CAPITULO 22

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Mi hermana entra corriendo y me abraza, pero la rechazo rabiosa.

—¡¡Todo es tu culpa!! —grito fuera de contrlo—¡¡Él me abandonó por tu maldita culpa!!

—S–Sandy...

—¡¡Aléjate de mi!!

La saco a empujones de mi habitación y le coloco el seguro, me apoyo en la puerta mientras mi cuerpo se desliza hasta caer sentada sobre el suelo sintiendo la amargura consumirme, me duele mucho, lloro sin controlarme, mi frente cae sobre mis rodillas mientras siento como todo mi mundo se cae en pedazos. Mi corazón no lo soporta.

Él ni siquiera se dio cuenta que al final terminó haciendo lo que no quería, me abandonó dejándome con el corazón hecho pedazos. Cuando se trata de un amor pasajero de dos personas normales, no duele tanto. No es como lo que estoy sintiendo ahora, esto va mas allá que un simple enamoramiento porque siento que esta destrozando, siento que esta desgarrando el alma.

No quería ver a nadie, no puedo ni con mis propios demonios como para lidiar con mi hermana que ni siquiera pudo pensar mejor las cosas al hablar de esa forma. No sé por cuanto tiempo permanecí encerrada tratando de quitarme este agobiante y sulfúrico dolor que me mata por dentro.

Ya mis brazos tienen muchas cicatrices de cortadas antiguas. Continúo cortando mi piel tratando de calmar este sentimiento que me quema el alma, pero solo dura unos segundos.

Salgo a mi alcoba que da al bosque y observo la oscuridad. Continúo dañándome a mí misma mientras pienso en las posibilidades de quitarme este dolor de adentro. En poco tiempo, él se metió en vida y se adueñó de ella en poco tiempo eso que nos conecta me hace sufrir como una condenada, siento que estoy viva, pero en mi propio infierno.

BASTIÁN

La brisa proveniente del bosque era fría, pero en mi, no surtía el más mínimo escalofrío. Dos semanas y Sandy no da señales de salir de su habitación. La visité una vez pero su hermana me dijo que la dejara en paz porque ya tenia suficiente con haberse ganado su odio por culpa mía.

Fui claro con mis hermanas de acercarse a ella si la veían en el instituto, solo quería evitar su sufrimiento y que se alargue más estando con ellas. Claro que no tardaron en darse cuenta de lo que pasó con pecas y las brujas y por ello ahora me he ganado el desprecio de mis hermanas. Ellas aprecian a su amiga y dijeron que esta vez, yo era un cero a la izquierda y no harían lo que les ordenaba.

Supe que mi padre estaba de vuelta y que obtuvo esperanzas de mi madre. No lo he visto porque no he salido de mi habitación en una semana. Siento que alguien se acerca a la puerta de mi habitación y reconozco ese tipo de caminar.

—Supe lo que pasó. —como siempre, papá entra sin tocar —Si ibas a hacer esto, no la hubieras...

—No necesito tus sermones, padre. Lo que hice es cosa del pasado. —continuo mi lectura —Ella podrá continuar con su vida, solo necesita tiempo para asimilar todo.

—Hablas como si no te afectara —toma la foto que tengo con mis hermanas, la única que permití tomarnos. —Te das cuenta que ella ahora mismo esta en un infierno.

—No es exagerar. —murmuro sin importancia —Ya se le pasara, es cuestión de tiem...

—Porque no dices la verdad. —me interrumpe con severidad —Puedes engañar a los demás pero a mi no, aunque no lo creas, te conozco perfectamente.

—Dices conocerme cuando tienes poco tiempo de convivir con tus hijos, —me burlo —Viva el padre del año.

—No necesito convivir con ustedes para saber como piensan, como actúa, lo que dicen y lo que me ocultan. Son mis hijos y tú, en especial, eres como ella —detengo mi lectura para verlo de reojo —Perfectamente ocultas lo que sientes y las mentiras salen de tu boca como si fueran reales. —me quita el libro de las manos y ladea una sonrisa burlona —Ni siquiera te interesa este tipo de cosas.

