XII. Resultados

1.5K 141 5
                                    

En los últimos días he estado tan llena de trabajo que no he podido organizarme con Will para asistir a nuestra cita con la ginecóloga que va a ayudarnos con nuestros planes de ser padres. Mi trabajo es algo tedioso y, en algunas ocasiones me gustaría renunciar por lo demandante que es, pero me está gustando mucho. Todo lo que he aprendido junto al Sr. Black me ha ayudado a avanzar y comprender muchas cosas que antes ignoraba.

Por otro lado, mi esposo ha estado igual de saturado en el trabajo, por lo que, en los últimos días, apenas si nos vemos en las noches. Los fines de semana, o él viaja o lo hago yo con mi jefe. Ambos trabajos nos están consumiendo, pero bien vale la pena por el futuro de nuestros hijos y de nosotros mismos.

En vista de que no he descansado desde hace dos semanas, me llené de valentía para pedirle un día libre al Sr. Black, con ello podré saber de una vez por todas los resultados de nuestros exámenes. Incluso Will se tomará un par de horas de su tan apretada agenda para ir con la Dra. Wale.

—¿Tienes el informe listo? —inquirió el Sr. Black sin mirarme.

—Sí, señor, ya lo tengo listo. En breves se lo haré llegar al correo.

—Perfecto.

Guardé silencio al verlo tan concentrado trabajando, sin saber cómo empezar a hablar. Soy consciente de que apenas llevo un mes trabajando para él, como para estar pidiendo permisos, pero si no fuera tan importante no tendría problema alguno en no descansar los fines de semana.

—¿Necesitas algo más? —preguntó, dándome una mirada breve antes de regresar la vista a su computador—. Tenemos mucho que organizar para la reunión, Amanda.

—Lo sé —tomé una profunda bocanada de aire—. La verdad es que necesito pedirle un favor.

—¿De qué se trata?

—Lo que pasa es que necesito ir al medico y como no hemos tenido descanso alguno, me preguntaba si podía darme un día para ir.

Dejó de hacer lo que estaba haciendo para mirarme con el ceño fruncido. No sé si son imaginaciones mías nada más, pero he notado a mi jefe algo extraño. Poco me dirige la palabra, y cuando lo hace, hablamos estrictamente cuestiones de trabajo. Pero supongo que se debe a todos los compromisos que ha tenido que atender sin descanso alguno que debe sentirse tan agotado como yo y sin muchas ganas de hablar.

—¿Estás enferma?

—No, pues espero estar bien de salud, pero... son cuestiones personales las que debo atender. Me hice unos exámenes hace unos días y no he podido ir por los resultados.

—De acuerdo —asintió, esbozando una sonrisa amable—. En este momento no te puedo conceder un día libre por todas las reuniones que tenemos, pero verifica la agenda del próximo martes. Si no tengo compromisos que requieran tu presencia, tomate ese día para ir al médico.

—De no ser importante, créame que no le pediría ningún permiso, Sr. Black.

—No te preocupes, Amanda. Todos tenemos que sacar tiempo para saber que estamos bien de salud.

—Gracias, Sr. Black.

—No hay de qué.

Le sonreí antes de salir de la oficina y seguir con mi trabajo. Le envié el informe a su correo y, un par de horas después me estaba llamando de nuevo a su oficina. Su tono era muy serio, por lo que pensé que quizá algo quedó mal con el informe, algo que, sinceramente, seria todo un incordio y que me desanimaría bastante porque estuve noches en vela detallando cada estadística. Una vez terminé, repasé cada cifra cinco veces antes de asegurarme que todo estuviese perfecto.

Deseo Enfermizo[✓] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora