su lado diciéndole que camino tomar.

—¡Algo que saber! —grita Bastian para que escuche

—¡Seguramente irá por sus amigas y su novio! ¡Al parecer una de ellas estaba teniendo sexo con su novio porque le enviaron un video!

Me pregunta quienes viven más cerca y le digo que su novio así que me pide la dirección. Lleva el auto a su máxima velocidad haciendo que nos sostengamos fuerte por el miedo de estrellarnos en cambio él parece divertirse.

El auto se detiene frente a la residencia de Maicol. Veo que su auto está aquí y también el de Gema. Recordarla me trae malos recuerdos; ella una vez me hizo limpiar sus tacones rojos con mi cabello solo porque me paré en ella por error.

—¡Ahí está!

Corro hacia el portón, Bastian me asusta cuando me carga en sus brazos y salta con fuerza cayendo de pie dentro de la propiedad. Me pide sujetarme y lo hago sin dudar, al ver lo que va a hacer cierro los ojos y al abrirlos ya me encuentro en el pasillo.

La veo, ella observa a su novio y amiga teniendo sexo por la puerta medio abierta, abre de una patada la puerta por completo haciéndolos gritar del susto.

—¡Malditos bastardos traidores!

—¡Maite, no lo hagas! —grito llamando su atención. Corro y me acerco a ella —No lo hagas. No sabes las consecuencias que habrán si los matas.

—No te metas Sandy. Tengo que hacer que me paguen muy caro esta traición.

—Ja, pero mira nada más —Gema sale de la cama, se pone de pie y se viste. Se acerca a nosotras —Pelos de elote. Me sorprendes. Te ves diferente. ¿Quién lo diría?

—Mejor cállate Gema y  aléjate.

—Quién te crees que eres para hablarme de esa forma —ella me empuja