—¿Qué quieres de mi ahora?

—Tú madre odiaría lo que estas haciendo. —no me quita los ojos de encima. Su mirada severa y sombría me escudriña —Odiaría ver como su amado hijo juega con la mente y el corazón de una chica inocente a la que hizo creer que era su alma gemela. —frunzo el ceño, pero me rio —¿Lo disfrutas no es así? —mi sonrisa se esfuma cuando sus ojos amenazadores estan Sobre mi —Disfrutas destruyendo la pureza de un corazón.

—Ella lo es....

—¿Entonces dime porque demoraste en llegar a ella estando tan cerca? —esas palabras me taladran la cabeza causándome rabia —Te dejé a cargo con un solo motivo. Pero ni siquiera te diste cuenta de ello. Te enfocaste en el trabajo sin importarte un poco dejarla sola, dices que es tu alma gemela, pero ni siquiera fuiste capaz de sentir que estaba en peligro. —me alejo de mi padre cabreado por las estupideces que dice —No te diste cuenta, pero manipulaste su mente. Los humanos son débiles y por ello son presa fácil ante los vampiros.

—No hice nada.

—Libérala del hipnosis. —sonó mas a una advertencia. —Si no lo haces, te sellaré por completo.

—No te metas en mi vida. —dije molesto —Es asunto mío....

—Déjate de juegos Bastián. —me hace callar —Esa chica, no es tu alma gemela y lo sabes perfectamente. No lo hagas sufrir más y libérala.

Abandono mi casa y corro por el bosque, gruño mientras quitarme las palabras de mi padre de mi cabeza pero no dejan de taladrar mis pensamientos a cada segundo y eso me enfurece.

No tiene derecho de meterse en mi vida, él no tiene derecho de juzgarme, estaba tan molesto por todo que sin darme cuenta, terminé en casa de Sandy. No me di cuenta de que un olor fue que me trajo hasta aquí, el olor de su sangre, pero había otra mezcla en el. El olor de un vampiro que no era de por aquí.

Escucho los gritos de ella llamando a su hermana Keith, se asoma por su alcoba llamándola con desesperación, cuando me mira, ella me grita cabreada. Se aleja y la escucho bajar rápidamente.

"¡Mierda!"

Sandy traía una escopeta en sus manos y me dispara. Vuelvo a mi forma humana para que vea que soy yo. Deja de apuntarme y me pregunta por ella, extraña su comportamiento al hablarme pensé que estaría molesta conmigo pero cuando se acerca me doy cuenta que lo sigue estando porque sus ojos son como dos dagas que me acuchillan, repite su pregunta nuevamente y niego saber de ella.

—No me mientas Collins. — la forma en que habla me afectó de alguna forma. vuelve a apuntarme con el arma —Dímelo, o te volaré la tapa de los sesos.

"¿En serio sería capaz de dispararme?, No,... lo dudo mucho, seguramente dice eso por lo que le hice"

Ella me mira con rabia, me ve como si yo fuera el mismisimo diablo. Siento que la dulzura en su mirada se extinguió por mi culpa y no sé por qué me sorprende, si es lo que pasaría al final.

—Juro que no lo sé. Vine aquí porque sentí el olor de tu sangre mezclada con la de otro vampiro.

—¡Que!... —la siento tensa cuando se ríe como si fuera una desquiciada —El único vampiro que me ha encajado los dientes eres tú, claro, olvido que para ti soy una basura que puedes desechar cuando se te da la gana.

—No digas eso...

Ella me apunta con el arma y dispara. Me quedé perplejo sin creer que me haya disparado, continúa disparando hacia el bosque haciéndome reaccionar cuando corre siguiendo a alguien. Grita que se detenga y vuelve a disparar, pero se le acaban las balas.

Reacciono muy tarde porque alguien lanzó a Sandy contra su casa. Miro al responsable y me congelo al ver quien era. Sus ojos verdes me miran como su presa.

—Mamá.

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